Seguimos mirando aténtamente y emocionados por lo que estaba pasando con Nath y Pau.Solté una ligera carcajada.
—¿Que pasa Emi? —preguntó Yael.
—Pues es extraño todo esto, ¿no crees?
—¿Pero por qué?
—Porqué en todo este tiempo creí que tú o yo seríamos los primeros en tener novia y Nath que era el que se resistía a eso resultó el más enamorado.
—Es cierto —soltó una carcajada—. Según él aún no le gustaban las niñas, que no iba a caer en cuentos de ellas y míralo ahora, ahí está.
—Bueno, él cayó solo —sonreí y dirigí nuevamente la mirada a lo que pasaba con los chicos.
Ambos se mecian lentamente en aquél columpio de madera en el árbol mientras Pau veía lo que tenía la libreta que le dió Nath. Abrió una página, leyó algo y al levantar la mirada no pudo evitar derramar una lágrima de la emoción, se lanzó hacia Nath, lo abrazó y le dió un beso en la mejilla. Él al darse cuenta se quedó atónito, luego de un segundo reaccionó, se acercó a Pau y tímidamente acercó el rostro también a ella para darle un beso en la mejilla pero esto no fue así, pues lo inesperado sucedió:
Pau se dió cuenta que él iba a besarla en la mejilla, de la nada, sin pensarlo viró el rostro y le dió un beso a Nath en los labios. Él se quedó paralizado por un instante hasta que se dió cuenta de lo que en verdad estaba pasando y le siguió tiernamente aquél beso.
Era inaudito, mi mejor amigo se estaba besando con la niña que le gusta y no lo podía creer.
Yael me miró rápidamente totalmente impresionado.
—¿Emi, estás viendo eso?
—Sí, no lo puedo creer… —volteé a verlo—. ¡Estoy muy feliz! —respondí con la voz temblorosa, en verdad lo estaba y muchísimo.
Dirigí la mirada nuevamente a lo que estaba pasando. Nath y Pau ya habían acabado aquél beso, se miraron con una tierna sonrisa y se dieron un fuerte abrazo.
Solté un profundo suspiro.
—Ya se siente cerca… —entoné, mirando atentamente a los chicos.
—¿Qué? —preguntó Yael, confundido.
—El trío terminó…
—¿Trío?
—Si se enamoran, qué remedió habrá… ¡Seremos solo dos!
—¿De que está hablando Emi? —preguntó Yael con insistencia.
—Ay, olvídalo… ya aruinaste el momento, estaba yendo bien la canción —comencé a reír.
—No sé de qué hablas pero está bien —Yael comenzó a reír conmigo.
Devolví la mirada a lo de afuera. Ahora ambos chicos platicaban, mirándose de una manera muy tierna. Pau le acariciaba el rostro a Nath mientras él sólo la miraba perdidamente.
Yael y yo seguíamos riendo pero de repente Pau volteó a ver hacia la casa y nos vió observándolos. Nos saludo con la mano y Nath al verla hacerlo volteó a vernos y nos vió tambien. Nos pusimos nerviosos pues nos cacharon espiandolos.
Nath le dijo algo a Pau y empezó a venir corriendo hacia nosotros, nos sorprendió demasiado, sin querer nos movimos bruscamente para tratar de bajarnos y la silla se rompió; Yael y yo caímos al piso en un tremendo azote. Me reincorporé sin problema pues no me había dolido el golpe, pues Yael me detuvo ya que había caído encima de él.
—Lo siento, ¿estás bien? —le pregunté mientras me levantaba rápidamente.
—Creo que sí-si —respondió, mientras se sentaba, con la voz temblorosa y se veia que estaba por llorar.
—Lo lamento, tranquilo —solté una ligera carcajada—. Gracias por eso, pero vamos rápido que Nath ya viene y no se qué decirle ahora que ambos nos descubrieron observándolos —expliqué extendiendole la mano para ayudarlo a levantar.
Tomó mi mano y se levantó.
—Estoy bien sólo que me dolió un poco —aclaró y ambos salimos a toda velocidad al cuarto antes de que Nath entrara a la casa.
Al llegar ahí nos quedamos parados improvisando que arreglabamos el cuarto.
Nath entró a toda velocidad.
—¡Chicos! —exclamó.
—Hola Nath, hmm… ¿Qué hay? —mascullé—. ¿Cómo te fue?
—¡Los amo! —dijo, muy emocionado, se acercó a mí dándome un fuerte abrazo, cargándome con todas sus fuerzas y sacudiéndome—. ¡Eres el mejor, Emi! —me empezó a besar repetidamente en la frente de la emoción que sentía en ese momento.
—¡Hey, hey! ¡Calmado! —trataba de alejar la cara de él ya que me estaba llenando de saliva y me hacía muchas cosquillas—. ¡Ya, me estás babeando! —solté una carcajada.
Me soltó.
—¡Lo siento es que estoy muy, pero muy feliz! —exclamó con la voz temblorosa y limpiándose los ojos con las manos.
—¿Qué pasó Nath? —preguntó Yael con emoción—. ¿Qué fue lo que te puso muy feliz?
—¡Tú igual eres el mejor amigo! —le respondió y fué corriendo hacia él con los brazos abiertos.
—¡No, a mi no! —replicó retrocediendo de Nath con una carcajada.
—¡Claro que sí! ¡No escaparas!
Yael cruzó de un lado a otro de la cama del cuarto tratando de evitar ser alcanzado por Nath pero fue inútil, lo atrapó.
—¡Gracias, gracias! ¡Te quiero amigo! —exclamó Nath abrazandolo y dándole vuelta junto a un beso en la frente.
—¡Oye, a mí no! —replicó Yael, riéndose—. No hagas eso, se siente raro y además me babeas.
—¡Ay, está bien! ¡Qué insensibles son! —gruñó cruzando los brazos.
—Lo sentimos Nath, es que se nos hace muy raro cuando nos demuestras cariño.
—Es que me siento muy feliz.
—Ya lo vimos, y nos hace feliz a nosotros también —Yael se acercó a Nath mientras él estaba de espaldas y lo abrazó.
—¿Y esto por qué?
—¿No que querías un abrazo?
—Pero ahora ya no quiero —explicó Nath frunciendo el entrecejo, pero segundos después sonrió.
Solté una ligera carcajada al verlos.
Estaba igual de emocionado y muy feliz al ver a Nath contento, no hay sensación más emocionante y gratificante que ver a tus amigos y las personas que quieres estár felices.
—Emi, me dijo Pau que de verdad hablaste con ella —dijo Nath, ya calmado de la emoción.
—Me imagino que te explicó todo…
—Sí me dijo, y qué vergüenza —soltó una ligera carcajada—. Hice todo ese llanto por nada.
—¿Qué te dijo, Nath? —preguntó Yael mientras se sentaba en la cama.
—Toda la verdad; que si soy yo… ¡Si le gusto a mi Crush! No Lo puedo creer.
—¿En serio? y nosotros no podemos creer que no te hayas dado cuenta desde el principio, te lo dijimos muchas veces.
—Lo sé, qué pena conmigo… estuve llorando por una niña, eso sí fue vergonzoso. No me hagan caso.
—Eso no tiene nada de malo, pero que bueno que ya sabes que le gustas y que ambos se hayan dicho lo mismo.
—¿Le diste su regalo? —preguntó Yael.
—Ay chicos, ustedes vieron todo no se hagan —Nath comenzó a reír—. Los vimos Pau y yo desde ahí en todo este tiempo.
Aclaré la garganta volteandome al otro lado, pues de nada sirvió finjir, era obvio que sabía que estábamos observándolos.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...