Nath cerró la puerta accidentalmente con fuerza y Yael despertó al escuchar el ruido, abrió lentamente los ojos y de repente se puso a buscar algo a su lado.—Emi... ¿y tu primo? —preguntó, preocupado al percatarse que no estaba con él.
—Hace rato mi mamá vino por él y ni te diste cuenta —expliqué con una ligera carcajada—. Estabas bien dormido.
—No se vale contigo, dijiste que regresarías a ver la película —le dijo Nath—. Nos dejaste solos.
—Lo siento es que me quedé dormido mientras veía la tele con el primo de Emi.
—Y por cierto, gracias Yael, lograste que Maty se durmiera en poco tiempo —agradecí con una pequeña sonrisa—. Eres bueno con eso, serías un excelente hermano mayor si tuvieras hermanitos. Ya ni yo con Ximena, ya ves que sólo la pasamos peleando a veces.
—Creo que si, yo no sé si sería igual si tuviera un hermanito… Estoy bien así, no quiero saberlo —aseguró mientras se levantaba de mi cama—. Y eso que ni yo me di cuenta a que hora se durmió, me dormí primero —Yael se puso de pie con una finjida sonrisa mientras se tallaba los ojos.
—Muy bien y ahora el nuevo dilema: ¿Como nos acomodamos para dormir? Tenemos está cama extra y la mía —señalé pensando quién la ocuparía y quién se quedaría conmigo.
La noche anterior estuvimos en la tienda de campaña, ahora que estariamos en la casa en el cuarto que ocupo siempre hay dos camas. Cuando venía antes con mi familia Ximena se quedaba conmigo.
—¡Yo quiero la otra cama! —exclamó Nath con rapidez y fue directamente hacia ella.
—¡Oye, yo la iba a pedir primero! —gruñó Yael con un gesto de tristeza—. Tú siempre ganas las cosas.
—Claro que no.
—Es cierto Nath, en mi casa tu ocupas la cama extra y Yael se queda conmigo cuando se quedan a dormir. O al revés, pero dale la oportunidad esta vez a Yael de ocupar la otra cama. Tú te quedas conmigo no hay problema.
—Bueno, ya que —respondió no muy convencido, se acercó a la ventana que había en el cuarto y echó un vistazo a lo que había afuera.
Cada uno fue a ponerse la pijama y después de un rato ya estábamos listos.
Había mucho calor así que prendí el ventilador del techo, apagué las luces y nos acostamos a dormir.
Horas más tarde me dió un poco de sed, prendí la luz de la lámpara que hay en el buró a un lado y fuí por agua a la cocina.
Ya iba regresando a la cama cuando de repente escuché murmullos de Nath.
—No, no te comas todo eso —murmuraba. Estaba soñando y hablando dormido.
Yael despertó al escucharlo.
—¿Qué pasa, Emi? —preguntó, extrañado—. ¿Qué dice Nath?
—¡Shh!… está soñando —solté una ligera carcajada.
Yael se levantó de su cama y se acercó a él.
—Yo quiero más salsa —decía, entre sueños—. No, déjame… ahí no —reía dormido.
—¿Qué estará soñando? —preguntó Yael, riéndose también por lo que decía Nath.
—No lo sé, pero es gracioso. Al menos no son pesadillas.
—O-oye... te-te quiero —decía Nath.
Yael y yo estábamos escuchando muy atentos, era gracioso pero a la vez interesante pues nos ganaba la curiosidad de saber a quién le decía eso en sus sueños aunque era obvio que era a alguien especial a quien conocemos perfectamente—. E-eres la me-mejor —sonreía—. Pero... no-no aquí no —Nath se mordía suavemente los labios.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...