1. Obediencia (Parte 1)

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Una tarde, después de la escuela estábamos los dos chicos y yo jugando con Yaemith en el parque. Esa ocasión a Nath se le ocurrió la idea de enseñarle a nuestro perro un truco sobre ir a buscar la vara como los demás perros entrenados que vemos en la televisión pero sabíamos que tendría que llevar un largo tiempo para que Yaemith aprendiera dicho truco.

—¡Ve por la vara! -exclamó Nath, ansioso de que de que Yaemith le hiciera caso y vaya por ella pero lo único que hacía era mirarlo fijamente jadeando y saltando.

—Tranquilo Nath, ya te dijimos que tienes que practicar mucho más -contesto Yael.

—Sí, lo sé. Pero me emociona que lo haga un día.

—Oye, y si mejor jugamos un rato a la pelota con él —dije—. ¡Ya me aburrió el juego de la vara!

—Sí Nath, igual a mi —añadió Yael

Nos pusimos a jugar los cuatro a la pelota en la cancha del parque y cuando de pronto...

—¡Ahh!, chicos me duele mucho la pierna, creo que me la doble en un salto brusco que di —dijo Nath mientras iba a sentarse en una piedra que estaba en una esquina de la cancha.

—¿Estás bien? —pregunté, preocupado.

—Si, yo creo que solo fue un rato nada más —contestó Nath—. ¡Síganos jugando!.

—¿Estás seguro? —preguntó Yael.

—Sí, ya les dije que si.

Nath regresó al juego nuevamente, todo iba bien durante unos minutos hasta que...

—¡Ahhhh! ¡Chicos ahora me duele mucho! —exclamó Nath cayendo sentado al suelo.

—¡Nath! —fui corriendo hasta donde estaba para tratar de ayudarlo—. ¡Espera, voy para allá!

—¡Espérame voy también! —exclamó Yael, corriendo.

Al llegar con Nath pudimos observar que la pierna la tenía roja y un poco inflamada, al parecer era algo grave lo que tenía. Pues hace rato todo estaba bien, creímos que sólo era un calambre normal pero al parecer no era así. Ayudamos a Nath a levantarse y llevarlo sujetado de nuestros hombros hacia las sillas que están en el parque pero mientras lo llevamos hacia allá Yaemith salió corriendo hacia otro lado sin poder hacer nada para detenerlo.

—¡¿Yaemith a dónde vas?! —exclamé tratando de hacer que nuestro perro vuelva.

—Emi, estoy bien ¡Ve por él! —dijo Nath soltándose de mis hombros.

—No, ¿Cómo vas a creer que te deje así nada más? Yael no va a poder llevarte él sólo.

—Si, si puedo Emi. Anda —respondió Yael con un gesto de fuerza.

—Está bien, voy por él -aun no terminaba de hablar cuando desde a lo lejos vimos que Yaemith venía corriendo—. Miren chicos ahí viene... ¿Qué esta trayendo?

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora