124. Enamorado, ¡Oh, Un Mounstruo!

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Nos quedamos solos en la casa, Pau estaba con Ximena en el cuarto y todos los demás se fueron a comprar el almuerzo.

—Corre a bañarte Nath, hueles muy raro con eso que traes encima —le dije con una ligera carcajada y un gesto de desagrado.

—Si, es horrible —agregó Yael tapándose la nariz.

—Si, claro como no ustedes se metieron por el balón por eso lo dicen —replicó Nath con tono de descontento—. Está bien, me iré a bañar.

—Pero tu quisiste ir, yo te dije que le podía decir a mi papá.

—Si, si… ya. Me bañaré, gracias —reiteró con sarcasmo.

Nath entró al baño. Yael y yo nos fuimos al cuarto, prendimos la TV y nos acostamos en la cama un rato en lo que salía Nath de bañarse.

Pasó un rato, estaba viendo un programa muy gracioso que pasaba por la televisión y que me hacía reír, volteé a ver Yael para saber si también estaba viendo la TV pero me di cuenta que se había quedado dormido, hasta estaba roncando. El problema era que también a mí me estaba dando sueño que por ratos cerraba los ojos así que me levanté de la cama para ir por un vaso de agua.

Cuando regresé al cuarto, Yael ya se había acomodado y estaba bien dormido, para no despertarlo lo dejé solo en la cama y me fui a sentar al sillón. 

Pasó un buen rato, el programa que veía había terminado y Nath aún no salía del baño. Dirigí la mirada a sus cosas y me di cuenta que su ropa estaba ahí, él había entrado al baño sin su ropa limpia y tal vez por eso no había salido. Tomé su playera, short y demás y me dirigí al baño para llevárselos.

Llegué a la puerta y me disponía a tocar para decirle pero escuché ciertos murmullos, la puerta no estaba cerrada totalmente. Parecía que Nath hablaba en voz baja con alguien.

Abrí la puerta, pues me imaginaba que ya había terminado de bañarse o algo así pero no, cuando entré Nath estaba sentado dentro la bañera, aún con espuma del shampoo en la cabeza y jugando con unos peces con su caña de pesca de juguete que al parecer mi primo Roger había dejado ahí.

—¡Hey!, ¿Qué haces? —le pregunté junto una ligera carcajada.

Nath saltó del susto y guardó los juguetes dentro del agua.

—¡Emi, me asustaste! ¿Qué haces aquí? —preguntó, nervioso al verme—. ¿Cómo entraste?

—Pues como ví que no salias del baño pensé que te habías dormido también tú aquí dentro, la puerta no estaba bien cerrada.

—No, sólo estaba… 

—Jugando —añadí—. Si, ya lo ví.

—Ah, es que me encontré con estas cosas y son divertidas —Nath me enseñó los juguetes de mi primo.

—Si, me imagino. Pero pareces un niño pequeño jugando —solté una ligera carcajada.

Nath gruñó.

—No tiene nada de malo.

—No, si no he dicho nada. Y además te traje tu ropa limpia, ¿o a caso ibas a salir sin ropa después?

—Es cierto, se me olvidó agarrarla por su culpa, hicieron que meta a bañar —respondió rascándose la cabeza.

—Te lo dejo aquí —fui al lavamanos y puse su ropa encima—. Apúrate antes de que vengan todos porqué vamos a comer.

—Oye, Pau está en su cuarto, ¿verdad? —preguntó en voz baja.

—Sí, está con Ximena desde hace rato, ¿por qué?

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora