Por más que haya visto que Nath ya estaba bien no podía dejar de pensar que era lo que no quiso decirnos. Sólo espero que no sea algo malo. No quería seguirle insistiendo ya que aún estaba algo agotado pero en algún momento nos lo dirá. Apenas regrese del viaje hablaría con él.Cuando llegamos a la casa le platicamos a mi papá que Yael nos acompañará de viaje y el acepto felizmente.
Al día siguiente me levanté temprano para desayunar y luego salir con mi papá a buscar a Yael a su casa. Estaba emocionado porqué al fin podré ir a ver a Sofy después de que mi papá arregle su asunto de trabajo.
Después de comer metimos las cosas del carro y ya estábamos listos para salir cuando mi papá se dió cuenta que el carro no encendía. Estaba fallando.
—¡No puede ser! —exclamó mi papá, enojado—. ¡Otra vez se dañó el motor!
—¿Que pasó papá?
—Es que desde hace unos días le comenzó a fallar el motor al carro y justamente ahora ya no enciende.
Mi papá se bajó del carro y fué a la parte delantera a abrir la compuerta del motor. Estuvo revisando por unos minutos.
—Puedes entrar a la casa, hijo. Voy a tardar un poco reparar el motor —dijo mi papá abriéndome la puerta del carro—. Llamaré al mecánico para que venga.
—¿Vas a tardar mucho? —le pregunté mientras me bajaba del carro.
—No creo, espero y no porqué necesito llegar antes de la noche con mi amigo del trabajo.
Mi papá llamó al mecánico y en pocos minutos llegó. Estuvo revisando el carro por más de una hora y ya me estaba desesperando sentando en la sala de la casa.
—Hijo, llámale a Yael, dile lo que pasó y que pasaremos por él apenas reparen el carro —dijo mi papá entrando a la casa por unas cosas.
—¿Ya falta poco?
—Creo que si, tranquilo hijo aún es algo temprano.
Tomé el teléfono y marqué a casa de Yael, le platiqué todo lo que estaba pasando con el carro y que lo iríamos a buscar apenas se termine. El estaba de acuerdo. Colgué el teléfono, me acosté en el sillón y prendí la televisión para ver mientras mi papá terminaba de arreglar el carro.
Las horas pasaban y el carro aún no estaba listo. Me estaba aburriendo.
Ya eran más de las 2 de la tarde cuando al fin el mecánico logró reparar el motor del carro.
Mi papá entró para ir a bañarse. Ya cuándo salió fué con mi mamá a avisarle que nos iríamos. Ella estaba vistiendo a mi hermanita para su clase de baile.
—¡Listo, ahora sí vamos! —exclamó mi papá yendo hacia la puerta.
—Cuídense, me llaman cuándo lleguen —dijo mi mamá dándome un beso en la frente—. ¡Nada de travesuras!
—Sí mamá, estaremos bien.
—No te preocupes, yo los cuidaré bien —respondió mi papá dándole un beso a mi mamá y a mí hermanita.
Nos subimos al carro y fuimos por Yael a su casa.
Cuando llegamos mi papá fué por las cosas de Yael a la puerta de su casa y yo me quedé en el carro a esperarlos.
Yael vino corriendo a hacia mi para entrar al carro a sentarse junto a mí en la parte de atrás mientras mi papá platicaba con sus papás antes de irnos.
—Hola Emi, creí que ya no íbamos a ir —dijo Yael mientras entraba al carro. Estaba bebiendo una cajita de jugo de manzana que tanto le gusta.
—Es que estaban reparando el motor del carro y nos retrasó.
—¿Quieres? —preguntó Yael dándome un juguito.
—¡Sí, gracias! Sólo que lo guardaré para al rato, será un largo camino y me dará sed.
—Pero puedes tomarlo ahora si quieres, estoy llevando varios para nosotros y para tu papá —respondió enseñándome su mochila llena juguitos y de varias cosas para comer.
—Si que traes todo lo necesario ¿Eh? —solté una carcajada.
Mi papá regresó al carro, subió la maleta de Yael y entró.
—¿Listos? —preguntó al entrar al carro—. ¿No sé les olvida nada?
—No, yo creo que no —respondió Yael, mirando su mochila y una maleta con sus cosas.
—No, papá. Metimos todo desde la casa.
—Entonces, abróchense el cinturón de seguridad correctamente —dijo mi papá sonriéndonos encendiendo el carro.
Salimos camino a la ciudad.
Mientras ibamos platicábamos y escuchabamos música en el carro.
—¿Tardaremos mucho en llegar? —le pregunté a mi papá mirando el reloj del carro.
—No hijo, en menos de 4 horas llegaremos.
—¿Qué? Falta mucho todavía —respondí, desanimado.
Yael sacó varios juguitos de su mochila, nos dió uno a mi y otro a mí papá y abrió una bolsa de frituras.
Mi papá sacó de su mochila varios sandwiches que mi mamá había preparado para el almuerzo en el camino. Nos dió uno a mí y a Yael.
—Chicos, pongan la basura en la bolsa que está debajo del asiento —dijo mi papá señalando donde estaba aquella bolsa—. Recuerden que debemos cuidar el ambiente no tirando basura en el camino cuando vamos de viaje y lo que es reutilizable es mucho mejor levantarlo y reciclarlo.
—Es cierto señor, yo las cajitas de estos juguitos los reciclo y los uso en manualidades —respondió Yael con una sonrisa—. Hasta mi lapicera de la escuela la hice con estas bolsas de frituras.
—Es cierto, Está genial Yael. Me gusta mucho. Por cierto, tienes que enseñarme a hacerlas —le dije con una sonrisa.
—Claro, levanta las bolsas y cuando regresemos te enseño a hacerlas, son fáciles de hacer y todo es reciclado.
Comiamos nuestro muerzo en el camino mientras platicábamos.
Pasaban los minutos y a Yael y a mi nos estaba dando sueño.
—Chicos si quieren dormir, acomódense en el asiento del carro —sugirió mi papá mirándonos por el espejo—. Les aviso cuando lleguemos.
—Está bien, papá. Yo tengo algo de sueño, me levanté temprano y luego salimos tarde de la casa.
—Igual yo, mi mamá me despertó temprano porqué pensó que pasarían por mi a esa hora —respondió Yael, bostezando.
Nos acomodamos y nos dormimos un rato.
De repente me despertó un ruido extraño y al abrir los ojos me di cuenta que el carro ya no se movía.
—¿Que pasó, papá? —le pregunté al ver que ya no nos moviamos.
—¡El motor se apagó de nuevo! —exclamó mi papá golpeando el volante.
Miré por la ventana y estábamos en la carretera en medio de la nada. El carro ya no arrancaba y estaba empezando a atardecer.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...