75. Es Algo Que Queremos Saber

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Después que entré a mi cuarto mi mamá entró detrás de mí.

—¿Que haces, hijo? —preguntó con una sonrisa desde la puerta mientras yo estaba levantando las demás cosas que me faltaban.

—Es que quería sacar éstas cosas para regalar, aquí ya no me sirven y sólo están guardadas ahí.

—Que bien, osea, ¿Vas a regalar esos juguetes? 

—Hmm… juguetes suena muy de niños pequeños, suena mejor "pertenencias materiales" —solté una ligera carcajada.

—Bueno, "pertenencias materiales" —dijo sarcásticamente—. Hijo quería hablar sobre lo de la mañana.

—Ah, lo de los perritos… no te preocupes, ya comprendí lo que me dijiste.

—Lo siento, amor. Pero como te dije aún no están listos para tener una responsabilidad de ese tipo, y nosotros menos. Además todavía falta para que hayan los cachorros.

—Sí, mamá. Lo sé, me sentía triste pero ya se me pasó.

—¿Qué te dijeron Yael y Nath? —preguntó mientras nos sentabamos en la cama.

—A Yael no le dieron permiso, a Nath al principio sí, pero luego dijo su mamá que ya no, porque le fué mal con sus calificaciones.

—Ya que me lo recuerdas… ¿Tú sabes que tiene Nath? —preguntó, confundida—. Su mamá está muy preocupada y asombrada por lo de sus calificaciones, él tiene excelentes notas pero está vez estuvieron muy bajas.

—No lo sé, mamá. Ya le preguntamos sobre eso, pero sigue insistiendo que está bien.

—El sábado estaba hablando con ella e igual estaba preocupada por lo que le pasó el viernes pasado, Nath no es de enfermarse de esa manera. Y le ha estado pasando una qué otra cosa más, pero eso no es necesario que te diga.

—Pues si, es algo que quisiéramos saber también nosotros —le respondí soltando un ligero suspiro—. ¿Qué más te dijo su mamá? ¿Qué le pasa a Nath? —le pregunté preocupado. 

—Eso no te lo puedo decir, es algo que me comentó su mamá. Pero no es nada malo, hasta cierto punto, no te preocupes —respondió acariciándome el cabello—. Bueno, te dejo para que termines de arreglar tu cuarto, y no tardes porqué vamos a cenar.

Mi mamá salió del cuarto y yo me quedé a seguír acomodando la cosas, ya cuándo terminé bajé a cenar.

Cuando terminé subí a mi cuarto de nuevo para hacer una tarea pendiente de la escuela y ya después fuí a darme un baño para luego acostarme a dormir.

Al día siguiente a la hora del recreo, desayunaba con los chicos.

—Nath, ¿Que te dijo tu papá ayer, por lo de tus calificaciones?

—Me regañaron feo, mi mamá quería castigarme pero después de todo no lo hizo —respondió, triste—. Osea que me salvé de eso —sonrió.

—Qué mal, Nath —dijo Yael—. Pero qué bueno que no te castigaron.

—Sí, así que debes hacer todas tus tareas y cumplir en clases para que no vuelvas a bajar en tus calificaciones.

—Ya sé, Emi.

Tocaron el timbre de regreso a clases, y nos disponíamos a ir a nuestros salones.

—Chicos, hoy no me esperen a la salida —sugirió Yael, mientras llevaba su basura a los botes que habían cerca de nosotros—. Es que hoy tengo tareas de investigación, e iré a la biblioteca a hacerlas saliendo de la escuela.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora