Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

85. Eres El Mejor Amigo... ¡Te Quiero!

Y de nuevo, era más de la medianoche cuando me despertó Nath con sus gritos. Estaba teniendo pesadillas, como la aquella vez. 

Me levanté de la cama para ir hacía la suya.

—Nath, despierta, tranquilo —lo empecé a sacudir suavemente por el brazo, tratando de despertarlo. Pero por más que lo intente varias vaces él no lograba despertar—. ¡Nath, estás soñando, despierta!

—¡Ahh! —despertó y se sentó rápidamente—. ¡Emi! —estaba agitado y aterrado.

—Hey, ya tranquilo, sólo fué un sueño.

—Si… si, está bien —respondió, nervioso asintiendo con la cabeza, estaba temblando del miedo. Se me quedó mirando un instante y ya al sentirse algo tranquilo se acostó de nuevo.

—¿Ya... todo bien? 

—Sí, ya estoy bien, gracias—respondió con un ligero suspiro.

Al verlo acostarse nuevamente fuí de regreso a mi cama. Sin embargo me quedé por un largo rato observándolo, él aún estaba despierto, por ratos volteaba a verme, podia verlo por la luz de la ventana que daba hacia la cama de Nath y entre la oscuridad se podía ver claramente. Pero él tal vez pensaba que yo estaba durmiendo.

Se levantó de su cama sigilosamente observandome si no lo veía. 

Tendió la sabana de su cama e iba a dónde estaban sus cosas.

—¿Qué tienes, Nath? —le pregunté mientras me sentaba en la cama.

Al escucharme saltó del susto.

—¡Emi!... pensé que estabas durmiendo.

—No, aún no. Desde hace rato no he podido dormir. Y tú… ¿Que tienes?

—Nada, sólo buscaba algo —abrió su mochila y sacó algo de ropa.

Me levanté de la cama para ir hacía él pero me resbalé con algo y terminé sentándome nuevamente, el piso estaba mojado.

—¿Agua? ¿De dónde? —pregunté, sorprendido—. Puede ser que entró la lluvia por la ventana... —miré hacía allá pero no estaba lloviendo

—Emi, no es eso, es qué… —le temblaba la voz, estaba nervioso.

—¿Derramaste el agua de la mesa? —observé hacia allá para saber si estaba el botellón de agua que dejó en una mesa de mí cuarto. Pero estaba ahí, completamente lleno.

—No, no es eso… es que…

Me levanté y fuí a encender la luz.

Al encenderla, Nath estaba parado a un lado de mí, tenía el pantalón de la pijama mojada.

—… Emi, lo… lo siento... —dijo Nath, entre murmullos triste bajando la mirada—. Mojé la cama...

—Oh… am… está bien —me tomó por sorpresa que no sabía qué decir—. Nath tranquilo no pasa nada. Ve a cambiarte.

Nath se quedó callado, estaba triste y apenado. Yo estaba sorprendido y confundido, no había pasado algo así antes, no sé qué habrá pasado, o por qué. 

Nath se fué a cambiar al baño, fuí por algo para secar el piso a la cocina en lo que Nath salía del baño y luego regresé al cuarto.

Ya cuándo él volvió ya había puesto algo para que se secara el piso. 

—Emi, lo siento no quería que esto pase —dijo con la voz temblorosa, nervioso.

—Ya te dije que no pasa nada, accidentes son accidentes. Quédate conmigo pues tu cama está húmeda y no puedes dormir ahí.