55. Extraños Comportamientos ¿Cupido?

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Nath terminó de bañarse y de arreglarse para ir a casa de su amiga Paula para ayudarla con la tarea.

Yael y yo nos quitamos de casa de Nath y nos fuimos a las nuestras, ya habíamos pasado todo el día en el parque y teníamos cosas que hacer.

Al día siguiente, durante el recreo Yael y yo estábamos desayunando, Nath aún no había salido de su salón, por alguna razón se había retrasado.

Después de más de 20 minutos Nath vino corriendo hacía dónde estábamos Yael y yo.

—¡Hola chicos, disculpen la demora! —exclamó Nath sentándose rápidamente donde estábamos.

—¿Qué pasó?

—Cierto… ¿Qué pasó? Ya empezamos a comer, pensamos que no vendrías —dijo Yael bebiendo su jugo de manzana.

—Es que me castigaron por no terminar una tarea y tenía que hacerla antes de salir —respondió Nath sacando su comida de su mochila.

—Qué mal, se nos hizo raro que salieras un poco tarde… Y ¿Qué pasó ayer con Paula? ¿Le ayudaste con sus tareas?

—Sí, cuéntanos… ¿Llegaste a tiempo? —preguntó Yael.

—Por suerte, sí. La ayudé con sus tareas de matemáticas y cuando terminamos me regaló unas galletas que ella y su mamá hicieron —respondió Nath, emocionado.

—Oh… ¿Esa era la sorpresa que te dijo?

—Sí chicos, es muy linda nos la pasamos platicando después y nos divertíamos hasta que…

—¿Que pasó? —le pregunté, confundido.

—Nada... nada más. Sólo estuvimos platicando, se me hizo tarde y cuando llegué a mi casa se me olvidó hacer la tarea.

—Ah, por eso te castigaron hoy… sabes que primero se hacen los deberes así como las tareas antes de salir —le dijo Yael.

—Si, ya me di cuenta, chicos. Es que estaba tan contento con su compañía que se me fué el tiempo muy rápido —suspiró—. Hasta me dijo que le gusta que vaya a verla.

—¡Mira nada más! —le dije a Yael guiñando el ojo y golpeandole el brazo con el codo.

Yael me miró con una sonrisa por lo que nos decía Nath.

No sabía qué decirle, Nath estaba hablando de Paula de una manera tierna,y eso que a él no le gusta hablar de cosas cursis y en ese momento lo estaba haciendo.

Tanto Yael y yo ya nos habíamos dado cuenta que Nath estaba sintiendo algo especial por Paula, pero si bromeábamos con eso él se enojaría, ya que a él no le gusta que le digan que se puede estar enamorando o algo así.

Un rato después el timbre sonó y regresamos a nuestros salones.

Dejamos el tema de Paula, mejor esperaríamos a que sea Nath quién nos vuelva a contar algo sobre ella.

Salimos de la escuela e íbamos camino a nuestras casas..

Pasamos primero a casa de Nath.

—Nath ¿Vas a verme a mi casa? ¿O te venimos a ver? Para salir a jugar fútbol un rato.

—No podré salir hoy, Emi —respondió Nath.

—¿Porqué? —preguntó Yael—. ¿Tienes mucha tarea?

—¡Hmm sí!... Más tarde les cuento.

—Está bien, hasta entonces.

Yael y yo seguimos nuestro camino a nuestras casas.

Pasó la tarde, no salimos a ningún lado ya que nos pusimos a terminar nuestras tareas también.

Al día siguiente al salir de la escuela esperabamos a Nath en la puerta. De repente vimos qué venía corriendo hacía nosotros, estaba algo asustado.

—¡Vámonos a la casa chicos! —exclamó Nath, agitado y jalándonos de las manos.

—¡Hey, hey! ¿Porqué tanto apuro? —le pregunté, confundido.

—Es que necesito llegar a la casa para…jugar videojuegos —respondió mirando hacia atrás.

—¿Qué? —preguntó Yael—. ¿Para esto tenemos que correr? Si todavía es muy temprano.

—Es cierto, lo siento chicos —se paró un rato para descansar.

Lo estuve mirando fijamente, seguía algo nervioso, como si viniera huyendo de algo. Pero evité preguntarle de qué.

Llegamos a su casa y nos invitó a entrar por algo de beber.

Entramos y estaba su mamá hablando por teléfono y Nath fué hasta su cuarto para llevar sus cosas de la escuela. Luego pasó por las bebidas a la cocina y regreso con nosotros a la sala.

—Oye Nath si vamos a jugar videojuegos primero tengo que ir a mi casa a decirle a mis papás.

—Si, igual yo. No pedí permiso para eso y me estarán esperando en casa —le dijo Yael.

—Lo sé chicos, sólo les dije eso para que vinieran a mi casa rápidamente.

—Bueno, de todos modos venimos en la tarde si quieres no era necesario quedarnos ahora, y menos venir rápido.

—¿Vendrán al rato otra vez? —preguntó Nath, preocupado.

—Si, pero más tarde porqué yo tengo que ir a la biblioteca por un libro de cuentos que me pidió la maestra para mañana —le dije levantándome del sillón.

—¡Yo voy contigo! —exclamó Yael, ansioso.

—Esta bien, vamos y de ahí venimos con Nath… ¿Vale? —solté una carcajada.

Terminamos nuestras bebidas y fuimos hacia la puerta.

—Les veo al rato chicos —dijo Nath.

—Sí, hasta al rato.

Nos quitamos de la casa de Nath y fuimos a nuestras casas.

Ya más tarde pasé a ver a Yael a su casa para ir a la biblioteca.

En el camino antes de llegar allá, platicaba con él.

—Oye Yael, no sé pero Nath está actuando muy raro desde hace días.

—Igual pienso lo mismo, Emi —respondió—. Désde que va con Paula ha estado actuando muy extraño.

—Hay que seguirlo presionando a que nos diga que tiene, no es normal. Y me está preocupando mucho.

—Sí, pero es algo difícil hacerlo hablar, pero hay que intentarlo.

—Pero de alguna forma tenemos que hacer que nos lo diga, puede ser que necesite ayuda y no lo dice.

Entramos a la biblioteca y fuí por el libro por el cual fuí, después de encontrarlo pasé con la bibliotecaria para dar mis datos para poder llevármelo y ahí estaba Jelly recogiendo unos libros.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora