26
Si o No
—¡Diablos!— Bramo Harry de repente, azotando su pluma en el escritorio de su habitación asustando en el proceso al pobre de Erlin que estaba a su lado durmiendo. Dejo a un lado aquella la carta que solo decía "Querida Ginny" y dejo caer su cabeza para atrás frustrado—Que aburrido...
Había pasado ya una semana en la que Malfoy y él no se habían vuelto a hablar, y no porque no quería o algo por el estilo, bueno no era su caso, el realmente quería hablar con el chico y saber que pensaban sobre el hecho de ser amigos pues en todo eso del asunto de parís, el contrato y de volver a Inglaterra, había olvidado que el chico rubio jamás le dio una respuesta clara. Y eso... le estaba consumiendo.
—Concéntrate, concéntrate ...— Susurro el muchacho regresando la vista a aquella carta vacía. De lo que debía estar concentrado era en el hecho de poder buscar una manera de recibir el perdón de su pareja por haberle dejado plantada aquel día en la chimenea; después de eso no había recibido una carta y tenía la sensación de que la chica estaba molesta con él. Suspiro, debía darle prioridad a las personas que realmente necesitaban de su atención y no de chicos egocéntricos y rubios de ojos grises tontos que no podían tomar una simple decisión...Harry gruño una última vez antes de volver la atención a su carta.
El sonido de aquel fuego crepitar era lo único que los odios de Malfoy podían recibir al estar enfrascado en sus propios pensamientos. Sentando en aquel sofá triple viendo las llamas de la chimenea con la vista perdida, recordaba la semana aburrida que había pasado sin hablarle a Harry Potter, por el castigo del chico y no era porque no quería hablarle, incluso se puso a investigar a los amigos de Potter para saber con exactitud que había pasado; descubriendo así que su castigo era estar en su cuarto por haberse ido sin avisar. En realidad había tenido intenciones de ir a verle pero una vez que llego al umbral de las esclareas se quedó quieto. Era un idiota, ni siquiera sabía dónde quedaba la maldita entrada de su sala común.
—¿Estas bien?— Pregunto una voz apagada y masculina que reconoció Malfoy con suficiencia para no girar a ver al castaño parado a su lado.
—Estoy bien Nott— Respondió el chico dándole una rápida mirada al chico, pero después se giró por completo al ver que este iba vestido con ropa común, y ya no parecía tan cansando como antes—¿Saldrás?
—...Si— Afirmo haciendo que sus mejillas presentaran un pequeño sonrojo que vio Malfoy algo sorprendido. ¿Su antipático compañero demostrando un sentimiento?, vaya.
—Bueno...—Dijo el, con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Por cierto...Parkinson me dijo que te recordara la biografía que pidió el profesor Ó sullivan— Menciono Nott, viendo que Malfoy resoplaba molesto—Hombre no rezongues, mira yo eh sacado la mía de aquí— Confeso pasándole un libro pequeño de pasta gruesa de color verde a su compañero, quien lo tomo de inmediato—Solo debes pasarla al pergamino—Añadió alejándose del sofá donde Malfoy reposaba, pero no por mucho tiempo, pues este le dio una mirada al libro y se levantó del sofá, y con el ejemplar se encamino a las escaleras de los cuartos de los hombres.
Esquivando a algunos de sus compañeros que bajaban emocionados, se encamino por el pasillo y se fue al penúltimo cuarto que llevaba la placa "Malfoy - Goyle " y entro al cuarto; ronquidos fuerte fue lo primero que escucho al entrar, pues su compañero de cuarto ya hacia dormido en la última cama, Malfoy paso al cuarto por completo e inmediatamente fue a sentarse en la silla de su escritorio, dejo el libro en la mesa, tomo un pergamino de los que tenía en un pequeño frasco y lo extendió sobre la mesa. Suspirando tomo el libro que le dio Nott y dan doce ánimos vio el índice , leyó la primera cosa que enfoco sus ojos la sección de la página número trecientos diecisiete.
—¿Tierd...Leduc?...—Verbalizo. Hojeo entre las paginas hasta que dio con la hoja, se asombró de la corta biografía y de lo dañado de la hoja.
Tierd Leduc curandero y posionista francés nacido en mil novecientos cincuenta.
Estudio en la Academia Beauxbatons
Se unió como curandero a la primera guerra mágica en el año de mil novecientos setenta y cinco, con la edad de veintitrés años sirvió en las zonas de mayor riego en donde salvo la vida de ciento diecinueve Aurores.
Fue condenado a recibir el beso del dementor al esconder al Mortifago Julius Cox Jr en su casa. Las razones, son desconocidas.
Al terminar de leer ,anarco las cejas hasta el tope, no solo por el hecho de que la hoja estuviera partida a la mitad de forma misteriosa, justo donde se suponía debía estar la foto del tipo; si no también por el nombre tan curioso del mortifago, pues a él, se le hacía conocido. ¿En dónde es que he visto ese nombre antes...? Pensó Malfoy deteniendo la vuela pluma que había escrito sobre su pergamino lo que había recitado, sin embargo cuando quiso seguir reflexionando ante ese nombre escucho un ronco sonido impidiéndole seguir en su limbo, cerrando el libro entre sus manos vio a su derecha, para ver a su compañero de cuarto roncando a lo bestia, y no supo en qué momento comparo aquel horrible y ruidoso ronquido con el suave de Harry Potter....
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¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...