III. Tercera Parte

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A la mañana siguiente ya listos para ir a nuestras casas. Íbamos camino hacia allá cuando de repente escuche a una persona que estaba platicando con otra acerca de algo que los perseguía anoche y recordé lo que pasó.

─¡Chicos, chicos! ¿Escucharon eso? ─pregunté.

─¡No!, ¿qué pasó?.

─Esa persona que está ahí estaba diciéndole a la otra que algo los perseguía anoche ─respondí─. Como a ti Nath... ahora ya sabemos que no era tu imaginación.

─¿De verdad? ─preguntó Nathan asombrado.

─¿Y si esta noche averiguamos que será? ─respondí emocionado porque siempre ha gustado todo lo que sea misterio y si es una nueva aventura pienso que sería genial.

─¿Es un chiste verdad Emi? ─preguntó Yael

─¡Sí, de verdad!.

─Por mí está bien ─respondió Nathan.

Todos regresamos a nuestras casas para nuestra labor del día. Ya en la noche fuimos los tres de paso por ese lugar, estaba oscuro y el ambiente era frío y escalofriante.

─Yael trajiste tu teléfono ¿verdad? ─pregunté.

─Si aquí está.

─Yo traje comida por si nos da hambre, podemos ir a mi casa que está aquí frente, solo que hay que dar la vuelta pues la entrada está del otro lado, ahí tengo una ventana detrás de la casa que da justamente en frente del callejón y ahí podremos ver qué pasa ─dijo Nath.

Caminamos a casa de Nathan y desde la ventana de su cuarto se podría ver lo que había en ese lugar.

Ya estaba pasando casi las 11 de la noche, lo bueno que pedimos permiso de nuevo para quedarnos pero ahora en casa de Nath.

Estábamos casi por dormirnos del aburrimiento de estar observando la calle cuando desde ahí observamos a una persona pasando por el callejón y de ahí algo estaba detrás.

─¡Ring! ─sonó el teléfono de Yael, y por el sonido saltamos del susto.

─¡Yael apaga esa cosa! ─exclamó Nath ─. Ya nos dio un buen susto.

─Disculpen ─respondió Yael riendo.

Nos pusimos a observar de nuevo pero nada pasó, perdimos de vista lo que estaba pasando hace rato en que sonó el teléfono.

No pasó más de 20 minutos cuando otra persona estaba pasando por ahí y una sombra oscura se asomó detrás de la persona, y observamos que esta al darse cuenta salió corriendo del miedo. Igual nosotros cerramos la ventana del susto y ya no quisimos seguir observando.

─Oigan ¿Qué creen que haya sido eso? ─pregunté asustado.

─No lo sé, me dio miedo ─respondió Nath

Al voltear me percaté que Yael no estaba con nosotros.

─ ¡Nath! ¿Y Yael? ─pregunte asombrado.

─¡Aquí estoy! ─exclamó Yael detrás del armario.

─¿Qué haces ahí? ¿No me digas que tienes mucho miedo?.

─No, no mucho ─respondió temblando y titubeando.

─Ya, tranquilízate... dejemos esto así por ahora, luego seguimos viendo ─me levante para ir por Yael tratar de calmarlo pues se veía muy asustado.

Dejamos todo y nos fuimos a jugar videojuegos para pasar el susto, ya a la mañana siguiente que era domingo nos regresamos a nuestras a casas para que en la tarde salgamos a jugar un partido de fut en la calle.

Paso la mañana y después de terminar nuestras cosas salimos a jugar, todo iba bien hasta que a Yael se le fue la pelota hacia el callejón oscuro.

─¡Ve por la pelota Yael! ─exclamé─. No temas, no hay nada ahí, lo de anoche tal vez sea algo simple como el aire que movió alguna bolsa y creímos otras cosas.

Yael se quedó pensando y observando aquel lugar, que con el paso de los minutos iba obscureciendo poco a poco.

─¡Déjalo! Yo voy ─Nath se dirigió hacia allá en busca de la pelota.

─Yo voy Nath, ya me di cuenta que soy muy miedoso a cosas pequeñas y esta vez quiero hacerlo ─respondió Yael dispuesto en camino hacia el lugar.

─¡Muy bien Yael! ─exclamé.

Pasaron unos pocos segundos cuando escuchamos el grito de Yael.

─¡Chicos, ayúdenme!.

Nath y yo nos dirigimos corriendo hacia donde estaba Yael y al llegar nos percatamos de una sombra enorme frente a Yael que tenía a nuestro amigo sentado en un costado del enorme bote de basura.

Estábamos congelados del miedo, Nath fue hacia donde estaba Yael para ayudarlo y tranquilizarlo.

Estaba a punto de gritar del miedo cuando la sombra salió del callejón oscuro hacia nosotros pero para nuestra gran sorpresa, era ni más ni menos que un perrito que tenía atorado una enorme bolsa negra de basura y llevaba viviendo en el callejón durante meses sin que las personas se dieran cuenta al ser un callejón oscuro hasta de día. Estaba solo y hambriento y cuando veía pasar a alguien se le acercaba a pedir comida pero todos huían del miedo.

Al ver lo que era soltamos una carcajada por semejante broma que nos había jugado el perrito.

─¡Ya vieron, ahí está su fantasma! ─exclamé mientras me reía a carcajadas de lo sucedido.

─¡Qué pena! Menos mal que sólo nosotros estábamos viendo esto ─respondió Nath mientras ayudaba a levantar a Yael de donde estaba sentado.

─Si, ya me di cuenta. Al menos ya descubrimos este misterio ─comentó Yael limpiándose la ropa.

─¿Aun tienes miedo Yael? ─pregunté─. Ya vez que era algo con una explicación.

─Ya ni me digas Emi, tenía ganas de ir al baño pero creo que ahora ya no ─soltó una carcajada─. Pero el que tenía miedo era Nath, a él estaban persiguiendo el día que nos aventó la bicicleta encima.

─Vean esto por el lado bueno, si no hubiera sido por el perrito no nos hubiéramos conocido aquel día y todos estos días de diversión no sería posible ─comenté feliz mientras tomaba del hombro a ambos─. Igual el pelotazo tuyo Yael.

─¡Cierto!

─Tengo una idea, ¿Y si adoptamos entre los tres a este perrito para que tenga un hogar y comida, bueno tres hogares y triple comida? ─preguntó Nath emocionado.

─¡Si, me gusta la idea!

─Igual a mi ─respondí.

Hablamos con nuestros padres para pedir permiso de quedarnos con el perrito y para nuestra fortuna todos accedieron pero que era una gran responsabilidad el tenerlo y teníamos que aceptarla, sin problema nos quedamos con él y como Nath era nuestro punto de reunión decidimos que viviría con él y entre los tres lo cuidaríamos y alimentaríamos, y así ha sido hasta ahora.

Juntos decidimos nombrarlo como "Yaemith" uniendo algunas letras de nuestros nombres como símbolo de nuestra amistad. Gracias a él los chicos y yo pudimos conocernos y desde aquel día nos convertiríamos en grandes amigos, y junto a Yaemith pasaríamos por muchas aventuras juntos.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora