Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

156. ¿En Verdad Te Gusta?

En lo que mi prima y Litzy entraban me senté en el sillón cerca de la puerta a esperarlas.

—¡Aww, Yael es demasiado dulce! —le dijo Angie con emoción. Desde la sala podía escuchar lo que decían ambas chicas—, creo que le gustas.

—Si, dulce y empalagante.

—Ay, sé lo que piensas, Litzy. No lo vayas a lastimar por favor —le suplicó Angie con tono de preocupación.

—¿Ya lo sabías? —contraatacó con evidente disgusto.

—Bueno, algo así… me comentó algo hace rato en qué hablé con él. Es un buen chico.

—¡Angie, sabes bien que no me gusta estos juegos! —replicó, enojada—. ¡Ni se te ocurra pedirme que le siga la corriente porqué no lo haré!

—¡Por favor… tampoco lo tomes a mal, es sólo un niño! Hasta puede ser que tú seas su primer amor… ¿es difícil entenderlo?

—Está bien, pero sabes que no me gusta tener noviecitos.

—¡No es tu noviecito, creo que solo tiene 12 años! —explicó Angie, disgustada.

—Tú lo has estado viendo, cómo se comporta conmigo desde hace rato, no me agrada mucho los niños fastidiosos.

—¡Por favor Litzy! ¡Él no es fastidioso y menos un niño pequeño! Para fastidiosos tu hermanito, él en verdad lo es.

—Esta bien, no me referia a ese tipo de fastidioso si no porqué está pendiente en todo y ahora hasta se sienta casi encima de mi —explicó ella con más suavidad—. Todo esto es sólo por haberlo salvado.

—Por lo mismo te admira más. Es como a cualquiera a quien le hayas hecho un favor. Además si estuviera enamorado de ti no tiene nada de malo… ¿a poco tú nunca tuviste un amor cuando eras niña?

—Pero este no es el caso —replicó litzy dando un pequeño gruñido—. ¿Por qué todo para tí tiene que ser perfecto?

—Es que me sorprende tu forma de reaccionar.

 —Estábamos bien hace rato, de un momento cambió. Sabes que no me gusta agradarle a todos y menos recibir tantas muestras de cariño de todo el mundo.

—¿Y qué si es así? —contraatacó Angie con tono de disgusto—. ¿Eso es malo para ti?

—Hmm… bien —respondió poco convencida—. Entonces dime qué puedo hacer para que me deje tranquila y lo haré.

—No se me ocurre nada. Solo se gentil con él, no vamos a estar mucho tiempo aquí. Al menos préstale atención a lo que te diga, no seas mala. Hasta yo quisiera a alguien como Yael; que sea atento conmigo.

—Lo intentaré pero como te dije no le voy a seguír el juego —aceptó, decidida—. Me agrada tu primo y los demás pero ya no me gusta lo que está pasando con este otro niño, tampoco te voy a negar que me agrada porque si, es dulce y lindo, sin embargo eso no va conmigo. 

—Eres demasiado dura con ese tema, amiga —señaló Angie con una ligera carcajada—. Deberías tratar de aceptar cosas así, con cariño.

—Ya, bien… Si esto es sólo por haberlo salvado está bien, acepto su agradecimiento pero nada más.

—¡No seas una exagerada, Litzy. Ni que fuera algo terrible! —soltó un suspiro.

Ambas chicas entraron a la casa de nuevo.

Con lo que había escuchado la preocupación por Yael comenzó a darme mucho en qué pensar; de alguna forma tendría que decirle lo que había escuchado de Litzy o al menos hacerle ver que no era buena idea su comportamiento con ella, pues ahora ya sabía que era poco afectiva.