Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

174. ¿Te Acuerdas De Mí?

Era un chico un poco más alto que yo, de cabello medio largo, oscuro, piel clara y ojos cafés claros. 

Me quedé atónito por un instante.

—No me digas que ya te olvidaste de mí —me dijo, sorprendido y me sonrió mientras se acercaba a mí—. ¡Soy Alan!

—¿Alan? 

—Sí, ¿ya no me recuerdas, verdad?

Lo miré fijamente por un instante y lo reconocí, sonreí de inmediato.

—Claro que sí te recuerdo, cómo olvidarte —aclaré con emoción. 

Aquel chico era mi gran amigo, vecino de la casa de mis tíos. Había pasado mucho tiempo que no lo veía y fue tanta la sorpresa al encontrarmelo de nuevo que simplemente me quedé muy sorprendido. Desde hace varios años, siempre que venía a pasar vacaciones con mi familia a este lugar me la pasaba jugando con él, son tantas las cosas que pasábamos juntos que cada vez que llegaban las vacaciones mi única emoción de venir a la casa del lago era por Alan. Sin embargo, desde que conocí a los chicos y más en que en esta ocasión los traje conmigo todo eso pasó desapercibido, en todos estos días me había distraído con ellos y a él terriblemente lo olvidé por completo, y eso que mi mamá me lo había recordado la noche anterior.

—¡Qué bueno, porque tu cara mostraba como si hubieras visto a un fantasma! —Alan soltó una pequeña carcajada—, ya ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que te vi.

—Es verdad, ¿cuando tiempo ha pasado? —inquerí dando un leve suspiro. 

—Más de 2 años, la última vez que te vi aún eras muy pequeño, has crecido mucho, Emiliano.

—Tú igual, también te recuerdo más pequeño y con el cabello corto, en ese tiempo yo tenía como 10 y tu ya tenías 12, ¿no?

—Sí, yo ya voy a cumplir 14, te llevo dos años, ¿lo recuerdas?

—Así es, me alegra muchísimo verte nuevamente, Alan, aún sigo sorprendido por esto.

—Si me di cuenta, igual estoy muy feliz de verte. Oye… ¿por qué no habías venido a visitarme desde que estás aquí?

—Es que he estado muy distraído y la verdad no había podido. Y por cierto, lamento haber entrado a esta parte de tu casa sin permiso, vine por mi balón.

—Descuida, y lo mismo digo, también he tenido varios contratiempos…

Platicaba con Alan cuando Nath me empezó a llamar.

—¡Emi! ¡¿Dónde estas?! 

Suponía que ya estaban viendo raro que no había regresado. 

—¡Ya voy, ya tengo el balón! —le respondí en voz alta—. Es cierto… Alan, ¿vienes conmigo? Quiero presentarte a unas personitas.

—Sí, claro —asintió y volteó a ver a su casa—, solo que no puedo tardar.

—Sí, no te preocupes.

Caminé de regreso junto a Alan por la orilla dentro del lago, ya que era la única forma de cruzar por ambos patios pues entre ellos habían unos enormes arbustos.

Llegamos hasta el muelle donde estaban los chicos jugando.

—¿Por qué tardaste, Emi? —me preguntó Yael—. Creo que se dio cuenta tu papá que entraste al otro patio sin permiso.

—Espero que no, me distraje hablando aquí con un amigo.

—¿Quién es? —preguntó Nath, confundido al verlo a mi lado.