16
Los Malfoy's
Draco literalmente bajo del autobús corriendo, lleno de una expresión verde de las náuseas acumuladas. Con las manos sobre las rodillas y la mirada abajo se quedó al pie de la casa de Harry respirando y aguantándose las ganas de vaciar su desayuno de las 7. Su acompañante bajo detrás de el a paso lento y evitando soltar carcajadas porque no quería quedarse sin besos para toda la vida. Se acerco y se inclinó hacia Draco; tenía el rostro más pálido de lo normal.
—No vuelvo a subirme... En... esa cosa...Entendido, Potter—Escupió Draco tocándose la frente con el dorso de su mano temblorosa.
Había odiado todo del autobús. El color purpura, los frenazos innecesarios y hasta la velocidad sobrenatural del transporte, sin mencionar la inestabilidad con la que podías estar en él, obviamente Harry lo había disfrutado a lo grande, pues la mayor parte del tiempo tuvo a Draco aferrado a él con uñas y brazos a su cuerpo para no caer.
Se incorporo cuando su cabeza dejo de dar vueltas, sin embargo, Draco se había divertido, al menos algo.
—¿Preferirás otro tipo de agitación? —Pregunto Harry con las cejas levantas al ver a su pareja más tranquila. Draco lo miro con la boca semi abierta y maravillado por lo desenvuelto que comenzaban a ser, ya ni siquiera recordaba lo que eran los nervios. Su novio le extendió una mano.
No fue necesario decir mucho más para comprender a que quería llegar. Acepto la mano con una juguetona sonrisa. Había olvidado por completo las nauseas.
Harry correspondió e inmediatamente comenzó a jalar a Draco a su casa, que había aparecido entre en medio de otras hace un buen rato atrás. Entraron dando un portazo por la patada que Harry le metió a la puerta. Dejo las llaves en el bol sobre la mesita redonda de la esquina y sin soltar aquella mano cálida comenzó a subir las escaleras como si su vida dependiera de ello, asociado a agradables risitas de picardía.
—¡Estaré en mi cuarto Kreacher, ni se te ocurra subir! —Grito Harry llegando ya a la mitad de la escalera.
Llegaron los dos al segundo piso con risotadas y dieron vuelta a la izquierda. Harry abrió la puerta de su habitación y lanzo a Draco adentro que retrocedió lentamente mientras veía como su novio se sacaba la sudadera por encima de la cabeza arrancándose los lentes de la cara y despeinándose más de lo normal. Algo de todo eso había excitado en gran medida a Draco que jadeo meticulosamente. No sabía si por ver el nuevo cuerpo de Harry (que era más musculoso), o, por lo ansioso que se veía por él. Eso lo encendió por completo. Saber que Harry lo deseaba, a él, a su cuerpo, le causaba una sensación de superioridad inmensa.
Sus rodilladas golpearon el borde de la cama por seguir caminado hacia atrás sin notarlo. Quedo sentando automáticamente.
—Estas ansioso...—Susurro Draco con elocuencia mientras miraba los movimientos erráticos de Harry que se quitaba el cinturón de cuero y las zapatillas de forma torpe y apresurada.
—Muero por tocarte.
Draco fue retrocediendo en la cama conforme Harry se acercaba. Los dos una vez que se quedaron encima de ella se contemplaron a los ojos sin nada de color decorándolos, se notaba la lujuria en sus cuerpos. Harry se coló entren en medio de unas piernas largas que lo apretaron con fuerza y se acercó para besarlo, pero su novio lo detuvo.
—No cerraste la puerta...— Señalo Draco con la cabeza. Harry lo miro ceñudo por unos momentos antes de que el sonido fuerte de la puerta cerrando y el seguro colocándose distrajera al rubio.
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¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...