Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)

84. La Carta

Un rato después de comer fuimos a la sala para ver algo en la tele, no tenía tareas y según Nath él tampoco. Así que no teníamos nada más que hacer en ese momento.

—¿Quieres ver algo en la TV? —le pregunté a Nath dándole el control.

—Si, a ver qué encontramos —respondió, entusiasmado. Tomó el control y empezó a darle vueltas a los canales durante varios minutos sin encontrar algo interesante para ver.

—A veces pienso que es una mala idea el contratar televisión por cable, nunca hay algo bueno —le comenté mientras él seguía pasando los canales uno por uno.

—Asi es en mi casa, mi papá sólo ve fútbol y películas casi no hay —me dió el control remoto, se levantó del sillón y se dió la vuelta camino a mí cuarto.

—¿A dónde vas, Nath?

—A a acostarme un rato, ya me aburrí y no hay nada para ver.

—Esta bien, en un rato te alcanzó yo voy a quedarme un rato aquí a ver si tengo suerte y encuentro algún programa bueno —le dije mientras me acomodaba en el sillón—. Si quieres prende la tele de mi cuarto o haz lo que gustes, estás en tu casa.

—Gracias, Emi —respondió con una pequeña sonrisa y se fué hacía mí cuarto.

—¿Hijo, tienes ropa sucia en el cuarto? Porqué voy a lavar mañana —comentó mi mamá mientras pasaba por el pasillo.

—¡No, mamá. Todo está en el cesto de la ropa sucia en el baño.

—Muy bien. ¿Y tú, hijo? —le preguntó a Nath al verlo subir por la escaleras.

Él me miró desde ahí y luego a mi mamá.

—Sí, si tengo ahorita se lo doy —le respondió en lo que subía al cuarto junto con mi mamá quién iba detrás de él.

De pronto se abrió la puerta y entraron mi papá y Ximena que regresaba de su clase de baile. Vino corriendo a sentarse a mi lado en el sillón de la sala.

—¿Y mamá? —preguntó mi papá mientras iba a la cocina.

—Está en mi cuarto con Nath.

—¿Y Yael, Emi? ¿Está en tu cuarto también? —preguntó Xime, emocionada—. ¿Igual él se quedará contigo?

—No, él no está, y no se puede quedar porqué tiene cosas que hacer en su casa… pero espera, ¿desde cuándo tanto interés?

—¿Ah?, hmm… No sé —respondió Xime, con una finjida sonrisa—. Sólo decía.

—Bueno, más te vale. Siempre que mis amigos viene a la casa tú estás encerrada en tu cuarto.

—Préstame el control de la tele —sugirió y me quitó el control remoto de la mano.

—¡Dámelo Ximena, yo estaba viendo que hay!

—¡Tú tienes tú propia tele en tu cuarto!

—Pero yo estaba viendo algo aquí —le quité el control a Ximena.

—¡Emi, préstamelo! —exclamó, enojada.

—No, te dije que yo estaba viendo desde hace rato.

—¡Papá, Emi me está molestando!

—¡Emi, deja a tu hermana! —exclamó mi papá desde la cocina.

—¡No es cierto! —le respondí, enojado—. Es ella que me está molestando —Ximena me miró, me sacó la lengua, se lanzó hacia mí y me arrebató el control nuevamente. Intenté quitárselo otra vez pero me empujó muy fuerte y me hizo caer sentando a un lado del sillón.