28
Victoire
Las inseguridades son un problema que no se podían tomar a la ligera, por suerte Harry había logrado hacer hablar a Draco antes de que algo mucho peor pudiera pasar. Su paciencia era quien le estaba ayudando con gran medida a entender a su novio. Ambos eran nuevos en todo esto, aun había tanto que conocer sombre ellos, sobre sus problemas que no eran algo de lo cual era fácil de hablar y no solo era Draco quien tenía sus dudas, también las tenía Harry, pero por suerte las medidas que estaban usando les estaba yendo de maravilla...
Confianza.
Harry y Draco se habían sometido a la confianza y entregado a su totalidad. Hablaron como adultos, y de un momento a otro se dejaron llevar ante la profundidad de las conversaciones y el calor trasmitido entre ellos. Todo aquel problema que de repente surgía era hablado. Harry fue quien se dejó llevar mucho más dejando salir todo a la luz a oídos de su novio, con Draco no tanto, pero lo entendía muy bien. Vivir con la familia que tuvo, cerrarse a sus sentimientos, no tener con quien hablar, estaba dejando que fuera lentamente, quería que confiara en él, a su modo y tiempo. Quería que se atreviera a decirle más de tres palabras, que dejara de lado aquel miedo a la soledad, que le mirara a los ojos y confiara en el plenamente, el dejaba que se tomara el tiempo necesario y todo fue resultando de maravilla, sin embargo, había un nuevo problema, uno que hacia a Harry suspirar de cansancio...
Los ÉXTASIS...
Problema número uno para Harry. Entre aquello y eso, y esto, había perdido el lapso de dormir por el incremento de estudio de sopetón. Estaba cansando hasta los pelos porque el estudio lo consumía y ser el capitán de quidditch le quitaba los minutos mínimos de un descanso por tener que preparar las jugadas del equipo, además de explicarle las normas y todo sobre quien sería su sustituto, y también debía aguantar el mal carácter de Ginny en el equipo. Era tan agotador, que, al caer la tarde, cabizbajo y arrastrando los pies logro llegar a donde sabría que encontraría su novio. Responsabilidad, Draco era un intelectual fiel, sabia como, cuando, qué, y porque debía estudiar, algo que no estaba en los planes de Harry. Estudio, ¿Qué era? Bien, aprendía lo mínimo y necesario que debía saber para pasar la asignatura, ¿Por qué estudiar?
Su querido novio estaba oculto bajo una espesa y oscura sombra que se hacía por culpa de dos grandes librerías enfrente del (Posiblemente único) sofá de la biblioteca que nadie solía frecuentar. La intensa oscuridad que daba aquel lugar al que no tocaban los rayos del sol mantenían lejos a varios alumnos, obviamente a Draco no le molestaba para nada aquello, es más, parecía encantarle estar ahí por la gran cantidad de libros acumulados en la mesa de té enfrente de él, al parecer ya había terminado de leer todos aquellos tomos.
Emitió un sonido leve y gruñón para avisar su llega. Draco rápidamente levanto la filosa mirada de su libro y se fijó en el puchero de Harry al acercarse al sofá y derrumbarse como costal de papas a su lado. Una gran capa de humo salio del sofá y se impregno en aquel único rayo de sol que rozaba las crestas de los chicos.
—Que desastre.
—Que cansancio.
—Lo puedo ver— Susurro Draco dejando de lado su libro por un momento para fijarse de refilón detrás de él y por encima de su hombro. Harry estaba tumbando en todo el sofá con la boca levemente abierta y los ojos apenas abiertos—¿No has dormido?
—He estado haciendo las jugadas nu-nuevas. —Bostezo—Repase tus pergaminos de pociones..., gracias, me ayudaron bastante con el ÉXTASIS de pociones—Menciono Harry sonriendo con cara de un sueño tremendo, mientras pensaba en que solo le faltaba ver su descomunal notable en sus resultados de examen.
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¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...