Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

149. ¡Cierra La Ventana!

Me levanté de la cama y me acerqué a la ventana para ver qué era lo que la estaba golpeando.

—¿Qué fue eso, Emi? —preguntó Nath, sentándose en la cama.

—No lo sé, eso estoy viendo —le dije mientras miraba a través de la ventana, creía que era alguna rama pero no había árboles ni arbustos cerca de la casa—. Creo que voy a abrir la ventana para que entre el aire.

—¡No la abras! —rogó con asombro, se levantó de la cama y se dirigió rápidamente a mi.

—Pero Nath, hace muchísimo calor. No vamos a poder dormir así.

—Es lo que te estaba diciendo hace rato —señaló con seguridad—. Pero mejor no, luego si la abres puede entrar algo por ahí si nos dormimos.

Yael lo escuchó, se levantó de su cama también y vino rápidamente a nosotros.

—¿Qué va entrar? —preguntó, preocupado.

—Pues algo… —aclaró Nath mirando por la ventana—. Un zombie u otra criatura.

—¡No es cierto! —replicó Yael—. No hay nada de eso, ya quedamos en que eso no existe.

—Claro que no. Y tú Nath, no empieces a inventar cosas de nuevo, mejor voy a abrir la ventana para que refresque el cuarto.

—Es una mala idea Emi, yo sé lo que te digo, además hay luna llena —añadió con asombro mirando hacia el cielo por la ventana.

—¿Y ahora eso qué tiene? —le preguntó Yael, angustiado.

—Que en luna llena salen los hombres lobo y estamos en medio del bosque —aseguró dirigiendo la mirada hacia afuera—. ¿Te imaginas que entra uno en la madrugada?

Solté una ligera carcajada.

—Ay Nath, estamos en México, aquí solo hay "el chupacabras" —bromeé con voz sarcástica haciendo un ademán de terror con las manos—. Así que eso es lo más probable.

—¿De-de-de verdad? —tartamudeó Yael, alarmado.

—¡Claro que no!… ¿No estarás creyendo todo eso?

—Es que… es que… suena real —explicó, nervioso con un gesto de tristeza mientras se limpiaba los ojos con la mano—. ¡Tengo mucho miedo!

—Oye… cálmate, ¿recuerdas que nosotros dos estuvimos solos en medio de un bosque desconocido?

—Sí, ¿qué tiene?

—Pues ya ves, todo salió bien. Creímos que había una criatura que nos perseguía y resultó ser un simple animalito. Así que todo estará bien.

—Ya sé, pero aquí es distinto. Ese día tuvimos suerte —replicó, pensativo—. Pero Nath dice que hay…

—Es lo mismo —interrumpí—. Todo tiene explicación, no le hagas caso a este que se deja engañar por las películas, nada de lo que te diga es cierto.

—¡Ay no! —exclamó Nath, asombrado.

—¿Ahora qué? 

—¡Pau! ¿Dónde está?

—Pues ha de estar dormida, sólo nosotros seguimos despiertos escuchando tus inventos.

—¡Emi! Pero que tal que no, ¿y si está asustada como nosotros? —preguntó, angustiado.

—Lo dudo mucho —afirmé—. Aquí los únicos asustados son ustedes—. Bueno, incluyendome —corregí con una ligera carcajada—. Pero yo por los relámpagos.