¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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Detrás de la verdad, hay un alma perdida

En un campo de brillo inigualable, millones de estrellas son iluminas por la luna en un prado de gladiolos amarillos que al constante movimiento de pisadas se agitan y se separan de su tallo.

—¡Sigue corriendo, corre!

La voz esta llena de miedo, el prado ejecuta por todo sus lares un eco repentinito seguido de afilados rayos de luz que se oyen al fondo. Alguien esta peleando al fondo, pero los chicos no paran de correr, todo lo que existe en el lugar es el sonido de pisadas aceleradas y respiraciones cansadas que reclaman la paz para poder estar bien. Harry no ha parado, pase al dolor, el cansancio. Draco va enfrente de él cómo todo un Angel que lo guía por el sendero correcto.

—¡No te detengas Harry!

Para Harry, la voz de su amante es como un impulso, y sigue corriendo sin un camino seguro. Hermione y Theo se habían separado de ellos luego de que un gran muro de fuego los apartara a la vez. El plan de Hermione era llevarse consigo a los mortífagos y proteger a Draco y Harry que estaban completamente desármanos, sin embargo,  algunos cuantos lograron pasar, y aun asi, Harry no podia sacarse de la cabeza la preocupación que tenia por Theo y Hermione, aunque su vida misma corriera peligro ahora. 

—¡Por aquí, rápido!—Viraron con un giro audaz, saltando por un tronco caído, y salieron de entre dos arboles juntos continuando por el campo cuando:

—¡¡Estan muertos!! —El alarido es más como un rugido inhumado en la espesura de las sombras que pone en alerta a Harry y lo detiene para ver a su alrededor. Grave error.

El chico cae al suelo de espaldas, gritando adolorido y deslizándose entre un gran puñado de gladiolos que se hunden por el peso extra mientras que Harry da una gran pelea con el sujeto que le ve con unos profundos ojos azules y los dientes afilados salivando a chorros.

—¡Harry!—Grita Draco desde atrás y por un momento Harry teme que su pareja haga una locura.

—¡No te acerques! —Exclama Harry con los dientes apretados y evitando que Greyback encima de él no logre darle el gran mordisco que tiene impregnado en su rostro con deseo de darle.

—¡Te desgarrare el cuello! —Gruñe Greyback con una gran sonrisa en su rostro y dando mordisco al aire cada vez que estaba cerca de rostro de Harry, entonces la pesadilla del chico se vuelve cruelmente real. El hombre lobo deja de estar encima de él, y se enfoca en el cuerpo que se había trepado a su espalda, tomando su cuello y apretándolo con tal fuerza que Greyback soltaba agudos aullidos de sofocación. 

Se levanto de un salto y siguió el altercado con ojos aterrados, sin saber en que momento atacar para no lastimar a Draco, cuando en un abrir y cerrar de ojos fue lanzado al suelo con un gran impacto en su espalda. Greyback rugió forzando las garras y a punto de lazársele a Draco, Harry intervino tacleándolo o al menos intentando hacerlo, ya que el hombre superaba su peso, altura, y musculatura, y el hecho de que fuera un hombre lobo no lo hacía más fácil, pero logro apartarlo de Draco, que, en el suelo soltaba quejidos dolorosos que hicieron a Harry ponerse a la misma altura que su rival; como un animal con tal de dar su vida por proteger.

En los empujes, y las esquivadas de garras y dientes, Harry logra darle un golpe al rostro de Greyback, pero tan rápido como se lo da, se arrepiente, pues sintió que todos los huesos de su mano se quebraba ante el impacto. Greyback, ríe tronándose el cuello, el impacto le había dejado una fina y casi invisible marca encima de la arrugada nariz. Una lengua larga se asoma de entre su semi hocico de perro, y se lame la fina linea de sangre que corría de su sensible nariz negra. Le sonrió a Harry con su larga hilera de afilados dientes amarillentos. El chico  da varios pasos hacia atrás cojeando, queda frente a Draco que se abrazaba las costillas con una expresión de dolor incontrolable y observaba pasando saliva pesada, la maniática expresión del hombre.