Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

1.2 Obediencia (Parte dos)

—No lo sé —respondió Nath con un gesto de dolor.

Al llegar con nosotros vimos que Yaemith traía consigo un pedazo de madera, el que estaba jugando con Nath.

—Mira Nath, creo que al fin te hizo caso con lo de la vara —dijo Yael.

—¡Esperen que buena idea! —recorde que en una clase de primeros auxilios en un curso de verano nos enseñaron cómo usar unas tablas para sujetar una parte del cuerpo que tuviera alguna a fractura—. Dame esa tabla Yaemith ¡Qué buen chico!

—¿Qué vas a hacer Emi? —preguntó Yael.

—Dame un segundo y les explico.

—Si, para que quieres eso —preguntó Nath

—¡Necesito una cuerda, cordón o lo que se le parezca!.

—¡Ten! Usa el cordón de mis shorts del uniforme deportivo —contestó Yael.

—Nath, acomodate bien, voy a ponerte está tabla en la pierna lastimada y la sujetaremos con este cordón para que no haga movimiento en lo que vamos a la casa para que te revise el doctor —tomé la pierna de Nath con mucho cuidado —tranquilo— añadí.

—No va a doler ¿Verdad? —preguntó Nath, nervioso.

—No, lo haré con mucho cuidado —procedí a realizar dicha técnica de primeros auxilios. Después de unos segundos quedó completamente sujeta la tabla a la pierna de Nath impidiendo que se mueva mucho—. Ahora Yael ayúdame a llevarlo hasta la casa, toma, ponle la cadena a Yaemith para que no vaya a otro lado.

Juntos Yael y yo llevamos poco a poco a Nath hasta su casa, al llegar su mamá llamó rápidamente al doctor quién a los pocos minutos llegó.

—¡Muy bien Nath! —exclamó el Doctor después de examinarlo.

—¿Qué pasó? ¿Esta todo bien? —preguntó Nath, nervioso.

—Si, doc ¿Cómo está? —pregunté preocupado.

—¡Todo está bien!, sólo fue una pequeña luxación en el tobillo —contestó el doctor mientras metía sus instrumentos a su maletín.

—¡Ya vez! Te lo dije Nath, y tú solo decías que no era nada —comentó la mamá de Nath, enojada.

—Pero es que no era nada hasta hace un rato.

—¿Porqué Nath? ¿Qué te pasó? —preguntó Yael.

—En la mañana cuando iba camino a jugar con ustedes escuché que se cayó en que bajaba de las escaleras corriendo y cuando lo fui a ver ya se había levantado, me dijo que no era nada que solo tropezó en el último escalón —contestó la mamá de Yael.

—Por cierto, fue muy buena idea el colocar la tabla en la pierna de Nath, eso ayudó a que no empeorará —comentó el doctor.

—¡Si, gracias Emi! —exclamó Nath.

—De nada —estreché la mano de Nath y me levanté a acariciar a Yaemith que estaba junto a nosotros en todo este tiempo—. Todo fue gracias a este perrito, quién por haberle enseñado como traer la vara aprendió a obedecer, aunque no de la manera que esperabas.

—¡Es cierto! Él nos trajo la tabla que con la ayuda de Emi quien la usó para ayudar a Nath —dijo Yael mientras acariciaba a Yaemith.

—¡Gracias campeón! ¡Eres un buen chico! —exclamó Nath mirando a Yaemith desde la cama mientras nuestro perrito se acercaba a Nath.