Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

163. Un Trato, ¿Justo o injusto?

Pasamos por la sala, ahí estaban los demás hablando. No queríamos interrumpir esas platicas de mayores asi que fuimos directo a la cocina.

Abrí el refrigerador para ver si había alguna golosina para comer y solo encontré el helado del día anterior, me iba a servir un poco a mí y otro a Nath cuando mi primo Roger entró por la puerta del patio.

—¡Primo Emi! —dijo con enorme emoción viniendo hacia a mí con varias cosas en sus manos.

—Hola primo, ¿dónde has estado? 

—Mira lo que me compraron —extendió la mano enseñándonos varias cosas—, ¡Son unos libros de cuentos nuevos, un par de carritos y el nuevo cómic de Marvel! —exclamó saltando de la emoción.

—¡Wow! A ver —le dijo Nath al escuchar sobre el nuevo cómic.

—¡No-oh, amigo de mi primo! —Roger abrazó sus cosas—. ¡Son míos!

—Hmm… ya sé, sólo quiero verlos.

—Sí, sólo enséñanos, primo —le rogué con una sonrisa—, si no, ¿para qué nos dices que lo veamos?

Él se quedó pensativo un instante.

—Está bien, tienen razón —aceptó y me dió solo los libros y el cómic.

—Ya había escuchado de estos libros; Colors y Elements, dicen que son muy emocionantes.

—A ver, Emi —suplicó Nath y se acercó a mí—. Es verdad, estaban en el aparador del centro comercial, ahí los ví ayer.

—¡Wooow! —exclamé con enorme asombro al ver bien el cómic, era uno nuevo, de edición limitada y que aún no tenía—. ¡Está increíble, primo!

—¡No es posible! —agregó Nath de la misma manera al verlo—. ¡Ese sí está súper! Ese no lo ví.

—Creo que hoy llegaron apenas. Oye primo, ¿a qué hora te compraron todo esto? —le pregunté, emocionado.

—Hace ratito, en qué fui al súper. Mi tía me los compró todos —explicó mientras me extendía la mano para que le devolviera sus cosas.

—¿Osea mi mamá?

—Sí, fuimos a comprar las cosas para la comida y me los regaló.

—Oh, está bien —le devolví sus libros y el cómic.

—¿Me lo prestas a mí? —le preguntó Nath—. Por fa, quiero ver qué tiene dentro.

—No, los voy a levantar —Roger se dió la vuelta y fue corriendo a su cuarto.

—¡Hmm… está bien! —gruñó Nath frunciendo el entrecejo al verlo irse.

Me quedé pensando un instante en algo sobre aquel cómic.

—Emi, le hubieras dicho si lo podrías abrir para ver qué traía… 

—Tal vez luego. Ahora vengo.

—¿Dónde vas?

 —Voy con mi mamá a ver qué hacen —respondí. Dejé mi vaso a un lado en la mesa.

—Está bien, yo me quedaré aquí pero… ¿y mi helado? No me lo diste —señaló extendiendo su vaso. Nos distrajimos con lo de Roger y no nos servimos el helado del refrigerador.

—Toma lo que quieras, no te preocupes —abrí el refri de nuevo, saqué el bote y se lo dí a Nath—. Ahora regreso.

—Gracias, pero no tardes.

Dejé a Nath en la cocina y salí al patio.

Mi mamá y Ximena estaban en la cochera buscando algunas cosas y ahí me reuní con ellas.