Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

44. ¿Se Declararán su amor?

Pegamos los oídos a la pared para tratar de escuchar mejor.

—Me divierto pláticando contigo, y… hmm... quería decirte que… me gus… —trató de decir Yael pero algo lo interrumpió.

—¡Rayos! —exclamó Nath—. ¡Estubo cerca!

—Nath no hagas ruido —le dije murmurando.

Seguimos escuchando.

—¿Qué me ibas a decir Yael? —preguntó Jelly.

—Lo siento… te iba a decir que… eh… ¡Qué me gusta coleccionar cómics!

—Ah, era eso —escuchamos a Jelly decir.

—¡Hay Yael! —murmuré golpeándome la frente con la palma de la mano.

Estábamos escuchando la conversación cuándo nos interrumpió la mesera para pedirnos la orden.  

—Chicos ¿Qué van a querer? —preguntó abriendo su libreta para apuntar.

—Por ahora nada, gracias —respondí en voz baja.

—Tienen que pedir algo o tendrán que desocupar la mesa.

—Bueno, está bien —no nos quedaba más opción que pedir algo o nos sacarían del lugar.

Pedimos dos helados grandes. Uno para Nath y otro para mí. Un rato después nos lo trajeron hasta nuestra mesa y seguimos escuchando la plática hasta que me dí cuenta que frente a nosotros en la parte de arriba de la pared había un espejo donde podíamos ver lo que hacían los chicos,

—Mira Nath, eso nos puede ayudar más a ver lo qué está pasando con los chicos.

—Es cierto, buena idea —respondió Nath, entusiasmado.

Lo único que temíamos era que ellos nos vean y nos descubran.

Nos pegamos de nuevo a la pared para seguir escuchando y ver qué pasaba entre ellos gracias a dicho espejo del cuál no nos dimos cuenta desde el principio.

Seguían hablando de varias cosas hasta de un momento a otro la plática se convirtió en algo más íntimo. Hablaban sobre ellos.

—Oye Yael… ¿Te gusta alguien? —preguntó Jelly—. ¿O tienes alguna novia?

—No, no tengo y no he tenido novia aún —respondió Yael, su tono de voz cambió, estaba nervioso—. Y si, me gusta alguien.

—¿Y a tí?

—Hmm… sí. Un chico muy lindo con quién me encanta platicar y le gusta los helados —respondió Jelly, suspirando.

Miré a Nath.

—Oye yo creo que estos dos se declararán,  es obvio que habla de él —le dije a Nath quién estaba distraído comiendo su helado—. ¡Nath! ¿Me escuchas? ¡Hey! —dije murmurando.

—¿Ah? —Nath estaba perdido en su helado—. Si, Emi. Qué bien. Oye…¿Te vas a comer tu helado? Se está derritiendo.

—No, sólo lo pedí para que vean que estamos consumiendo algo. Y por cierto no estás prestando atención.

—¿Me lo puedo comer? —preguntó Nath, emocionado.

—Ya te comiste muchas cosas Nath, pero si, cómetelo para que no se derrita.

Nath acercó mi helado hacía él para comérselo y yo seguí poniendo atención a la plática. Por platicar con él no logré escuchar qué le respondió Yael a Jelly ¿Se habrá dado cuenta que ella hablaba de él?

—Jelly te traje un pequeño obsequio de mi viaje a Cancún —desde el espejo ví que Yael sacó de su pantalón la pulsera que había comprado en las vacaciones.