39
Mereces ser feliz
—No te muevas de aquí, Draco, ¿vale? Iré a mirar las varitas calle arriba, vuelvo en tres minutos.
—Si madre.
La mujer, alta y de belleza inimitable hizo a un lado el rubio copete de su hijo con delicadeza. Le sonrió al niño parado en el escabel y salió de la tienda siendo seguida del sonido de la campanita del local.
Draco se quedo parado mirando todo con sus profundos ojos grises. Quería tocar alguna de aquellas telas aterciopeladas, o aquella de piel de Dragon, pero no quería moverse cuando tenia aquel pedazo de tela enorme que era su túnica del colegio.
Suspiro. Estaba enteramente aburrido...
Miro sus zapatos boleados y brillantes, sus pantalones lisos de color gris, y luego elevo la mirada en el exacto segundo en que una mujer llego y se acuclillo enfrente de él.
—Levanta los brazos dulzura—Le pidió amablemente. Draco alzo los brazos ala altura de sus hombros y observo meticulosamente a la mujer mientras le iba poniendo alfileres en la tela. Sin embargo, en un fugaz momento alzo la vista. La campana del negocio sonó y la puerta a la que apenas podía ver había sido abierta.
Un brillo inexplicable apareció en los ojos del niño. Había entrado un chico, una que se veía exactamente de su edad, tal vez de su misma altura también. El chico tenia el cabello todo revuelto, como si apenas hubiera despertado de una siesta, Draco se rio un poco, se veía gracioso. Bajo los brazos cuando la mujer se lo pidió y miro de arriba abajo al muchacho, se pregunto el porque de su ropa. Eran tres veces su talla, las mangas de la camisa a cuadro que lleva le quedaban como trapos y sus pantalones caqui tenían muchos dobleces .
—¿Hogwarts, Guapo? — Oyó que le había dicho Madame Malkin, que era una bruja sonriente y regordeta. Draco miro nuevamente al chico, este asintió. Comenzó a sentir que se le aceleraba el corazón, y más cuando los vio acercarse a donde él estaba.
Dejo de observar y miro a otro lado, como si los vestidos al lado le fueran más de su gusto, pero no logro estar mucho tiempo viendo eso pues ambos llegaron a su lado, y Draco fijo su vista en el chico sin discreción. Madame Malkin le deslizo por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcarle el largo apropiado.
—Hola— Dijo Draco sin pensarlo—¿También Hogwarts?
—Si— Respondió el chico y le volteo a ver. Draco entonces lo observo con más detalle. Su inmediata opinión al verlo es que sus ojos eran muy bonitos...
Un verde esmeralda...
—Mi padre está en la tienda de al lado, comprando mis libros, y mi madre ha ido calle arriba a mirar varitas— No sabia porque, pero quería hablar con él, aunque no quiso sonar muy familiar, que tal si le molestaba al chico, así que uso un tono de voz normal, aburrido...—Luego voy a arrastrarlos a mirar escobas de carreras. No sé por qué los de primer año no pueden tener una propia. Creo que voy a fastidiar a mi padre hasta que me compre una y la meteré de contrabando de alguna manera— Quería sonar cool, aunque la idea de meter de contrabando la escoba le resultara algo preocupante—¿Tú tienes escoba propia? —Continuo Draco. Estaba interesando por saber, tal vez así podrían volar juntos en el patio de su casa. ¡El patio era enorme! La mayoría de veces se aburría en el...
—No— Respondió el chico y Draco miro en su rostro algo de desagrado. ¿Y si no le gustaba volar? ¡No podía ser!
—¿Juegas al menos al Quidditch? —Pregunto Draco con cierta pizca de asombro.
ESTÁS LEYENDO
¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...