¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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El estudiante de Durmstrang

—¡Lo veo, lo veo!

—¡Chss! Ron, cálmate.

Hermione alejo los monoculares de sus marrones ojos y se volvió a Erlin parado en en su hombro. El ave ya estaba preparado para salir volando a su destino seleccionado luego de arduos días de entrenamiento para este gran día de fuga. La chica le hizo una señal y Erlin salio volando lejos de su vista, al segundo Ron pudo ver como Hermione se arreglaba la túnica azul claro y se acomodaba un poco el esponjado cabello decorado con flores de manzanilla que le habían puesto Parvati y Padma horas antes, el refunfuñaba porque él la veía muy hermosa, sin necesidad de que se arreglara para Krum.

—Bien, Ron, ya sabes que hacer, debo bajar...— Se refirió Hermione al acontecimiento que se avecinaba. Miro el lago, cerca de la orilla y apunto de dejar el piso reto a uno más inclinado fue detenida por Ron que, a vista de Hermione se veía muy intranquilo con dejarla ir.

—Se...Ten cuidado...—Mascullo Ron soltándola a duras penas. Se giró y salio corriendo del lado contrario para irse a su destino de vigilancia; cerca de la gran gárgola.

Hermione negó cansada, y luego emprendió camino. Casi resbalando por la rapidez en que camino llego al muelle de Hogwarts, justo donde paraba un barco imponente de color negro y bien barnizado del cual resbalaban chorros de agua por el mástil y las velas con escudos rojos en su blanca tela. El gran tablón de madera, se enderezo hacia arriba y después toco tierra salpicando gotas de agua. Unos segundos y por encima del pedazo de madera apareció un hombre alto y moreno, con una gran barba sobre su mentón. Aquel hombre caminaba desgarbado en su dirección oscilando aquella gran túnica negra de piel de oso cubriendo sus anchos hombros.

—Hola, Herr...mione— Pronuncio Viktor Krum sonriendo avergonzando al no poder decir aun el nombre de Hermione de manera correcta. La chica le sonrío de vuelta con una mueca brillante cuando el brujo tomo su mano y le beso en los nudillos en forma de saludo.

—Estoy muy agradecida de que hayas aceptado mi invitación Viktor, no sabes cuánto. Venga, vamos al gran comedor—Le invito Hermione con una seña de mano y una sonrisa hermosa que podría encantar a cualquiera, pero que ahora solo embobaba a Viktor. El hombre por su lado no lo pensó ni dos veces cuando siguió a la bruja con la varita escondida bajo su túnica azul—¿Y... como han estado los juegos Vick? —Pregunto ella tratando de sacar los mayores temas de conversación posibles para distraer al jugador.

—¡Incrreibles!—Comento cortésmente Krum mirando a todo lados. Comenzaba a notar que el pasillo por el que habían entrado estaba vacío y casi en un tenebrosos silencio, lo cual era raro para él. En el tiempo que estuvo de visita recuerda que siempre estaba lleno de alumnos, alegres y jocosos—Loth entrrenamientoth son cada vez más especiales— Explico con un acento casi perfecto, Hermione asintió.

—Interesante, en vedad...—Profirió Hermione girando por un pasillo algo más oscuro que el otro. Krum siguió viendo a todos lados con las manos detrás de su espalda, curioso—Escuche que Bulgaria va empatando gracias a ti—La chica deslizo una mano por detrás de su espalda y sonrío con dirección al búlgaro.

—Exactamente, pero, he hablado mucho de mí. Herr..mione, como has...

—¡Desmaio!

Krum quedo congelado en su sitio con los miembros sueltos, se tambaleo de repente y sus gruesos parpados se agitaron antes de cerrarse por completo y luego inclinarse hacia adelante en el momento justo en que Hermione impidió que se fuera de cara al suelo.