Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

3. La Sorpresa

Yael se fue primero, terminé de hablar con Nath y regresé a mi casa.

Llegó la tarde y me preparaba para salir con los chicos al parque con Yaemith quien esa tarde se quedó en mi casa para que lo cuide.

Fui a casa de Yael  y ya estaba listo para salir así que ambos pasamos a casa de Nath.

—Emi, ¿de qué estaban hablando con Nath hace rato? —preguntó Yael—. Están actuando raro.

—Nada Yael solo estábamos  hablando de unas tareas —respondí.

—¿Estás seguro? Te noto nervioso ¿Me esconden algo?.

—No, todo está bien.

Pasamos a buscar a Nath y como siempre estábamos toda la tarde en el parque.

Al día siguiente, Yael me llamó temprano para ver si estaba en casa, y así viniera a buscar a Yaemith para llevárselo con él, pues los sábados le toca cuidarlo pero estaba en casa ayudando a mi mamá a cocinar algo que era sorpresa. Y tuve que inventarle una excusa para que yo le llevara a nuestro perrito a su casa.

Llegó la hora que le dije a Yael y llevé a Yaemith a su casa, pase hasta su cuarto donde estaba acostado leyendo sus comics que le gusta coleccionar.

—Hola Emi—dijo Yael con voz cortante y una actitud diferente a lo normal.

—¿Estás bien? —pregunté en lo que iba a sentarme en la cama.

Al acercarme a él pude ver que tenía los ojos rojos, me preocupé porque es raro ver llorar a Yael, él es un chico alegre, pero ese día era obvio lo que estaba pasando, sospechaba algo de que estabamos planeando pero estaba pensando mal.

—Aquí está Yaemith —deje pasar a nuestra mascota al cuarto de Yael —. Yael van a dar las 2 de la tarde, anda a bañarte te espero, porque vamos a ir a un lugar de paseo.

—Vayan ustedes, yo no tengo ganas de ir a ningún lado  —respondió, con un tono desanimado.

Hice de todo por convencerlo para que vaya, no fue fácil pero lo logre convencer.

Yael fue a bañarse y a vestirse mientras lo esperaba junto a su mamá en la sala.

Al cabo de un rato bajo de su cuarto. Su mamá nos llevó en coche hasta la plaza de la ciudad donde estaban todos los demás esperando en el salón de juegos que hay ahí.

—¿Qué hacemos aquí Emi? —preguntó Yael, desconcertado.

—Espera y verás —respondí.

Llegamos al salón de juegos y…

—¡SORPRESA! —todos saltaron desde atrás de las sillas del lugar con globos y confeti.

—¡Feliz cumpleaños Yael! —exclamé emocionado abrazando a Yael.

—¿Qué es esto? —respondió Yael, emocionado—. ¡Gracias!

—¡Feliz cumpleaños! —exclamó Nath, acercándose con el pastel de cumpleaños que mi mamá estaba haciendo en la mañana y no queríamos que él lo viera.

—¿Con que de esto se trataba? Es lo que andaban hablando ayer y no me dijeron.

—Sí, le dije a Emi que me ayudara con el pastel y que le dijera a tus compañeros de la escuela para que vinieran hoy —comentó Nath mirándome.

—¡Lo siento en verdad Yael! No podía decirte nada para que la sorpresa saliera bien —respondí—. No tienes idea de cómo me dolió verte triste hace un rato, si derramabas una lagrima más en frente de mi terminaría revelándote todo pero tuve que contenerme.

—Lo siento también, creí que ya no querían jugar conmigo o algo mas —dijo Yael—. Pensaba que también se les había olvidado mi cumpleaños.

—¡Claro que no! ¡Ya olvídalo!, ven vamos a partir el pastel que tus demás compañeros esperan dentro del salón —comentó Nath mientras ayudaba a cargar las demás cosas que traíamos.

Pasamos toda la tarde en el salón de juegos, Yael estaba súper feliz por la sorpresa.