94. Ésto Es Por Él

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Después de que Nathan ya estaba listo le servimos su comida a Yaemith antes de salir, luego fuimos camino hasta la puerta de su casa.

—Por cierto chicos, ¿Cómo entraron a mi casa hace rato? —preguntó Nath, confundido mientras caminábamos.

—Dejaste la puerta semi abierta.

—Y cuando nosotros venimos estaba más abierto aún, ¿Verdad Pau? —preguntó Yael.

—Sí, es cierto, por eso me incomodó entrar sin antes hablar, ya estaba cerca de aquí cuando me encontré a Yael, y me dijo que venía a verte también —respondió.

—¡Si mi mamá se entera que no cerré la puerta, me castigarán! —exclamó Nath, nervioso—. Es que entré rápido y no me di cuenta.

—Pues muy mal, Nathan —le dijo Pau—. Yo ya tengo que irme…

—¿No vienes con nosotros? —le preguntó Nath con una expresión de tristeza.

—No puedo, es que tengo mucha tarea y por eso venía a verte para que me ayudaras, pero no te preocupes puedo hacerla sola.

—¿Estás segura? Podemos hacer la tarea juntos si gustas, ya estoy bien.

—No, no te preocupes. Ya me sé la mayor parte de matemáticas gracias a que me has enseñado —le dijo Pau con una sonrisa.

—Menos mal, si hay algo que necesites ayuda te puedo ayudar, lo sabes.

Llegamos a la puerta, Nathan cerró con llave al salir, luego nos dirigimos a mi casa.

—Ya me tengo que ir, ¿seguro que ya estás bien? —le preguntó Pau a Nath al llegar a la esquina.

—Sí, gracias por la ayuda eres muy linda.

—Yael, ven, vamos a la tienda por algo —le sugerí al ver a Nathan hablando con Paula.

—Pero yo no traje dinero, Emi —comentó, confundido.

—¡Ah, tú solo ven! —lo tomé del brazo y lo llevé conmigo.

—¡Esperen chicos, voy con ustedes! —dijo Nath al vernos ir hacia la tienda. Al parecer él no entendió la intención.

—Me dió gusto verte Pau, apenas termine te voy a ver a tu ca… —Nath dudó por un instante—. Mejor te veo luego ¿Si?

—Está bien —respondió, lo tomó de la mano, se acercó, le dió otro beso en la mejilla y sonrió—. ¡Hasta luego, chicos! —nos dijo Pau, se dió la vuelta y comenzó a irse. Nath se quedó parado mirándola. Nos acercamos con él.

—Sí, sí. Ya sé lo que me van a decir —comentó Nath, suspirando

—Hmm… está vez no —le respondí con una sonrisa. 

Entramos a la tienda a comprar algo para comer y luego seguimos nuestro camino a mi casa..

Caminábamos tranquilamente por la calle comiendo unas frituras, pasamos por aquél callejón cerca de la casa y ahí estaban Daniel y al parecer Adam, el compañero de Yael con quién Nath se había peleado. Nath al verlos se quedó parado quedándose detrás de nosotros.

—¿Nath que pasó? —le pregunté, preocupado.

—¡Chicos mejor vamos del otro lado! —sugirió Nath, nervioso.

—¿Ahora porqué? —preguntó Yael.

—Por ellos —le respondí y señale con la mirada hacia dónde estaban ambos chicos—. No te preocupes, Nath, ellos no te harán nada, estoy aquí para defenderte, sabes que no les tengo miedo.

—No, Emi. Mejor vamos del otro lado, hazme caso por favor.

—Nath, ¿Otra vez? No volvamos a lo mismo.

—Sí, no les tengas miedo, no deben hacernos algo, no nos metemos con ellos —le comentó Yael—. Además, fuiste muy valiente al pelear con él.

—Es que ese día estaba solo, y me ganó el coraje por eso lo enfrenté.

—Aunque esté con Daniel tu estás con nosotros, no te preocupes —le comenté para convencerlo y seguir caminando.

—Bueno, está bien —tomó un ligero suspiro.

Caminamos hacia allá para cruzar hasta el otro lado de la calle, ambos chicos estaban en la puerta de una tienda, a lado del callejón. Nath estaba algo asustado de verlos y muy nervioso. Sin embargo ellos al vernos se acercaron hacia nosotros.

—Miren a quién tenemos aquí… —dijo Adam sarcásticamente al vernos—. ¡A las tres nenitas juntas!

Daniel soltó una ligera carcajada.

—¿Cómo está tu frente, Nathan? —le preguntó Adam.

—Bien —le respondió Nath, disgustado.

—¡Con que tú fuiste! —le dije, enojado y me acerqué a él.

—Hmm... Puede ser...

—No creas que se quedará así, no vuelvas a lastimar a Nath o ésta vez  te las verás conmigo… —le respondí, muy enojado.

—Uy, la niña ya tiene quién lo defienda —comentó Adam, sarcásticamente, riendo.

—Emi, vámonos por favor —sugirió Nath, nervioso.

—Sí, váyanse nenitas o puedes irles peor —dijo Daniel, con una sonrisa.

Nath se quedó parado escuchando junto a Yael. 

—No te tengo miedo, Adam. No sé porqué ustedes están molestando a Nath si no les ha hecho nada. No se metan con él.

Adam le dió algo que estaba comiendo a Daniel y se paró frente a mi.

—No creas que puedes decirme qué hacer —Adam me dió un empujón y le devolví uno igual.

—Conmigo no será lo mismo, mejor déjanos en paz —le respondí, muy enojado.

—Eso lo veremos —intentó golpearme con el puño pero pude esquivarlo. Los chicos estaban parados y nerviosos al ver lo que sucedía. Intentó golpearme nuevamente, lo esquivé y le devolví el golpe dándole en la cara. Adam cayó sentando frente a mí.

—Esto fue por lo que le hiciste a Nath —reiteré al verlo sentado agarrándose la cara.

—Uhh, te ganaron —le dijo Daniel a Adam, riéndose.

—¿No harás nada para ayudarme Daniel? —le preguntó Adam mirándolo, disgustado.

—Ese es problema tuyo, no mío —le respondió. Adam se lo quedó mirando—. ¡Esto, esto te saldrá caro, Emi! —me dijo con la voz temblorosa levantándose del piso.

—Emi, ¡No! ¿Qué hiciste? —preguntó Nath, preocupado.

—¿Emi estás bien? —preguntó Yael, nervioso, y ambos se acercaron hacia mí.

—Sí, estoy bien. Tenía que hacerle sentir lo mismo que sientes cuando te molesta y te lastima.

—Pero… Emi, te dije que no compliques más las cosas —me dijo Nath, muy asustado.

—¿Qué estas diciendo, Nathan? Cómo podría complicarlo si solo lo hago para ayudarte…

De pronto la puerta de la tienda se abrió y salió un chico que no había visto antes, se veía mucho mayor a nosotros. Se acercó a donde estábamos. Nath al verlo se puso mucho más nervioso y asustado de lo que estaba.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora