71. ¡Fué Divertido!

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En el camino de regreso pensaba y recordaba muchas cosas de las que habíamos pasado hace un rato mientras miraba por la ventana todo lo que había en el camino.

Por ratos sentía la mirada de Yael hacia mí pero al ver que no volteaba a verlo viraba hacia el otro lado. Podría decir que quería decirme algo pero yo estaba tan concentrado en el camino que lo ignoraba sin querer.

—Emi... —dijo Yael, al escucharlo sólo asentí con la cabeza sin apartar la mirada de la ventana del carro—. ¿No quieres algo?¿Un dulce, jugo o frituras?

—No, Yael. Gracias.

El volteó la mirada hacía el frente nuevamente. Segundos después...

—¿Estás seguro que no quieres algo? Tengo muchos dulces, aún quedan de lo del premio de la competencia.

—No, estoy bien así. Solo quiero estar mirando.

—Es qué... es qué ya me aburrí, y no quieres platicar conmigo...

—¿Todo bien allá atrás, chicos? —preguntó mi papá, mirándonos por el espejo.

—Sí, papá. Estamos bien.

—Hijo, se que estás enojado por lo de hace rato... te dije que no podemos quedarnos más tiempo pues mañana tienen clases.

—Lo sé, pero no estoy enojado.

—Es que desde hace rato estoy observando que Yael está tratando de hacerte conversación y tú lo ignoras.

—Lo siento, es que en mi mente estaban pasando tantas cosas que no tenía ganas de platicar —le dije a Yael—. Pero, ¿dime de qué quieres platicar? —le pregunté con una sonrisa.

—Ya nada, sólo quería hacer algo para no aburrirme durante el viaje —respondió bostezando.

—Bueno, ¿dime qué cómic le vas a regalar a Ivanna? Escuché que la ayudarás con su colección...

—El que me regalaron por mis papás en Navidad, sé que es difícil de conseguir pero como ví que Ivanna le falta ese quiero regalárselo, ella me agradó mucho.

—Pues qué genial, me agrada tu idea.

Miré hacía la ventana y de repente pasó por mi mente aquél momento divertido con Sofy y sonreí.

—Oye Yael, tú qué subiste con Ivanna a la rueda... ¿Cómo te dijo lo de su idea? —le pregunté mientras miraba por la ventana. Pasaron unos segundos y no me respondió—. ¿Yael? —voltee a verlo y él ya se había quedado dormido, ahora a mi me dió el avionazo, solté una ligera carcajada y me acomodé para tratar de dormir también.

—Duerme, ya cuándo lleguemos pasamos a Yael a su casa y nos vamos a la nuestra —sugirió mi papá.

—Esta bien.

Me acomodé bien y me dormí, cuando abrí los ojos ya estábamos entrando a la ciudad. Ya habíamos llegado rápido y ya era noche.

Pasamos primero a casa de Yael. Al sonar el claxon del carro, salió su papá a buscar sus cosas y se puso a platicar con el mío.

Yael al escuchar el sonido despertó.

—¿Ya llegamos? —preguntó mientras estiraba brazos y pies.

—Sí, ya estamos frente a tu casa.

Yael bajó y su papá tomó sus cosas.

—Hasta mañana Yael, te veo en la escuela —le dije antes de que entrara a su casa.

—Sí, Emi. Gracias.

Mi papá cerró la puerta del carro, subió y fuimos camino a nuestra casa.

En el camino.

—¿Encontraste el producto de la casa que estabas buscando? —le pregunté a mi papá.

—Sí, el papá de la amiga de Sofy, Ivanna, me ayudará a conseguirlo... Como él viene aquí algunas veces, cuando lo consiga lo traerá.

—Que bien, papá.

Llegamos a la casa. Cuando entramos mi mamá y mi hermanita estaban cenando. Dejé mi mochila a un lado y fuí rápidamente al comedor.

—¡Hola mamá! —fuí a abrazarla y darle un beso, al Igual que a Ximena.

—¿Cómo les fué en su viaje, amores? —pregunto felizmente.

—Algo cansado pero muy bien —respondió mi papá mientras se acercaba a darle un beso.

—¿Y a tí hijo, como te fué con tu amiga Sofy?

—Bien mamá, me divertí muchísimo junto con Yael... y conocimos a una nueva amiga, se llama Ivanna. Nos agradó, es una chica muy divertida y amable.

—Qué bueno, hijo. Me alegra que te la hayas pasado bien —dijo con una sonrisa mientras se levantaba de la mesa-. ¿Van a cenar?

—Yo sí, tengo muchísima hambre —respondió mi papá jalando una silla para sentarse.

—Sí, también yo, mamá.

Nos sirvieron la cena y nos pusimos a comer mientras platicábamos como estuvo el viaje y que tanto hicimos.

Terminamos de cenar y ya tenía mucho sueño. Así que subí a mi cuarto, fuí a darme un baño, luego preparé todo para la escuela, revisé mis tareas y me acosté, minutos después mi mamá abrió la puerta de mi cuarto.

—Hijo, dejaste tu mochila en la sala —dijo mi mamá mientras abría mi mochila—. ¿Que tienes aquí? Huele a dulce de uvas...

—Es por unos dulces que estaba comiendo y tenía guardado —el olor venía del recipiente vacío del anillo de caramelo que me habían dado en aquel juego con Sofy.

—¿Y esto? —mi mamá sacó la hoja de color del juego. Me levanté rápidamente de la cama y fuí hacía mi mamá antes de que viera que es.

—No es nada, mamá. Es sólo un dibujo, lo guardaré —extendí la mano para que me diera la hoja. Mi mamá me miró con una sonrisa y me devolvió la hoja y mi mochila.

—Yo lo quería ver —gruñó sarcásticamente—. ¿Luego lo podemos pegar en el refrigerador?

—Hmm... puede ser —le sonreí mientras iba a mí buró a un lado de la cama.

—Bueno, hijo te dejo para que duermas... ¿Ya tienes todo listo para mañana?

—Sí, mamá.

—Muy bien, hasta mañana. Buenas noches —se acercó, me dió un beso y salió del cuarto.

Levanté la hoja de colores en mi cajita de cosas importantes, lo metí en mí buró, luego puse mi mochila en la cesta de ropa sucia en el baño, apagué la luz y fuí a acostarme de nuevo a la cama.

Antes de dormir me puse a recordar todo los momentos que habíamos pasado en la mañana, fué divertido y no podía envitar sonreír o reírme, estaba feliz.

Por un momento me sentí algo triste, ver a Sofy me hace muy feliz pero es algo difícil volver a verla pronto ya que la distancia entre nosotros era algo larga. Pero no quedaba de otra más que esperar a verla pronto, pero está vez trataré de salir con ella más tiempo y hablar de muchas cosas.

Estuve un buen rato pensado en todo eso y lo que haría al día siguiente en la escuela hasta que el sueño me ganó y me dormí.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora