𝐹 𝐼 𝑁 𝐴 𝐿

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Aquel año cayo nieve a inicios de noviembre, pero la mansión en Wilshire se mantuvo cálida y acogedora. La familia de los Potter-Malfoy construyó una perfecta utopía en casa, aunque, lleno de cosas muy simples y alejadas de lo estrafalario que era su vida antes. Se montaron todo un itinerario con horarios laborales, compromisos ministeriales, citas médicas, cenas de trabajo, o viajes laborales. También se mencionaba quien haría que en casa, tras la renovadora ley del P.E.D.D.O.  Ahora sus elfos domésticos no trabajan todo el día, tenían una hora de salida, y sus exactas semanas de descanso. Tuvieron que acostumbrarse a no recibir mas ayuda por parte de ellos (en realidad fue más difícil para los elfos que para Harry y Draco), pero muy pronto lo lograron. Al pasar los meses, Harry volvió al trabajo al igual que su esposo, el cual salía de casa si era meramente necesario. 

Desde entonces han logrado llevar una vida efímera y muy hermosa conforme Sev iba creciendo, y entonces, el bebe que no podia ni mantener los ojos abiertos, era ahora el pequeño de un año más curioso de todo el mundo, y eso era a veces un problema para sus padres que debían estar con demasiados ojos pegados a él o desaparecía en un abrir y cerrar de ojos para alguien que aun gateaba. 

Hoy era sábado, por lo que Harry estaba en casa, y Draco en las mazmorras ocupado con varias pociones, y Sev estaba en el cuarto de juegos que Harry hizo tras un mes del nacimiento de su hijo, pues muy pronto comenzó a querer explorar más sitios de la casa, y que mejor que un cuarto de juegos adyacente a la sala principal de la casa donde él podría ver todo sin que estuviera cerca del peligro. Padre e hijo, estaban sentados en el suelo de espuma que protegía a Sev para que no se lastimara. Él bebe por ahora, jugaba con su campo de quidditch miniatura, que Wood le había regalado al hijo de Harry esperando que siguiera los mismos pasos que el mejor jugador que tuvo en su equipo. Su padre lo observaba sin mucho que hacer, pero con una sonrisa de alegría. Solo lo vigilaba, y al no tener nada de pápelo que rellenar lo aprovechaba tomándole fotos a Sev mientras este está distraído. Las fotos las acoplaba al gran álbum de cuero que Hadrid le dio hace mucho tiempo a conjunto con las fotos de sus padres.

Antes no sabía muy bien cómo utilizar la cámara, pero gracias a Dennis supo cómo hacerlo, y era realmente increíble tener plasmado los recuerdos de su hijo. Quería darle muchas cosas de las cuales el jamas tuvo.

De repente, aquella tarde juntos, Sev hace lo impensado.

Harry lo observa vacilante y su hijo lo observa de forma seria mientras ya hace parado y aferrado a un cajón de juguetes con ambas manos. No sabe cómo o en qué momento, solo había desviado la mirada a la cámara un segundo y ahora su hijo estaba de pie. Deja caer la mandíbula asombrado por lo que ve, y Sev da un paso tembloroso sin soltarse del cajón. Harry ya está abriendo los ojos cuando comienza a balbucear.

—Aaaaaaaah...—Emite Harry dando un "clic" con la cámara y asomando el rostro por el umbral de salón— ¡Draco, ven rápido!

Sev ya se ha soltado del cajón y Harry da otro "clic" mientras se acerca y estira una mano por si acaso. Atrás de él se escuchan pasos veloces acercándose, pero él no quita la vista de su hijo que ha comenzado a dar sus primeros pasos.

—¡¿Que pasa?! ¿Sev esta...?—Pero Draco se caya al ver lo mismo que Harry y se da otro "clic" que hace virar a Sev con otra dirección a su caminata, y acelera sus pasos al ver a su padre Draco parado del otro lado de la puerta para bebes. El hombre ni siquiera lo piensa, se pasa al otro lado con los brazos abiertos y recibiendo a su hijo en brazos que ríe fuertemente cuando cae en brazos de Draco.

—¡Sus primeros pasos!—Exclama Harry feliz al ver a Sev abrazándose a Draco y a su esposo apunto de llorar.

Y más momento como estos fueron continuando.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora