Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

119. Respuesta Incorrecta

Nath miraba minuciosamente las cartas sin decidirse cuál usar. 

—¿Qué pasó? —murmuró Yael quién estaba a mi lado observando aténtamente el juego.

—No lo sé exactamente, creo que le tocó un comodín con algún reto, así que si él sigue le podría ganar a Pau —le respondí en voz baja—. Hey Nath, tu sigues, ¿qué paso? —le pregunté.

Él me miró, nervioso.

—Hmm… ¿Si me tocó un comodín tengo que cumplir con lo que dice? —preguntó guardando sus cartas entre sus manos.

—Si, así es el juego o si no quieres hacerlo tienes que tomar el número de cartas que dice. 

—Ponla Nath, con esa te quedarás con una nada más —le sugirió Yael, emocionado.

—Es que tengo una de un color y el comodín, pero no sé.

—Pues pon esa, sirve con cualquier color.

—¿Cuál es tu carta? —le preguntó Pau, pensativa.

—Hmm… esta —Nath puso su carta que retaba a decir quién es su crush o sacar 20 cartas de la baraja.

—¡Fácil! —exclamó Yael.

—Oh, pues ni modo Nath.

—A ver Nathan, ¿quién es tu crush? —le preguntó Pau con una mirada de complicidad.

Nath comenzó a sudar y sólo nos miraba nervioso.

—Di algo Nath, no pasa nada —le dije con finjida sonrisa.

—No, no sé —replicó negando rápidamente con la cabeza.

—Bueno, entonces toma 20 cartas y yo gano —ordenó Pau con una ligera carcajada.

—Nath, tú puedes —le dijo Yael.

—¿Responderás? —insistió Pau, con una sonrisa.

Nath estaba completamente atrapado ante ese reto, esperábamos que dijera algo o perdería.

—Pues… es... una niña linda —respondió con un leve tartamudeo.

—¿En serio? Aww… ¿Cómo se llama? —inquirió Pau mirándolo aténtamente con una enorme sonrisa—. ¿La conozco?

—Ah, pues… es una chica genial y… y —Nath nos volteó a ver.

Le hice señas dirigiendo la mirada hacia Pau.

—¿Dónde está esa chica tan genial? —le preguntó Pau, emocionada.

—Está… está… —Nath miraba fijamente a Pau, nervioso—. Frente a… 

Yael y yo solo los mirábamos atentos, pues al fin Nath diría quién es la chica que le gusta y pues ambos sabíamos quién es, y era obvio que también Pau lo sabía nada más quería que él lo dijera.

—Está frente… frente... a mi escuela —añadió Nath soltando un leve suspiro.

A Pau se le borró la sonrisa del rostro con la respuesta de Nath.

—¿Qué? 

—Ay no puede ser —me dije a mi mismo.

Yael se pegó suavemente la cara.

—Oh, hmm… pues qué genial Nath —le dijo Pau con poco entusiasmo.

Nath dirigió la mirada hacia nosotros.

Le negué con la cabeza.

—Nath, yo creí que... —añadió Pau, confundida.

—¿Qué?