111. La Fogata

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Al fin estábamos todos reunidos, nos sentamos juntos a la fogata. Comenzamos a platicar de varias cosas mientras comíamos las palomitas acarameladas que mi mamá y Paula habían hecho. Luego de un rato de platica empezamos a contar muchas historias, muchas de ellas divertidas.

—Primo, ¿A qué hora comemos los malvaviscos? —me preguntó Roger con emoción acercándose a mi lado junto a Ximena.

—El de los malvaviscos es Yael —le respondí con una ligera carcajada—. Ve con él y dile que los busque —le sugerí y mi primo junto a Ximena fueron hacía Yael que estaba sentado en el tronco frente a mí, justo entre mi mamá y de Pau.

—Oye Yael dice mi primo Emi que si ya puedes sacar los malvaviscos —le dijo Roger a Yael con fingida sonrisa.

Yael volteó a verme y asentí con la cabeza.

—Si, claro que sí ahorita los busco —Yael sacó de entre la cosas la bolsa de malvaviscos, los repartimos y los empezamos a asar en la fogata como quería mi primo para luego comerlos mientras escuchábamos las cosas que nos decían mis tíos, quienes nos contaban tantas historias interesantes. Por ratos miraba a mis amigos, estaban muy felices pasando un momento genial.

—Yo ya no quiero más dulces —me dijo Nath, quién estaba sentado junto a mi, dejando a un lado un malvavisco que no terminó de comer.

—Ni yo, estoy súper lleno.

En eso llegó el momento de que mi papá nos empezara a contar alguna historia. Comenzó con una de misterio de algo que le había pasado, luego una de terror. Miré a Yael y estaba un poco nervioso, por ratos se veía asustado pero al vernos a todos con él se calmaba rápidamente, me imagino que se sentía más seguro y más porqué Pau por ratos lo volteaba a ver al igual que mi mamá para asegurarse de que esté bien. Pau platicaba por ratos con él, lo tomaba de la mano al ver que se ponía nervioso. Sin embargo cada vez que eso pasaba Nath no quitaba la miraba de ambos.

Un rato después Yael se levantó para venir a beber un poco de agua que estaba a un lado de nosotros. Nath al verlo fuera de su lugar rápidamente fue a sentarse junto Pau. Ya cuándo Yael decidió regresar a su lugar se dió cuenta que Nath se lo había ocupado.

—Ven aquí a sentarte conmigo, ya que Nath se fue a tu lugar —le sugerí con una ligera carcajada.

—Ya me imagino porqué —me respondió mirando a Nath quién en ese momento platicaba con Pau.

—O también puedes venir a sentarte aquí con nosotros —le sugirió Ximena emocionada sentada junto a mi primo Roger.

—Gracias Xime, pero aquí estoy bien —le respondió Yael y se sentó a mi lado. Seguimos con la plática y con las historias de mi papá, ahora con unas más graciosas.

Las horas pasaron entre risas y diversión.

Ya más tarde mis papás y tíos comenzaban a levantar todo.

—Hijo, ¿Qué harán? ¿Se quedarán a pasar la noche en la tienda de campaña o vendrán a su cuarto? —preguntó mi mamá mientras levantaba unos platos.

—No sería acampar si no nos quedamos a dormir… ¿O si? —respondí mirando a los chicos.

—Exacto, yo me quedo —dijo Nath, emocionado.

—Hmm… si igual yo —agregó Yael.

—De todos modos los vamos a estár supervisando, si quieren entrar más tarde a la casa estaremos pendientes —añadió mi papá con una sonrisa.

—Mamá, ¿Puedo quedarme con mi primo Emi en su tienda? —le preguntó Roger a mi tía muy emocionado.

—No cariño, tu primo no va estarte vigilando además tú tienes que dormir más temprano.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora