90. No Sé Qué Hacer

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Llegó la hora de la salida y fuimos al salón de Nath pero cuando llegamos ya estaba completamente vacío. Fuimos hasta el otro lado de la puerta de la escuela a esperarlo pero no llegó. Así que Yael y yo nos fuimos camino a nuestras casas. Pasábamos por el parque y decidimos entrar a la tienda por algo para comer en el camino, y antes de entrar vimos a Nath parado cerca de la sombra de un árbol.

Nos dimos la vuelta y fuímos hacía él, al vernos se sorprendió muchísimo y se puso muy nervioso.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó mirando a todos lados.

—Mejor dicho; ¿qué haces tú aquí? —le pregunté, sorprendido—. Estábamos muy preocupados por tí, ¿Dónde estabas?

—Hmm… es que salí temprano.

—¿Porqué no nos esperaste? ¿Estás bien? ¿No te hizo nada eso chico?

—Estoy bien Emi, gracias —respondió observando hacía todos lados, nervioso.

—¿Esperas a alguien? ¿Qué haces aquí sólo? —le preguntó Yael.

—No, es que vine a... —se quedó pensativo un instante.

—¡Hey! ¡Despierta! —le dijo Yael, pasándole la mano frente a la cara, pues se quedó pensando totalmente distraído, estaba muy nervioso por algo.

—¡Nada, pero ustedes váyanse! —respondió con un tono hostil, que nos sorprendió muchísimo.

—¿Porqué? ¿Estás bien?

—Sí, pero mejor váyanse.

—Pero queremos estár contigo e ir la casa juntos —le comentó Yael, con una sonrisa.

—Pero… pero yo no, déjenme sólo… váyanse ustedes —respondió, enojado.

—¿Que te pasa, Nath? ¿Por qué nos hablas así? —le pregunté, en su mirada se podía ver algo de miedo, era obvio que algo ocultaba—. Hmm… está bien, nos vamos pero ya me está empezando a molestar esos cambios repentinos tuyos, Nath. 

No me respondió, se nos quedó mirando, nos dimos la vuelta y nos fuimos camino a la casa dejándolo solo en el parque. Estaba algo disgustado por eso. Durante el resto de la mañana en la escuela estaba muy preocupado por él y ahora que lo veo nos habla de una manera extraña.

—¿Qué le pasa a Nath, Emi? —me preguntó Yael, triste.

—Ya no sé, amigo. No lo sé. 

—Pero hace rato estaba bien, viste como estaba feliz y hablamos bien…

—Sí, lo sé, ni siquiera me dió tiempo de decirle que no importa que me haya golpeado, y que lo apoyamos como siempre —le comenté a Yael.

—Y si regresamos otra vez, tal vez ya se le pasó y nos dice que tiene.

—No, Yael. Es mejor dejarlo solo como quiere, luego si insistimos se va enojar más.

—Está bien, ya mañana hablamos con él.

—Oye, ¿Tienes algo que hacer hoy? —le pregunté con una sonrisa—. Ven a mi casa a jugar videojuegos.

—No puedo Emi, hoy iré con mi mamá al súper y de ahí creo que irenos con unos tíos —respondió con un leve puchero—. Lo siento.

—No te preocupes, será otro día Yael. 

Llegamos a su casa, el se quedó y luego yo fuí a la mía. Más tarde después de terminar de comer me fuí a dar un baño y luego a mi cuarto.

Me acosté en mi cama y comencé a botar una pelota de juguete contra la pared, estaba aburrido y me sentía algo triste. Recordaba todo lo que había pasado, debía sentirme feliz porque entre Nath y Yael se había arreglado las cosas pero luego con lo que sucedió solo me dejó más preocupado.

Mi mamá pasaba por mi cuarto y como la puerta estaba abierta vió que estaba acostado y entró.

—¿Qué pasa, hijo? —preguntó mi mamá al entrar y se sentó en la cama conmigo—. ¿No tienes tareas?

—Nada, mamá —respondí, sentándome—. No, no tengo.

—¿Y eso que no estás jugando vídeojuegos como siempre?  

—No tengo ganas.

—Hmm… que extraño, has estado algo distraído desde hace rato —comentó, extrañada. 

Durante la comida estuve pensando en lo que pasó, varias veces mi mamá me preguntó algunas cosas y no recuerdo si se las respondí.

—Estoy, bien sólo no tengo ganas de jugar.

—Bueno, por cualquier cosa me dices, ya lo sabes —dijo mientras se levantaba de la cama.

Me quede pensando un segundo, quería preguntarle algo pero no buscaba como hacerlo.

—Mamá… ¿Cómo puedes ayudar a alguien que sabes que le pasa algo pero no te lo quiere decir? —le pregunté, nervioso.

—Bueno, pues hablando con esa persona, demostrándole apoyo y escucharlo. Que vea que puede confiar en tí y que lo puedes ayudar… ¿Por qué lo preguntas? ¿Estás bien?

—Si, sólo que a alguien le está pasando algo y ya traté de todas las formas de ayudarlo pero él no deja que lo ayudemos… —le respondí con la voz temblorosa, me estaba sintiendo triste y desesperado.

—¿Es por Nath, cierto? —preguntó sentándose nuevamente. La miré sorprendido—. Yo sé que de él hablas, desde la otra vez me lo dijiste, y más ahora por qué igual sé que algo más le pasa. Hablé con su mamá el día que vino por él a la casa, le comenté algo que le pasó a Nath en la noche y que él mismo me comentó.

—Sí, mamá. Ya sé lo que le pasó a Nath por qué volvió a suceder una noche y lo ví. Pero ha estado actuando más raro aún, se distrae, se enoja fácilmente al punto de lastimarnos accidentalmente, primero le hizo algo a Yael y ahora a mi.

—¿Qué? —preguntó, sorprendida—. ¿Que pasó?

—Cuando vino Ivanna con su papá, Nath estaba algo enojado por alguna razón y quiso a hacerle una broma a Yael pero se le fue de la mano y lo lastimó muchísimo.

—Entonces… ¿por eso estaba llorando Yael ese día?

—Si, y él terminó golpeando a Nath por defenderse y por eso también él estaba en el patio llorando.

—Lo sabía, por eso había tanto alboroto en tu cuarto… pero, ¿porqué no me lo dijiste? —preguntó, confundida.

—Eso ya no importa, es qué hoy estábamos tan felices con él y de repente pasa algo y cambia de nuevo. Yo sé que algo le pasa o le están haciendo, él no es el Nath que conozco —se me hizo un nudo en la garganta—. ¡Ya no sé qué hacer, es mi amigo! 

—Tranquilo, cariño. Buscaremos la forma de ayudarlo, igual cuando hablé con él lo noté raro y temeroso —respondió acariciándome el cabello—. Todo estará bien, hablaré con su mamá para buscar ayuda.

—Gracias, mamá.

Sus palabras me habían ayudado mucho, ya al día siguiente trataría de buscar nuevamente la forma de hablar con Nath, con la esperanza de saber que pasa.

Pasó la tarde y la noche, terminé todos mis deberes y me acosté para dormir. Sin embargo por ratos seguía pensando en todo lo ocurrido.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora