Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

51. Esa Voz Es De...

A la mañana siguiente después de la escuela teniamos un partido de videojuegos pendiente que queríamos jugar desde días atrás pero el vídeojuego lo tenía Nath en su casa, así que primero fuimos por él hasta allá.

—Chicos mañana no tendremos clases por ser día inhábil —dijo Nath, entusiasmado—.  Quería preguntarles si les gustaría quedarse conmigo en mi casa ésta noche para jugar vídeojuegos y para ver la película que no nos dejaron ver tus primos ayer.

—Bueno, por mi está bien —respondí—. Sólo que tengo que ir a pedir permiso y a hacer mis tareas.

—Igual yo, además antes tengo que ir a la biblioteca a devolver un libro que presté el viernes pasado —dijo Yael, emocionado.

—¿Un libro? —preguntó Nath, confundido—. ¿Désde cuándo lees mucho?

—¡Ay, Nath! Sabes que eso es sólo pretexto de Yael para ir a ver a Jelly —solté una carcajada.

—¡No es cierto chicos! Es un libro de historia de una tarea que tenía —dijo Yael—. Pero también quiero verla —suspiró.

—¡Tranquilo Romeo!

—Yo igual iré por una cosas al súper con mi mamá para en la noche, entonces... ¿Si vendrán? —preguntó Nath.

—Si Nath, además ya no estoy castigado chicos, en la noche les cuento —dije mientras veía mi reloj—. Entonces en lugar de quedarnos ahora mejor lo dejamos para la noche.

—Si, yo iré rápidamente a llevar el libro, y en la noche nos vemos aquí en tu casa Nath —dijo Yael.

—Si está bien, hasta entonces —respondió.

Nath se quedó en su casa y Yael y yo nos fuimos a la nuestra para hacer nuestros pendientes.

Le pedí permiso a mi mamá y sin problema accedió, así que subí a mi cuarto a terminar mis tareas.

Ya más en la tarde que terminé todo salí de mi casa para ir con los chicos.

En el camino me encontré a Yael.

Llegamos a la casa de Nath, tocamos a la puerta y nos abrió su mamá.

—¡Hola chicos! —exclamó la mamá de Nath amablemente—. ¡Pasen, ahora le digo a Nath que ya están aquí!

Entramos y nos fuimos a sentar a la sala mientras la mamá de Nath iba por él a su cuarto.

—En un momento baja, se está bañando —dijo la mamá de Nath viniendo de regreso hasta la sala con nosotros.

—Está bien, gracias señora.

—Por cierto, no tiene rato que regresó, me dijo que tenía mucha tarea y se la pasó en la biblioteca haciéndola —comentó la mamá de Nath mientras iba por algo a la cocina.

Yael y yo nos miramos asombrados y confundidos.

—Emi, no ví a Nath en la biblioteca hoy —susurró Yael a mi oído—. Estuve ahí hace rato y ni Jelly ni yo lo vimos para nada.

—No sé, pero esto es obra de alguna travesura de Nath como siempre —respondí en voz baja, no queríamos que su mamá se enterará de eso, ya que al parecer Nath mintió de nuevo.

Platicábamos con su mamá cuando se asomó Nath por el pasillo llamándonos.

Fuimos con él hasta su cuarto.

—Nath ¿Porqué dijo tu mamá que…? —me quedé observándolo por un instante y me percaté que tenía un arañazo en la nariz y en un lado de su ceja un moretón, que no nos habíamos dado cuenta a simple vista—. ¿Qué te pasó en la cara Nath? —pregunté, asombrado.

Nath por un momento dudo en responder, se puso nervioso y estaba confundido.

—Oye si… ¿Ya te viste en el espejo? —preguntó Yael tocándole el rostro.

—¿Porqué? —Nath se arrebató de inmediato y fué corriendo hasta su baño a ver de qué estábamos hablando. Segundo después regresó con nosotros al cuarto.

—Ah, es que me golpeé con algo en la calle hace rato —respondió, nervioso.

—¿Seguro?

—Sí, pero no es nada —respondió sonriéndonos.

Dejamos el tema por el momento, pero sabíamos que estaba mintiendo de nuevo desde el momento en que se quedó nervioso al preguntarle, era obvio que no era cierto, algo le sucedió pero no quiso decirnos. Y además le había mentido de nuevo a su mamá sobre dónde estubo.

Buscamos los videojuegos e instalamos todo para ponernos a jugar un rato antes de ver la película.

Estuvimos jugando por varios minutos hasta que nos aburrimos, dejamos el juego y nos pusimos a platicar.

Les conté a los chicos todo lo que había pasado desde que se fueron la noche anterior. Y también les comenté sobre la visita a Sofy.

—¡Qué emoción! —exclamó Yael—. ¿Y no te sientes nervioso porqué la vas a ver de nuevo?

—Claro que sí, pero más me emociona porque la verdad la extraño.

—¿Y ella ya sabe que la irás a visitar? —preguntó Nath.

—No, desde la aquella vez no le volví a llamar.

—¡Pues hazlo ahora! —exclamó Nath, emocionado levantándose para ir por su teléfono.

—No sé chicos, me da un poco de pena.

—Anda, está vez puede ser que te conteste ella, es temprano —dijo Yael.

Nathan regreso con el teléfono.

—¡Toma Emi! ¡Llámale!

—Esta bien, sólo porque ustedes insisten.

—A poco nos vas a decir que no quieres —dijo Nath riéndose.

—Bueno si, está bien —tomé el teléfono y fuí por mi mochila que siempre llevo a casa de los chicos dónde tengo apuntado el número en una libreta.

Marqué al número y el teléfono empezó a sonar, pasaron pocos segundos hasta que entró la llamada.

—¡Bueno! —contestó una chica, y esa voz, esa linda voz era de Sofy.