31. La Gran Plática Padre e Hijo

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Salíamos del cuarto ya listos y en la sala estaba mi papá sentado junto a mi mamá.

¡Ahora sí ya estoy perdido!

—Chicos vamos con sus papás en un momento nos alcanzan Emi y su papá —dijo mi mamá llevando a los chicos a la puerta.

Ellos me miraron. Ya se imaginaban lo que iba a pasar.

—¡Emi ven aquí ahora! —exclamó mi papá señalando a su lado del sillón.

Fuí despacio hasta donde estaba mi papá. Por los nervios ya me estaban saliendo las lágrimas. Tenía miedo.

—¡Hey! No vayas a llorar. No te voy a regañar —dijo mi papá sonriendome.

—Papá déjame explicarte...

—Si, lo ví todo. No te preocupes, no estoy enojado.

—Entonces…

—Sólo estoy algo preocupado. No había tenido esta plática contigo pero creo que ya es momento.

—¿Pero tiene que ser ahora? —pregunté con una mueca de descontento.

—Sí hijo.

—¿Pero plática de qué?

—Anoche cuando entré a la habitación ví que estabas hablando con tus amigos sobre lo que estaban viendo —mi papá se acomodaba en el sillón.

—No quería verlo,  accidentalmente lo vímos en la televisión. Es que hay tantos canales.

—Por eso, no me enoja que lo hayan visto o que lo vean, están creciendo. Sólo qué no es adecuado para ustedes todavía porque tienen escenas muy fuertes. Muchas cosas cambian cuando entras a la adolescencia y tienes que saberlas, sobre todo con respeto y responsabilidad.

—¡No, no quiero hablar de eso! —exclamé sonrojado. Entendí a lo que se refería y para donde iba la plática y no quería hablar de ese tema en ese momento. Me daba mucha pena.

—A ver hijo… ¿Sabes cómo se hacen los bebés?

—Hmm… ¿Cuando un abejito quiere mucho a su abejita le regala su semillita? —pregunté en modo de broma con una fingida sonrisa.

—Hmm… algo así hijo. Eso lo escuchaste en una caricatura ¿Verdad? —mi papá soltó una carcajada.

—Si —me puse a reír.

—En serio ¡Ya!. No quiero que un día de estos te encuentres con una chica y no sepas dónde van las cosas —dijo mi papá después de reír por lo que le había dicho.

—Sí, ya sé cómo es todo eso. En la escuela lo hemos visto.

—Sí, lo sé. Pero no es lo mismo a como tus padres te lo expliquen o te apoyen en esos temas.

Pasamos más de una hora platicando de ese tema, yo sólo escuchaba completamente apenado con sus detalles explícitos. Sin embargo fué algo bueno, entendí muchas cosas y tenía razón; hay que tener en cuenta todo eso y siempre buscar apoyo con nuestros papás, familia o alguien profesional cuando tengamos dudas.

—Mira… —mi papá se levantó y fué por algo que estaba entre sus cosas—. ¡Toma hijo!

—¿Qué es esto? —mi papá me dió un pequeño empaque cuadrado con algo dentro.

—Es un preservativo —respondió mi papá—. ¿Sabes donde poner esto? ¿Cierto?

—¡Si, si sé! —recordé un capítulo de un libro de ciencias de la escuela donde venían métodos anticonceptivos—. ¡Ya papá! Ya quiero irme a comer.

—Bueno, está bien. Sé que es incómodo no te preocupes. Luego te explico cómo debe ir porque no es cualquier cosa. ¡Guárdalo!

—¡Gracias Papá!

—De nada hijo —continuó—. Prefiero mil veces que tengas cuidado. Tal ves tú mamá me regañe a mi por darte estás cosas pero no importa. Ella sabe que es importante que sepas todo eso. No lo olvides hijo, si tienes alguna duda o por cualquier cosa me dices a mí o a tu mamá. Estamos para ayudarte. Coméntales a tus amigos para que hablen con sus papás también, o cuando estén los tres volvemos a hablar de esto juntos.

—¡Esta bien papá! Y gracias por esto —me levanté del sillón y fuí a guardarlo en mis cosas.

—¡Por nada mi pequeño campeón! —me dijo mi papá con la voz temblorosa y me dió un fuerte abrazo.

Salimos para ir a comer.

Llegando a la mesa los chicos ya habían comido y sólo estaban esperando su postre mientras yo comenzaba a desayunar.

—¿Todo bien Emi? —preguntó Yael.

—Sí, no estuvo tan mal.

—Te regañaron por mi culpa ¿Verdad? —preguntó Nath bajando la mirada.

—No Nath, no te preocupes, no me regañaron. Al contrario, mi papá hablo conmigo sobre esos temas.

—¿Osea que tuviste la plática de hombres? —preguntó Yael asombrado.

—Si, y fué muy incómodo. Pero me ayudó a entender algunas cosas que no sabía porqué pasaban. Fué muy interesante.

—Si, ya sé. También yo he tenido esa plática con mi papá —dijo Nath.

—Igual yo, y si es incómodo de verdad —dijo Yael comiendo su postre—. También tenía muchas dudas pero mi papá me dijo y me explicó varias cosas.

—Sí, y yo creyendo que me iban a regañar feo.

Terminaba de comer y de repente a lo lejos creí ver a Sofy ir caminando por la zona de la piscina. Ahora que termine de desayunar iría con ella para hablar. Además de que quería verla de nuevo.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora