¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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Miedo

En una tarde agradable, en conjunto con sus amigos surgió una pregunta de la nada hecha por un atolondrado Gregory Goyle. Este le pregunto a Draco sobre lo que veía en Harry.

El no pudo contestar en ese instante, lo que le coloco pensativo durante varios días, en que solamente se basó en observaciones. El era un maestro increíble de la deducción para determinar  las cosas con solo una cantidad pequeña de información, lo que no era difícil al ser novio de Harry Potter, un libro totalmente abierto.

No solo sus facciones le delataban con facilidad, también sus emociones que las tenia a la mano. En muchas ocasiones Harry fue incapaz de ocultar sus emociones, especialmente si era la ira la que salía a flote.

—¡Dilo otra vez!— Grito Harry apunto de acercarse a un chico que reía de forma nasal por el comentario antes escupido con su voz chillona. El chico siguió viendo sin miedo los ojos verdes, era retador, y Harry no se dejaría fácilmente, no señor, sobre todo si insultaban a su novio enfrente de el, sin embargo, Draco se interpuso e hizo que lo mirara a los ojos, fue algo que no tardó en hacer Harry. Como dos imanes se atrajeron.

—Si vuelves a pegarle a alguien te expulsaran, y yo te pegare a ti si eso pasa...—Mascullo Draco con una falsa sonrisa. Harry aparto la temblorosa mirada llena de una selva ardiendo. Otra vez miraba a ese tipo con los puños apretados, pero su novio lo hizo volver a verlo al tomarlo de las mejillas con solo una mano grande de dedos largos posándose en su barbilla—¿Entendido?

—Pero...

Draco abrió los ojos e inclino la cabeza, Harry suspiro, y comenzó a caminar con su novio alado. Las risas detrás de sus espaldas continuaron y se intensificaron, solo que las ignoraron, al menos el rubio que era el encargado de tranquilizar a su novio, aunque podia sentir que Harry ardía de odio.

Era valiente, de eso no cabía duda,  solo que a veces, su valentía sobrepasaba los limites del corazón débil de Draco.

—¡Ey!

El chico dio un salto que provoco que el libro de sus manos resbalara y callera sacándole a varios un susto por el ruido repentinamente dado, pues se encontraba en la biblioteca, un lugar donde se suponía debía haber silencio absoluto. Pero no pudo evitarlo, estaba en la cuarta planta, por lo que al oír la voz de su novio tan de repente le saco un buen choque. Lo busco con la mirada y al no hallarlo apretó la glabela, confundido, ya se estaba volviendo loco. Cuando estaba por desistir la ventana a la que le daba la espalda fue tocada por varios golpecitos y el con una cara de completa turbación se giró. No le falto nada levantarse de un salto y abrir la ventana.

—¡¿Estás loco?!—Exclamo Draco con la cabeza afuera de la ventana y viendo hacia abajo y los lados como un maniático al no ver a nadie que le asegurara que si caí no se moriría su novio, pues Harry estaba montando en su escoba de carreras, de cabeza y con las piernas colgado del mástil como si fuera un acróbata de circo.

—Te vez tan hermoso leyendo—Exclamo Harry feliz alzando los brazos para que su novio se acercara a el.

—¡Ven aca imbécil!—Regaño Draco y tomo al chico de la sudadera y lo hizo entrar a la biblioteca a la fuerza. Ambos cayeron al piso haciendo mucho ruido.

Ya ni la biblioteca se salvaba de ellos...

Era ingenioso, (una total sorpresa ) pero muchas más veces un tonto total, y debía admitir que eso era lo que más le gustaba a Draco.

—Necesito mañana un pergamino completo donde me especifiquen todas las fases del eclipse.

Los alumnos suspiraron en el momento en que la campana resonó.