Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

9. Los Chicos Y El Ayuwoki

—¡Mucho gusto Sofy! –contesté a la chica gamer.

Los chicos y yo nos quedamos platicando, un rato después Sofy nos pasó su email para platicar y que nos enseñará a jugar más sobre el videojuego pues hicimos una buena amistad con ella y nos cayó muy bien, tan bien que la verdad no he podido dejar de pensar en ella.

Al día siguiente de la competencia los chicos y yo estábamos  viendo unos vídeos en internet, y accidentalmente llegamos a uno muy extraño, pero no le pusimos atención y cambiamos a otro vídeo. Pasamos un rato más y luego salimos a comprar a la tienda de la esquina de la casa.

Estábamos caminando cuando de repente le llegó un correo a Nath que decía:

“El Ayuwoki vendrá tres días después por haberte unido al reto de internet. No huyas porque aún así te encontrará”.

—¿Qué es esto? —preguntó Nath mientras guardaba su teléfono el bolsillo derecho del pantalón.

—Ha de ser otro de esos típicos juegos de internet —respondí.

—No lo creo, ha de ser algo serio —respondió Yael—. Yo conozco a un compañero que hizo caso omiso y le sucedió cosas extrañas.

Todo quedó ahí aquel día, ninguno de los chicos retomó el tema.

La noche llegó, Yael y Nath se quedaron en mi casa y me ayudaron con unas tareas, después de terminar subimos al cuarto para buscar unas cosas cuando otro correo llegó, Nath dudo mucho en abrirlo pero de todos modos lo hizo. Era un correo desconocido, sin remitente.

“Eliminaste el mensaje, el paso siguiente eres tú”

Nath quedó petrificado del miedo,

—¿Era una broma? —preguntó.

Ya era más de las 11, los chicos se quedaron a dormir en mi casa. Mis papás se fueron a un evento y no llegarían hasta tarde; estábamos solos cuando escuchamos un ruido en la sala de la casa.

Con cuidado bajamos a investigar y de la nada algo oscuro y enorme se atravesó por la puerta.

—¡Mamá, papá nos asustaron! —exclamé. Sudando del miedo que sentía en ese momento.

Era mis padres que habían llegado antes.

—¿Qué pasa? —preguntaron encendiendo las luces—. ¿No deberían estar durmiendo a esta hora?

—Si pero escuchamos un ruido extraño y bajamos a ver qué era.

—Mejor regresen a la cama ya es algo tarde para que están despiertos.

Regresamos a mi cuarto para dormir y a la mañana siguiente desde temprano fuimos camino a casa de Yael junto a Nath. Pasamos por un callejón oscuro cuando escuchamos un ruido.

De repente una figura espectral se asomó y al darnos cuenta los tres salimos huyendo del lugar pero estábamos aterrados y aturdidos y no sabíamos hacia dónde ir.

Yael y yo  nos escondimos entre unos botes de basura y Nath se quedó a medio callejón.

—¡Está detrás de tí! —exclamó Yael.

Nath apenas pudo girar hacia ese lado de la calle cuando dentro de la penumbra más oscura proveniente de aquel callejón algo se acercó hacía donde él se encontraba. Entonces se escuchó un “He he” que anunciaba la llegada de él llamado “Ayuwoki”.

—¡Auxilio! —exclamó Nath tirándose al suelo del miedo y llorando.

De repente el ser extraño se quitó la máscara y era ni más ni menos que Gerardo un compañero del salón de Nath.

—¿Qué fue eso? —pregunté, enojado—. ¿Qué crees que haces? ¡No es divertido!

—¡Mira lo que ocasionaste! —exclamó Yael mientras corríamos hacia Nath.

—¡Ay, era una simple broma! No creí que se espanten en serio —respondió Gerardo.

—Pues ya viste que sí.

Después de unos minutos Nath se tranquilizó y le dijimos todo lo que sucedió.

—Sólo a ti se te ocurren tales bromas de mal gusto —dijo Nath a Gerardo—. ¿Entonces tú me enviaste esos correos?

—Sí. Es que que muchos  hacen ese reto y además ayer en el salón ví que estabas viendo ese vídeo y solo quería darte un pequeño susto por creer en esas cosas —respondió Gerardo arrepentido por hacerle esa broma a Nath.

Después de un rato de plática se arregló todo, y aceptamos las disculpas del compañero de Nath.