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Huyendo


El treinta de noviembre como bien era conocido, era el último día del mes, pero también era el último partido de Quidditch. Harry aquella mañana despertó sintiendo su cuerpo helado junto al desconsolado sentimiento de la soledad, provocando que de forma automática abriera los ojos y viera aquel lado de la cama vacía. Y aunque el chico fue el primero en pegar pestañas en aquel día, estaba seguro de que Draco Malfoy había dormido en aquella cama junto a él, por eso es que ahora se encontró preocupo al ver aquel espacio vacío. De forma rápida vio a todos lados y cuando logro ver sus gafas a un lado de la cama encima de un pequeño taburete blanco, se las coloco y vio a los lados, afirmando lo que era obvio. Malfoy se había ido, sin decirle nada, ni una palabra o al menos con el intento de haber podía hablar de lo que había pasado en la noche anterior, porque claramente era algo de lo que se debía hablar...

Al momento en que Harry quito la sábana blanca de forma tosca encima de su persona, vio algo pegado en el colchón justo donde se supone que había estado durmiendo Malfoy, ya que aún recordaba el calor que le trasmitió en la noche, así como la suavidad de su cuerpo cuando lo abrazo. Ahora más calmado el chico tomo la nota y la despego, solamente para comenzar a leer:

Vuelvo en quince minutos.

Tenemos que hablar.

D.M

A lo que Harry, volvió a leer para asegurarse de que había leído bien, así que Malfoy también quería hablar con el...Estaba emocionado, asustado pero emocionado...

Malfoy no pudo seguir durmiendo, o era el molesto rayo de sol que se filtraba por aquella única ventana, o era el sonido exterior que se escuchaba a lo lejos

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Malfoy no pudo seguir durmiendo, o era el molesto rayo de sol que se filtraba por aquella única ventana, o era el sonido exterior que se escuchaba a lo lejos. Realmente no quería moverse de donde estaba, estaba cálido, cómodo y adormecedor, sin embargo, cuando su cuerpo le exigió que se despertara, lo hizo.

Comenzó a abrir sus parpado de la forma más lenta posible y deseando realmente que no tuviera que despertarse, después de todo era domingo, ¿Por qué demonios debía levantarse? No obstante, así lo hizo. Sus ojos al fin abierto y acostumbrándose a la luz, enfocaron lo primero que él quiso enfocar, que fue una robusta mano aferraba a su pecho y después observo aquella mano que le había servido de almohada al haber dormido alado de Harry Potter...

Las esquinas de su labio, no pudieron evitar estirarse hasta al punto de formar una tenue sonrisa. Podía escuchar los balbuceos de Harry detrás de él y sentía su respiración caliente en su nuca al igual que sentía el pecho del chico pagado en su espalda subiendo y bajando, causando en Malfoy un agridulce sabor en la boca, una agitadora sensación en su bajo vientre ¿Qué si sabía lo que estaba haciendo? Claro que estaba consciente de lo que estaba haciendo. ¡El antes era su mayor enemigo! Y ahora estaban abrazados juntos, en una cama, por supuesto que era diferente, pero ¿Le disgustaba? Por supuesto que, no. Era sumamente agradable, confortante, cálido, hipnotizante, único y embriagador, sin embargo, sabía que debía hablar con Potter, saber que era realmente eso que ambos sentían, porque por supuesto que no era lo que el diría, "amistad". Por eso y con la idea en la cabeza de saber cómo encontrar una manera de saber exactamente la respuesta de esa sensación agridulce bajo el paladar, se removió en la cama. Despego su espalda del pecho de Potter al momento en que tomo la mano del chico con el que le tenía abrazado y se apartó de aquel reconfortante abrazo, dejando a un Harry completamente dormido y roncando levemente, en la cama.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora