Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

159. El Cariño Sincero, Un Chico Maravilloso

Después de estár buscando a Yael afuera de la casa entramos de nuevo con la esperanza de que ya haya vuelto. 

Pero no, él no estaba en ningún lado y me estaba asustando muchísimo al no encontrarlo. 

Por suerte mis papás no estaban cerca y no sabían nada, no quería decirles aún. 

Nath y Pau fueron a la puerta de la casa, mi prima Angie y yo fuimos al comedor y nos encontramos a Litzy que salía del baño 

—Oye, Yael no está —le dijo Angie con tono de disgusto.

—¿No que fuiste a verlo a su cuarto hace rato?

—¡No, está perdido! —señalé, preocupado—. No está en la casa, él no se va sin decirnos nada.

—Es extraño, estaba muy triste… no estaba contento como en la mañana —explicó Angie—. Me extrañó su pregunta y mucho más verlo llorar.

—Tranquila, ya vendrá…

—¡No puedo Litzy! ¿Y tú cómo puedes estár tranquila?

—Es que yo no sé qué está pasando, desde hace rato los veo ir de aquí para allá y no me dicen nada. Pero tranquilos, Yael ha de estár bien.

—Ya lo buscamos por toda la casa, ahí afuera y nada, es como si hubiera huido.

—¿Y no les haz dicho a tus tíos?

—¡No, ellos enloquecerían! —replicó Angie—. No conoces como son con estas cosas.

—Es cierto, ellos se asustarían mucho —agregué—. Y el del regaño seré yo por no decirles.

—Me desespera no saber qué le pasó a Yael, estaba bien hace rato, sólo te vió y cambió… es verdad, ¡Litzy! ¿Qué diablos le hiciste? —Angie esbozó un gesto de enojo. Litzy aclaró la garganta—. ¿Qué?

—Hmm… nada, no es nada. 

—¡Oye! —presionó—, ¡Basta!

—De acuerdo, es que hace rato le dije que no me interesaba —confesó dando un breve suspiro—. Pero lo hice con calma y tacto.

La miré algo enojado, pues no era verdad le habló de una manera hostil y ahí comenzó todo.

—Hmm, bueno… —Litzy se puso nerviosa y se me quedó viendo—, le dije que aunque sea más grande y sea menos lindo y dulce de todas maneras no me interesaría y que me dejara en paz…  

—¡Por favor... es sólo un niño! —exclamó Angie muy enojada—. ¡Sólamente le gustas, Yael no cometió ningún crimen!

—Está bien, acepto que si me pasé con lo que le dije y si me siento mal por hacerlo llorar hace rato pero…

—Olvidalo —Angie la interrumpió—, te dije que seas gentil con él pero te valió, y si algo le pasa a Yael será tu culpa —se dió la vuelta muy enojada e iba camino al patio—. Vamos primo, sigamos buscándolo antes de que se den cuenta mis tíos —me dijo con suavidad y fuí detrás de ella.

Salimos nuevamente, le dimos toda la vuelta a la casa y seguíamos sin encontrarlo, pasamos como si nada por la cochera y ahí estaba toda mi familia. 

Entramos nuevamente a la casa y escuchamos que alguien tocó el timbre de la puerta.

Nath, Pau y Litzy ya estaban en la sala, angustiados por la situación.

Angie fue a abrir la puerta. 

—Hola, lamento llegar tarde pero si es algo complicado encontrar el lugar —dijo la voz de un chico.