Aquella noche mis papás me dieron permiso de quedarme en casa de Nath, era fin de semana, así que era la oportunidad de pasarla genial con los chicos como siempre.Terminé mis tareas del día y después de eso me dirigí hacia allá. Apenas estaba cayendo la tarde y tenía tiempo para salir a comprar con ellos.
En el camino, justo antes de llegar a la casa de Nath me percaté que a dos casas antes de llegar a la suya había cierto movimiento; varias personas metían cosas al interior de aquella residencia, la cual, desde muchos años atrás había estado vacía y abandonada. De alguna forma alguien la había comprado o rentado ya.
Estaba distraído mirando lo que pasaba mientras caminaba que, sin darme cuenta, tiré la bolsa de dulces que había encontrado en mi casa y estaba trayendo para comer con los chicos, casi encima de un enorme charco. ¡Por suerte no cayeron ahí! Me agaché para recogerlos cuando oí una suave voz casi frente a mí... ¡Hola!
Creí que solo era mi imaginación así que lo único que hice fue mirar por el reflejo del charco mientras recogía los dulces pero no vi nada. Me levanté y ahí, frente a mí, había un niño muy raro. Era flaco, un poco más bajo de altura que yo, de cabello ondulado rojizo y su piel era tan blanca y pálida que se veía un poco verdosa. Había grandes ojeras bajo sus ojos negros y tenía los labios muy rojos. No sé por qué volví a mirar hacia abajo en el charco. Aquel niño no se reflejaba en él.
—Hola —le dije—. Me llamo Emi. ¿Y tú?
—Yo me llamo Peter.
—Oh, ¿cómo el hombre araña? —le pregunté soltando una pequeña carcajada. Pero el niño se mantenía serio.
—Creo que sí —respondió Peter—. Pero creo que a mí me pusieron ese nombre mucho antes que a él.
—Bueno, que genial.
De pronto vi a Yael cruzar la calle y vino hacia mí.
—Hola Emi, ¿dónde está Nath? —preguntó.
—En su casa, no he ido aún.
Yael vio a Peter y le mostró una diminuta sonrisa.
—Mira, Yael. Él es Peter, al parecer el nuevo vecino de Nath.
—Hola, que bien... yo me llamo Yael.
Aquel niño se quedó mirándolo.
—Hmm… vamos con Nath —me dijo Yael acercándose más a mí al ver que Peter no le respondió.
—Sí, vamos, ya debe de estár esperándonos… Un gusto conocerte, Peter —le dije a aquel niño que sólo se quedaba observándonos.
—Adios —respondió y se alejó de nosotros de regreso a su casa. Ahí otro chico más alto se acercó con él. Era distinto a Peter, era más gordito, de cabello igual de color rojizo y piel morena.
Yael y yo seguimos nuestro camino a la casa de Nathan.
—Oye Emi, aquel niño Peter es un poco extraño, ¿no crees? —me preguntó mientras caminábamos por la banqueta—. Está muy pálido, ¿o así será?
—Sí me di cuenta, pero creo que no es de por aquí.
Llegamos a la casa y tocamos a la puerta.
Nos abrió la mamá de Nath.
—Hola chicos, Nath está en su cuarto esperándolos.
—Gracias, vamos para allá —le respondí.
Pasamos por el pasillo y nos encontramos a Yaemith, rápidamente corrió hacia nosotros y comenzamos a acariciarlo. Su pelo estaba algo humedo. Momentos después Nath salió del baño.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Novela JuvenilAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...