Yael estaba muy contento de verla y yo también por ver a mi amigo feliz.—¡Hola chicos! —saludó Jelly.
—Hola Jelly ¿Qué tal?.
—Hola qué gusto verte —le dijo Yael, nervioso, acomodándose el cabello con las manos—. ¡Qué linda te ves hoy!
—Aww, gracias Yael. Que lindo eres —respondió Jelly sonrojada.
Miraba emocionado a mi amigo, sus alagos hacia Jelly le funcionaban y la hacían sonreír.
—¿Van a llevar algún libro, chicos? —preguntó Jelly mientras cargaba unos libros para llevarlos al salón de a lado.
—Sí, a mí me pidieron uno para mañana en la escuela —respondí. Miré a Yael y le hice señas para que vaya con Jelly a ayudarla.
—¿Qué? —preguntó Yael, confundido en voz baja.
—¡Ve a ayudarla con esos libros Yael! —le respondí con finjida sonrisa y señalando con la mirada a Jelly—. Te espero mientras termino con lo del libro.
—Oh, ya entendí. Está bien —Yael fué corriendo a ayudarla a cargar los libros que llevaba y juntos entraron al salón.
Me quedé con la bibliotecaria a tramitar el préstamo del libro.
Después de que me dieron el libro fuí a sentarme a una de las mesas de la biblioteca. Un rato después Yael salió del salón casi saltando, con una enorme sonrisa en el rostro, me levanté y fui hacía el para salir.
—Oye, oye… ¿Porqué tan contento? —le pregunté, sonriéndole mientras salíamos de la biblioteca—. ¿Qué pasó en ese salón? ¿Eh?
—Nada —respondió Yael, sonrojado.
—Ya estás cómo Nath, por nada actúan de formas extrañas.
—Es que ayudé a Jelly con los libros y de premio… ¡Me dió un beso! —suspiró—. Y me preguntó sí puedo ir con ella al cine este fin de semana —dijo saltando de la emoción.
—¡Oh, qué genial! Me alegra escuchar eso hermano —le dije frotándole el hombro—. Tú debiste invitarla y mira, ella se te adelantó invitándote a tí.
—Sí, me emociona mucho la idea.
—Sólo que estás vez no vamos a ir contigo, no somos buenos para chaperones, ya lo viste —solté una carcajada—. Tendrás que decirle a tu mamá que irás con ella y desde temprano.
—Sí Emi, gracias. No te preocupes, ustedes siempre me ayudan. Le diré a mis papás para que me den permiso.
—Para eso somos los amigos Yael.
—Me siento algo nervioso por eso.
—Tranquilo, ya verás que saldrá bien como la aquella vez.
—Gracias, Emi.
Llegamos a la casa de Nath y él ya nos esperaba en la puerta.
—Pensé que ya no vendrían, chicos —dijo Nath mientras entrabamos a su casa.
—Es que Yael se quedó pláticando con Jelly y yo estaba viendo lo de mi libro.
—Sí, aunque es temprano todavía —le dijo Yael.
Pasamos a su cuarto y preparamos todo para jugar videojuegos.
Mientras jugábamos Yael le contó a Nath sobre la invitación de Jelly.
—¡Súper, amigo! Suena genial —le dijo Nath—. ¡Tienes suerte!
—¿Porqué? —le preguntó Yael.
—Porqué… Hmm… —Nath dudó por un instante—. Es que pudiste invitar a jelly, y ella aceptó rápido.
—Ah, sí... pero ésta vez ella me invitó.
—Ya vez, tienes suerte. Me alegra eso —le comentó Nath, sonriéndole.
—Gracias Nath, es que en verdad me emociona saber que saldré con ella otra vez.
—Oye… espera. Tienes brillo en la cara —le dijo Nath quitándole algo de la mejilla con el dedo—. ¡Pareces niña con brillitos! —sonrió.
Me acerqué a Yael para ver y si, tenía algo brilloso en la cara.
—Creo que es el brillo de labios de Jelly —le dije a Yael—. En qué te besó hace rato.
—¿En serio? —Yael se levantó y fué al baño para mirarse en el espejo.
—Sí, qué bueno que en la mejilla te besó —le dijo Nath—. Qué tal que no ahí, vas a estar como hada mágica de lo brillante —soltó una carcajada.
—No me había dado cuenta —respondió regresando con nosotros.
—Ni yo, no se notaba hace rato. Como dice Nath qué tal que te besa en los labios van a creer que tienes puesto brillo de niña —le dije riéndome.
—¡No! Fué sólo en la mejilla —dijo Yael, limpiándose la cara con su playera—. Nada más que está vez no sé qué darle de regalo, chicos.
—Puedes darle...
—¡Ya, ya! —interrumpió Nath mientras jugaba con el control del vídeojuego—. ¡Chicos si no ponen atención les voy a ganar!
—Sí, Nath ya vamos, sólo le decía a Yael sobre lo de su regalo a Jelly.
—¡Pero es que ustedes están dale y dale con eso! —exclamó, algo disgustado.
—Ay Nath… ¡Tranquilo! —le respondí acercándome a él—. Sabes que a Yael le emociona salir con Jelly.
—Hmm… sí, ya sé ¿Van a jugar?
—Esta bien Nath, vamos a jugar —le dijo Yael, mirándome extrañado.
—Está bien, ya —le respondí y tomé el otro control para seguir jugando.
Por un momento me dió la impresión de que Nath se había incomodado por el tema de la invitación de Jelly, era extraño pues la vez anterior él igual se emocionó cuando fuimos a la heladería junto a Yael, y de igual forma nos extraño algunos de sus comentarios.
Pasamos la tarde en casa de Nath como siempre, hasta que se nos hizo tarde y teníamos que ir a nuestras casas para hacer nuestras tareas y deberes.
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Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)
Teen FictionAcompaña a Emi, un chico preadolescente en esta historia llena de emociones y aventuras junto a sus dos nuevos mejores amigos, mientras hacen lo que más les gusta; divertirse. En cada aventura aprenderán lecciones sobre la amistad, la responsabilida...