☀46☀

1.3K 146 57
                                    

46

Los Dursley


A mayo le quedan tres semanas por terminar, lo que significa una leve presión en Harry y Draco sobre los últimos arreglos de su boda. Ambos habían acordado casarse tras graduarse, y eso era exactamente dentro de tres semanas y aún faltaba cosas que ver, aunque todo se había reducido gracias a Pansy y Hermione como sus organizadoras personales, además, tenían la ayuda de los padres de Draco, de los Weasley y varios amigos mas, por lo que el estrés para la pareja era casi mínimo, y les sombraban los agradecimientos.

Solo que había cosas que no podia hacer por ellos. 

Ahora estaban en la oficina de la directora esperando que la mujer terminara de hablar con la enfermera, Poppy Pomfrey, sobre un chico que tosía burbujas para poder pedirle un permiso de salida, con el cual podrían ir al callejón Diagon el sábado que venía.

Harry estaba sentando en uno de los sillones del lugar leyendo el profeta de manera emocionada. En la mañana al despertar Hermione le había avisado que había cierto artículo sobre su boda, inmediatamente, bajo a desayunar y espero la llega de Erlin con su periodico matutino. Cayo el profeta, dos cartas del ministerio, y una, ya no para su sorpresa de los padres de su prometido con una caja de golosinas, vaya que ha pasado el tiempo. 

Draco estaba paseando por el lugar, su dedo curioso se pasaba por cualquier artefacto que le parecía interesante. Él era muy curioso, Harry lo sabía, después de aquella vez en que lo vio en Borgin y Burkes tocando todo aquel artefacto que veía se lo aseguraba, y contando que Draco no había estado en dirección tantas veces como Harry lo hacía ser más curioso, y los cuadros de todos los ex directores parecían tan interesados en ellos como la curiosidad del mismo Draco.

—¡Ah, grandioso! —Exclamo Harry de repente, acomodando y doblando el periódico para enfatizar aquella parte que solamente quería leer.

—¿Qué pasa? —Pregunto Draco inclinado la espalda y viendo aquella esfera de cristal que contenía una espesa nube de negrura. Al tocarle, a penas dando un roce con su dedo, cambio el color de la esfera en un remolino entre negro y blanco que se volvió después una nevada con fuertes venticas dentro. El chico alzo las cejas levemente sorprendido. 

—Robards—Fue todo lo que dijo Harry con una cara de cansado—Comento que todo el departamento de aurores estará presente en nuestra boda, con uniformes de gala. Como el que usare yo...

Draco soltó una visita que hizo a Harry apretar el ceño y dejar a un lado el periódico. El uniforme de gala, cierto, como podría olvidarlo Draco. 

—Sabes que es tu culpa—Indico Draco irguiendo la espalda con sus nidillos debajo del mentón y mirando la repisa de libros arriba de su cabeza. Los libros se salían del mueble y volaban como mariposas a otros libreros mas arriba acomodándose como si nada—Tu, y tu linda faceta por decir "Si" a todos.

—Lo sé...—Acepto Harry decaído.

Gawain Robards, el jefe de los aurores y muy pronto jefe de Harry tan pronto se enteró de la boda de Harry vino de visita en el colegio para hablar con Harry de que definitivamente el evento de su boda era maravilloso por lo que esperaba estar invitado. Harry claramente acepto,  más por los nervioso que por que quisiera, y después literalmente todo el departamento se auto invito. Para terminar de arruinarlo todo Robards le comento a Harry que estaría más que feliz si Harry usara el traje de gala de los aurores cuando se casara, diciendo que sería de gran corazón que lo hiciera, una muestra de respecto al ministerio o algo de lo que el chico se perdió a la mitad de la platica.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora