Nath al darse cuenta que lo vimos se sorprendió al punto de saltar sólo al vernos. Tenía agarrado la caja de su proyecto de ciencias.—¿Que haces Nath?
—¡Nada! —exclamó con una finjida sonrisa, guardó rápidamente la caja detrás de él y entró al cuarto rápidamente.
Cuando llegamos a la puerta Nathan ya había puesto a un lado sus cosas, estaba yendo a prender el ventilador que estaba en el buró y luego fué directo a mi cama a acostarse.
Ivanna al entrar fué a sentarse a la cama junto a Nath para esperar a que Yael saliera del baño.
—Pensé que estabas haciendo tus tareas, Nath.
—Sí, ya las terminé antes de venir… ¿Porqué?
—Como ví que estabas con tu proyecto en el pasillo, ¿Dónde fuiste?
—Fuí al baño.
—Pero… Si Yael está en el baño desde hace rato —le dije, confundido.
—Ah, si pero… yo estaba hace rato y luego el entró —respondió, nervioso.
—¿Será que ya habrá terminado de secar su ropa? Ya está Ivanna aquí.
—Tal vez, pero no creo que tarde mucho en salir, ya verás, eso te lo aseguro —Nath soltó una ligera carcajada y sonriendo de una manera maliciosa.
—No sé porqué pero siento que algo estás tramando —le dije al observarlo, su sonrisa no era por algo bueno—. ¿Que hiciste, Nath?
—Nada, Emi.
—Claro que sí —le dijo Ivanna—. Conozco ese tipo de sonrisa.
—¡Aaaah! —escuchamos un grito que vino desde el baño. Fuí corriendo hacía la puerta—. ¡Emi, ayúdame, sácame de aquí por favor! —Yael gritaba aterrorizado golpeando la puerta con fuerza.
—¡¿Que pasa Yael?! ¿Qué tienes? —traté de abrir la puerta pero tenía seguro—. ¡Abre, le tienes puesto seguro por dentro!
—¡Sácame de aquí! —gritaba y forcejeaba la puerta hasta que logró abrirla y salió corriendo del baño, estaba semidesnudo, sólo tenía su ropa interior.
—¿Qué te pasa, porqué gritas?
—Emí, en el baño hay muchos bichos y cucarachas horribles, ya estaba por vestirme y salieron de la nada —respondió escondido detrás de mí. Me acerqué al baño y si, a un lado del cesto de ropa estaba lleno de insectos. Y fué ahí cuando entendí lo que estaba pasando.
—Espera voy por una escoba para quitarlos de ahí.
—Sí, son muchos y mi ropa se quedó ahí dentro.
—Espera... —entré al baño y agarré su ropa que estaba en el lavamanos ya totalmente seco—. ¡Toma! Ahora iré por las cosas para sacar a esos insectos de ahí porque si mi mamá los ve, gritara también y más peor.
—Me cambiaré en tu cuarto —comentó Yael, tomó su ropa y entró corriéndo.
—¿Qué? ¡Yael espera, no entres, ahí está…!
Cuando entré corriendo detrás de él estaba parado, sorprendido.
—¡Hola Yael! —le dijo Ivanna sonrojada al verlo en ropa interior—. Me encanta tu boxer de Thor —soltó una ligera carcajada. Y efectivamente la ropa interior de Yael tenía dibujos de Thor y los vengadores—. ¡Solo cuidado a dónde apuntas ese martillo poderoso! —comentó Ivanna tapándose la cara de la pena.
—Ho… hola —respondió Yael, nervioso. Se quedó totalmente rojo de pies a cabeza al escuchar a Ivanna decirle eso, rápidamente se tapó la entrepierna con la ropa que tenia agarrado y fué a pararse a un lado de la pared. Nath estaba riendo a carcajadas. Yo estaba parado en la puerta casi a punto de reir pero me aguanté ya que para Yael era un momento incomodo y estaba muy apenado.
—¡Nath, no es nada gracioso! —le dije pero él seguía riendo.
—¿Qué te pasó, porque gritabas? —le preguntó Ivanna con los ojos tapados. Él estaba apenado parado a un lado de la pared mirándome.
—Es que hay insectos, y cucarachas en el baño… llegaron "mágicamente ahí" —le respondí sarcásticamente, disgustado mirando a Nath —. Necesito que "alguien" venga a sacarlas de ahí.
—Yo voy —sugirió Ivanna levantándose de la cama y yendo hacía el baño.
—¡Yael, vístete y tú Nath ven conmigo! —les dije, Nath se levantó de la cama y vino hacía nosotros.
Yael al ver que Ivanna salió del cuarto se puso rápidamente el pantalón y su playera. Yo me acerqué con ella para ver qué haría para sacar a los insectos del baño, Nath sólo estaba parado observando.
—¡Nathan, tráeme el recogedor y la escoba que está detrás de la puerta! —le sugerí, estaba algo enojado por lo que hizo. Fuí a buscar la caja de cartón con las cosas de Nath para meter a los insectos de su proyecto.
Ivanna era muy valiente, tomaba a los grillos y uno que otro insecto con la mano yo estaba parado detrás de ella observando haciendo muecas de asco.
—Listo, es es el que faltaba —dijo Ivanna al meter al último grillo a la caja.
Mirábamos alrededor del baño en busca de alguno que se nos haya escapado y no hayamos visto. Y si, faltaba una cucharada que estaba metida en la bañera.
—No lo creo, mira Ivanna... ahí está ese mounstruo horrible —le dije acercándome poco a poco sigilosamente a la bañera.
—¡Boo! —exclamó Nath golpeandome la espalda en modo de broma—. Aquí está el recogedor.
—¡Ah, Nathan! No es momento de tus juegos —le respondí, enojado.
—Esperen, la atraparé con el recogedor —sugirió Ivanna yendo hacia allá.
Tomó el recojedor y trató de atraparla pero fué en vano, aquél insecto se escabullía fácilmente.
—¿Y si le hablas a tu mamá para que venga a sacarla? —preguntó Nath.
—Ustedes son los hombres aquí, ¿Porqué no me ayudan a sacarla? —preguntó Ivanna soltando una ligera carcajada.
—No, es que es grande y horrible.
—Yo no tengo como agarrarla, no traje guantes —dijo Nath.
—Par de nenitas tenían que ser —añadió Ivanna.
—¿Quieres que vaya por alguien que nos ayude? —le sugerí mientras iba hacía la puerta.
—¡No, déjalo… yo puedo sola! —Ivanna intentó nuevamente atraparla con el recogedor pero la cucaracha alzó vuelo haciéndonos gritar a los tres y salimos corriendo del baño como una estampida.
Estábamos los tres corriendo por el pasillo, pues la cucaracha nos estaba persiguiendo. Pensábamos que sería fácil deshacernos de ella pero no era así, éramos nosotros contra el insecto… ¿Que podría pasar? ¿Cómo podríamos salir de esto?, Eran las preguntas que nos hacíamos en ese momento.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...