40
La batalla en el bosque prohibido
Podía oler bajo su nariz, a manzana dulce, tomillo y a gomina...
—Draco...—Murmuro aquel joven arrodillado en un charco de agua mugriento. Estaba bajo un simple rayo de luz que venia desde arriba. Las cosas para el eran difícil de ver; apenas lograba ver más allá de lo que sus ojos cansados le mostraban, pase a tampoco llevar sus gafas. Había dejado de sentir el doloroso sentimiento de abejas en la panza, de la emoción obsesiva, y del empalagamiento innecesario, pero en la boca aún tenía el asqueroso sabor de eso, estaba cansando, tenía hambre, pero aquello que ocupaba su panza le impedía comer...
Miro a su alrededor, su propio estado. No recordaba cuantos días habían pasado, cada dosis suministrada le mantenía tan drogado que a veces no podía pensar en otra cosa que no fuera en aquel maldito que lo había secuestrado, no era realmente porque el quisiera.
Estaba cansando de sentir ese aborrecido falso amor...
—¡Cabron! — Gruño al alzar la vista.
Una figura alta llego con la respiración acelerada. No tardo en moverse por todos lados como desquiciado, salpicando el agua bajo sus pies.
—Veo que ya has despertado ¿Volviste a quitarte la gafas? No pasara otra vez, no pienso acercarme a ti. Me atacaras otra vez cuando trate de colocarte los lentes, aprovechador de amabilidad, así que primero te daré la poción— Aquella voz sonó dulce, pero llena de pánico mientras se movía de haya para acá.
—¡Eres un bastardo! — Grito haciendo fuerza en sus manos, solo hizo que se lastimara, las muñecas le ardían, estaba rojas pues estaban atadas con cuerdas. Cuando aquel personaje se coló debajo de la luz, pudo distinguirlo mejor.
Era un joven bajo, de cabello chocolate, ondulado, ojos negros, sin embargo, su cara se estrujo, y el otro gruño de rabia. Aquel rostro apretó los labios y ojos. El pelo ondulado desapareció, el color se borró de delante a atrás y se tornó de color caoba, y cuando aquella otra figura nueva, y alta de piel gris apareció, los ojos se abrieron y aparecieron unos brillantes y relucientes ojos miel...
—Eh tenido mucha paciencia contigo estos últimos días, abre la boca y tal vez esta vez no tenga que forzarte— Pidió con un tono de voz diferente, este mas apagado y aburrido.
—Deja de pasarte como un villano, estas asustado de ellos también—La figura se acuclillo enfrente del chico y lo miro directamente a la cara justo cuando lo tomo del mentón con odio.
El de mirada verde mostro los colmillos, si debía morder para salvar su vida lo haría.
—Harry Potter...—Susurro y de un empujón hizo que el chico cayera al suelo de espaldas dando un gemido de dolor cuando su cabeza se golpeó con el suelo—Hablas mucho...—Se coloco encima de aquel cuerpo que se comenzó a mover y se sentó en el regazo del chico, justo cuando Harry apretó los labios y moviendo la cabeza a los lados, pues aquella misteriosa persona sin nombre quería tomar a Harry de la cara—¡Deja de moverte! ¡Llegaran muy protón y cuando lo hagan Lord Voldemort retornara!
—¡No! — Grito por pena para él, pues en ese instante liquito anacarado callo en su boca, escupió lo que pudo, pero lo sabía al sentir el cosquilleo en su panza, la Amortentia estaba dando su inmediato efecto. La vista se nublo y cuando parpadeo, vio frente a él una figura que oscilaba. Pero lo borroso no duro mucho, sintió algo en su cara y después vio todo más nítido.
Un chico hermoso de cabello chocolate y sonrisa de pelar.
—Louis...—Suspiro Harry como si hubiera visto el atardecer.
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¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...