140. Una Simple Lección

162 16 41
                                    


Nath y yo llegamos a la cocina, ahí estaba Ximena sentada en la mesa comiendo sus galletas. 

—¡Emi, hermano siento mucho lo que pasó! —dijo al vernos llegar—. No sé por qué lo hice.

—No me digas nada, no quiero hablar contigo —repliqué, disgustado.

—Emi, en verdad…

—No quiero saberlo —interrumpí—. Ahora sí te pasaste con eso.

—Pero es que yo no quería meterte en problemas, te lo juro.

—¡No me jures nada, y ya no quiero hablar contigo!

—Hermano, por favor escúchame… —insistió con un gesto de tristeza.

—¡Que no quiere hablar contigo Ximena! —le dijo Nath, enojado—. ¿No escuchaste?

—¡Nath estoy hablando con mi hermano!

—No me importa, tienes que saber que estuvo mal lo que hiciste.

—¡Qué no estoy hablando contigo! —aclaró, disgustada.

—¡Pero yo contigo si! —replicó Nath—. ¡Solo quiero decirte que no vuelvas a meter en problemas a mi amigo o te lo verás conmigo!

—Hmm… ¿O qué? —advirtió con tono de provocación—. Además, él se metió en problemas solo.

Nath frunció el entrecejo, enojado y soltando un gruñido.

—Cálmate Nath, déjalo así —le dije al verlo reaccionar de esa manera y por empezar a discutir en serio.

—¡No Emi! —replicó mirándome con un gesto de disgusto—. ¡Y ya te lo dije; no vuelvas a molestar a mi amigo! —le reiteró a Ximena dirigiéndole la mirada nuevamente—. ¡Porqué yo si puedo…! 

—¿Qué me harás? —interrumpió—. No te atreverías.

—¡Claro que sí! —Nath se acercó a Ximena, furioso y le quitó la caja de galletas que estaba comiendo—. ¡No mereces estas galletas!

—¡Dame eso! —ordenó Ximena, enojada—. ¡Yo no me estoy metiendo contigo!

—Pero yo si, por tu culpa regañaron a Emi y le pegaron —respondió—. Así que no te doy nada.

—¿Otra vez con lo mismo Nath? —le pregunté por su insistencia.

Nath volteó a verme frunciendo el entrecejo.

—¡Dámelo, no estoy jugando! —insistió Ximena, se levantó de la silla y se acercó a Nath. 

—¡Yo menos y no te voy a dar nada!

—Ya dáselo Nath, ya con eso. Gracias —le dije al verlo decidido a seguir discutiendo con Ximena, antes de que él la haga llorar y ahora sí me regañen de verdad.

—¡No Emi, no le doy nada! —gruñó y miró a Ximena, furioso.

—¡Que me lo des! —exclamó e intentó quitarle las galletas pero Nath alzó la caja y ella ya no pudo llegar. 

Ximena saltaba tratando de alcanzarlas pero le era muy difícil.

—¡Dámelas Nathan! 

—¡Que no, ya te dije que no te doy nada!

—¡Emi!

—No sé nada —respondí—. Nath, dáselas… que se quede así, mejor vamos con los chicos.

—¡No Emi! No se las voy a dar, en ese caso me llevo las galletas conmigo. 

—¡Agh! —gruñó Ximena, furiosa lanzandole una patada en el pie a Nath seguido de un puñetazo en el brazo. Él al estár aturdido y adolorido se distrajo y ella le logró arrebatar la caja de galletas.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora

Ha ocurrido un error. ¡Lo sentimos mucho!