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Los días continuaron a pasos lentos, y tan domésticamente posible en la mansión. Draco había dejado de tener tantos malestares; los vómitos matutinos ya no lo consternaban a toda hora, lo cual hacia feliz a todos en la casa, y, amigos que deseaban mucho visitar a la pareja, pero que no se atrevían a romper la burbuja de calma de Draco. Era emocionante lo que pasaba, ya que de todos ellos (el grupo de amigos), eran la primera pareja en formar una familia y la verdad, es que estaban entusiasmados , sobre todo curiosos por el tipo de magia que estaba causando este gran acontecimiento. Por este hecho, la mayoría de sus amigos se unió para ir recaudando información acerca de la situación de Draco. 

Una tarde después, en una de sus visitas constantes, Draco pudo notar cierto comportamiento raro en su amigo Theo, que lo visitaba a la mansión.

—¿Has estado durmiendo bien?

Su pregunta debió sorprender a Theo, al grado de hacerlo tirar la taza de té que tenía en sus manos. Luego del susto Draco levanto una ceja y dejo aun lado el plato de porcelana junto a su taza de té en la mesita frente a él. Toffi no tardo ni un segundo en aparecer y chasquear los dedos para que la taza rota regresara a la normalidad, y el té esparcido en la alfombra, se evaporizara.

Una nueva e hirviente taza de té estaba siendo servida en el aire cuando Draco se levantó del sofá y se colocó a un lado de Theo que se tocaba las manos de forma inquieta. Entonces pudo ver el vendaje sobre su mano, recordó, que debía preguntar al respecto tras haber visto aquella herida hace un mes, pero con todo aquello del bebe, los preparativos, los malestares, no tuvo tiempo de preguntar.

—¿Estas enfermo o algo? — Pregunto Draco preocupado. Theo esquivo su mirada y su pie traqueteo un largo rato en el suelo hasta que el hombre se giró a verlo con los ojos llorosos.

—Tu sabes que Jones y yo estamos a cargo de tu sangre... verdad—Susurro.

—Si...Tengo entendido que quieren buscar todos los ingredientes de la poción de Cox— Comento mirando el cubo de azúcar derritiéndose en su té. 

 —Yo..., estuve expuesto a un...Un accidente —Farfullo y Draco se acercó más a su amigo No estará enfermo, ¿verdad? Que algo hubiera pasado con las pociones, y ahora estuviera muriendo o algo asi, por dios, no, no podia pensar eso —Con tu sangre...

—¿Qué? —Pregunto este, alarmado—Y...¿Qué quieres decir?

—No fue un contacto directo... Hicimos la primera muestra combinado tu sangre con algunos otros ingredientes que detectamos antes en tu prueba, como; tentáculo de Murtlap, ópalo, cuerno de unicornio, alas de hada, asfódelo y menta, sin embargo no sabias exactamente las cantidades, asi que algunas terminaban explotando, o convertidas en asidos imbebibles, hasta que una de ellas no...  

—¿Se mantuvo estable? —Pregunto Draco impactado. Theo asintió.

—Era exactamente como la describiste. Incolora, inolora. El sabor no podíamos probarlo pero, lo que realmente queríamos saber era si funcionaba. Probamos con la sangre de Jones. Combinamos un poco de su sangre con la poción, y después de tres días los cromosomas de esa pequeña cantidad de sangre eran diferentes, asi que concluimos que esa era. Entonces hicimos pruebas con dos lechuzas macho que resultaban haberse convertido en pareja en una tienda de mascotas asi que...

—¿Funciono?

Theo lo miro a los ojos un corto segundo antes de ver su mano vendada. 

—Si.

Draco agrando los ojos hasta el tope y abrió la boca sin saber que decir. Se toco el estomago y vio la mano de Theo. 

—Pero...¿Qué paso contigo?

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora