22. Amistad

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—Vengan conmigo chicos —respiré profundo y fuimos a la cocina a beber un poco de agua.

—Esto ya se ha ido muy lejos chicos —dijo mi mamá sirviendo la mesa—. Les dije que se lo digan a su maestra y a sus papás para que detengan esos abusos que les hace ese chico. El lunes hablaré con la directora de la escuela junto con los papás de Yael y los tuyos Nath.

—Se lo diré a mis papás cuando llegue a mi casa señora, gracias.

—Tu mi amor ¿Estás bien? —me preguntó mi mamá agachándose frente a mi secándome las lágrimas con sus manos.

—Si, mamá. Ya estoy mejor —respiré profundo.

—Vayan a lavarse las manos que vamos a comer. Luego dale ropa a Yael para que se bañe y se cambie, en la tarde lo llevamos con sus papás —dijo mi mamá yendo a la cocina.

Terminamos de comer y subimos a mi cuarto por la ropa para Yael.

—¡Ten! Ve a bañarte para que te sientas mejor y te laves bien la cara —le dije a Yael dándole mi ropa.

Yael entró al baño y Nath y yo nos quedamos en mi cuarto para empezar a jugar.

Pasaron unos segundos cuando escuchamos ruidos en el baño. Nos acercamos a la puerta y escuchamos que Yael estaba llorando.

—Ya se estaba tardando —dijo Nath murmurando con una expresión de tristeza.

—¿Porqué?

—Emi… en serio no había visto a Yael pelear de esa forma, fue extremo, tenía miedo por él. Pensé que lloraría al momento pero nada. Después de que Daniel se fué venimos directo a tu casa, estaba temblando del susto pero platicaba bien conmigo.

—Me imagino, por eso está así ahora. Es mucha emoción para él —dije regresando al cuarto con Nath—. Juega mientras, yo no estoy tranquilo si no hablo con Yael en este momento, regreso enseguida.

—Esta bien Emi, ve con él.

Llegando al baño toqué la puerta.

—¿Todo bien Yael?.

Solo escuché silencio y la respiración acelerada de Yael.

—Sí, estoy bien —respondió con voz temblorosa que apenas y se escuchaba.

—¿Seguro? —de repente sonó el picaporte de la puerta.

Abrí para entrar. Yael estaba en ropa interior sentado en la bañera llorando.

—¿Qué pasó? ¿Aún no te haz bañado? —me acerqué a donde él estaba—. ¿Porqué lloras? Ya pasó, tranquilo.

—Es que me da coraje por lo que pasó… no quería pelear pero Daniel golpeó primero a Nath y no podía dejar que le hiciera algo —respondió Yael murmurando.

—¿Cómo? ¿Golpeó a Nath? —pregunté con sorpresa.

—Si, él me dijo que no te dijera pero no quiero mentir menos a ti que eres mi mejor amigo también. Además me siento triste por hacerte llorar hace rato, no quería arruinar esta tarde que debería ser divertida.

—No, no hay problema Yael, sabes que puedes contar conmigo en lo que necesites al igual que Nath. Además lo que hiciste fué muy valiente, no me gusta que haya violencia, porque no quiero que les hagan daño. Te agradezco que hayas  defendido a Nath.

Yael sólo se me quedaba mirando con sus ojos rojos llenos de lágrimas, me daba mucha tristeza ver a mi amigo llorar.

—¡Ya! no te preocupes. ¡Mírame ya estoy bien! —dije con fingida sonrisa y la voz temblorosa, porque en realidad ya me estaba haciendo llorar otra vez sólo con verlo así pero trate de no llorar.

—¿De verdad Emi? —dijo respirando profundo.

—Si, ya estoy bien en serio. Si me asustó mucho lo de hace rato y me duele que lastimen a las personas que quiero. Tú y Nath son mis mejores amigos, hasta los quiero como mis hermanos —le dí un abrazo a Yael para que se tranquilizara—. ¡Ya todo está bien! mejor báñate para que juguemos un rato.

Yael se levantó, ya estaba más tranquilo.

Salí del baño para que pueda bañarse. Entré a mi cuarto donde estaba jugando Nath.

—Nath ¿Porqué no me dijiste que Daniel también te golpeó?.

—Yael te dijo ¿Verdad? —respondió con una mueca de descontento—. Es que a mí no me hizo nada grave como a él. ¡Mira! —Nath levantó su playera para enseñarme su antebrazo que sólo estaba rojo.

—Le diré a mi mamá que te ponga algo.

—¡No es necesario Emi! —exclamó Nath.

—¿En serio?

—¡Si de verdad! —respondió Nath mientras me sentaba junto a él para jugar videojuegos.

Minutos después Yael entró a mi cuarto.

—¿Ya mejor?

—Si, gracias Emi.

—¡Es tu turno! —dijo Nath dándole el control del videojuego a Yael.

—¡Esta bien! Pero esta vez les voy a ganar —dijo Yael con una sonrisa.

Pásamos toda la tarde juntos, llegó la noche y se quedaron a cenar con nosotros.

Amigos Inesperados 1 & 2 (Version Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora