¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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Rita Skeeter

Rita Skeeter como apareció, desapareció. La ocurrente llegada de la directora en busca de Draco y Harry había logrado ahuyentar a la periodista más molesta del medio, y aunque todo pareció bien para la pareja no les absoluto el coscorrón que se llevaron ambos por faltar a sus clases. Con reprimenda y todo Hary quedo absolutamente contento, otro intento de Draco por esconder sus preocupaciones evitado. Cada vez reconocía que era más fácil hacer que el chico pudiera abrirse con él y le digiera todo tormento que le preocupa y eso a Harry le hacía exquisitamente feliz.

—¡Cuidado, cuidado!— Una gran bocada de fuego salio rozándole las cejas a Harry que por suerte logro esquivar las llamas.

Varios chicos de cuarto rieron, porque aquel chico que había sacado fuego de la boca ahora estaba en piso con los pelos en punta y lleno de hollín en la cara.

—¡Los caramelos escupe fuego están prohibidos! ¡Ey, Chicos! —Grito Hermione al ver que aquel grupo la ignoraba, es más, con solo ver a la prefecta de su casa salieron corriendo con los dulces en mano y arrastrando a su amigo de la túnica.

—Tranquila Hermione, solo se están divirtiendo— Comento Harry demasiado calmado para alguien que estaba a punto de ser rostizado, pero es que estaba tan perdido en su novio que nada le podía quitar el buen humor.

—¡Uggh, Owen, quítate, eres asqueroso!

Una chica de séptimo de Hufflepuff grito asqueada cuando Owen, (también de Hufflepuff) se le acerco con la boca llena de una baba mocosa y trasparenté que abarcaba casi toda su boca.

—Eleanor, no te esponjes, ya pareces Filch— Se quejo el chico que le acompañaba.

—Cállate Kevin, oh no. ¡Ahí viene!

Los dos chicos voltearon donde Eleanor señalaba y en efecto, miraron que el celador Filch estaba al final del pasillo con varias cosas en sus manos, desde bombas fétidas que se resbalaban peligrosamente de sus brazos, hasta tazas que querían morderle la nariz. Harry, Ron y Hermione se hicieron a un lado y dejaron pasar a los chicos que salieron corriendo fuera de la vista del furioso conserje escolar.

—¡Denme esos caramelos de moco ahora mismo! — Grito Filch al pasar alado de ellos con rabia en los ojos. Harry y Ron se burlaron en silencio mientras Hermione demostraba obvia preocupación.

¡La escuela nunca se había visto tan fuera de lugar como hoy!

—¿Por qué hay tanto alboroto?—Pregunto Hermione apartándose justo a tiempo para evitar que un chico le tosiera en la cara al estar caminando con sus compañeros que no dejaba de hipar, pero felices.

—¿No lo sabes? —Pregunto Ron sintiéndose ofendido de repente. Hermione alzo una ceja seria, el chico que solo quería intentar hacerse el gracioso termino sintiéndose incomodo por la mirada de enojo que le daba. Cambio su semblante de sabelotodo y rebusco en su morral. Unos segundos y saco un pedazo de papel con la esquina rota—Es la tienda de Zonko. Toda esta semana tendrá un descuento del 50% en todos sus artículos— Respondio el chico pasándole el artículo que mostraba una varita con sombrero y bastón bailando y guiñando el ojo con dirección a que lo leía.

—Estaba pegado esta mañana en el tablero de Gryffindor, Hermione. ¿Cómo no lo viste? —Comento Harry riéndose de un chico que reía a carcajadas por una pluma que lo atacaba en las cosquillas. Pensó en que debía comprar una y dársela a su novio, ya que quería jugarle una broma, y hacerlo reír.

—Asi que asi, sí que beis el tablero ¿No? — Regaño Hermione ofendida, pues ella solo lo veía cuando sabía que había cosas importantes que ver y no solo el descuento de una tienda de artículos de broma—¿Y tu?— Señalo a Harry con la mirada, el la miro sin comprender a que se referia—¿No estas preocupado?—Le pregunto a Harry con los ojos bien abiertos, su amigo siguió escéptico.