¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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La última prueba

La manera con la que Draco había lidiado con los problemas que le rodeaban por dos días antes de este día (Donde los problemas aumentaron) fue mantener la calma, leer, escribir, algo que dejo de funcionar una vez que llego la hora de su prueba...

Draco termino de comer en el gran comedor o al menos su intento de tocar bocado. Vio que Sokolóva se había levantado de la esquina de la mesa y parecía estar muy lista a ganar luego de haberle dirigido una asevera mirada de reojo, para irse a la sala continua cerca de la mesa de los profesores, donde la directora había informado que esperaban los familiares de los campeones solo para saludarlos. Al segundo después vio que Louis se levantaba de la mesa de los Gryffindor, justo donde Harry Potter estaba sentado, dándole la espalda y sin moverse para nada, como una estatua...

Realmente no quería ir a la sala, quería quedarse ahí esperando que su novio se volteara a verlo como siempre lo hacía, con una sonrisa y sus ojos verde puestos en él, pero nada pasaba, y justo cuando se iba a levantar para acercarse a su novio y hablar por primera vez en frente de todos —tal vez incluso plantarle un beso—, una cabeza se asomo por la puerta y lo llamo.

—Señor Malfoy, vamos, su familia ya está aquí— La directora McGonagall volvió al cuarto y Draco no tuvo más que levantare con flojera de su asiento. Les dirigió una mirada a sus compañeros, especialmente a Theo, y después miro a Harry, este, ni siquiera se había vuelto a verle...

¿Tanto así estaba de enojado?

Cruzo el gran comedor, aguantando aquel dolor debajo del vientre y abrió la puerta de la sala.

Louis y sus dos padres estaban ahí, alado de las librerías, incluyendo una hermosa mujer de cabello pelirrojo liso, estos tres solo hablan en francés muy fluido mientras que Louis parecía algo atiborrado por tanto parloteo a la vez. Sokolóva se hallaba cerca de la chimenea hablando con un hombre alto, y de hombros extremadamente gruesos, ella había heredado el color de su cabello, los dos hablan rápidamente en ruso, y al final de todo ese cuarto, cerca de una ventana, donde entraba muy poca luz, estaban sus padres, como dos silenciosas sombras.

Tan pronto llego a estar enfrente de ellos, no supo que decir.

—¿Cómo te sientes? — Uno minutos después, hablo la madre de Draco, sonriéndole. El, por el contrario, vio a su madre serio. ¿Cómo decirle que no estaba bien? Que aquella persona, que, con día a día, amaba mas, ahora le ignoraba como chicle en zapato. Estaba algo cansado, había ignorado a Harry por una situación con su padre, ya no quería aquello, ¿Acaso no tenia el derecho de ser feliz?

—Con respecto al torneo, bien...—Contesto Draco cambiando la mirada a su padre que le vio con profundidad, pero por primera vez en su vida, y mientras apretaba el galeón mágico que había hecho para hablar con su novio, le mantuvo la mirada con la misma fuerza.

—¿Está pasando algo malo, hijo? — Inquirió la mujer separándose de su marido, tras dar un paso con tal de acercarse a Draco quien sintió el tacto suave de la mano de su madre en su mejilla. Cálido y protector, el muchacho se acerco mas al contacto, y poso su propia mano en la de su madre en el instante en que afuera se escuchó:

—Damas y caballeros, dentro de tres minutos se les pedirá, que vayan todos hacia el lago congelado, para presenciar la tercera y última prueba del torneo de los tres magos.

Draco, a pesar de todos los nervios que sentía, no dejo de sonreír, no dejo de repasar los hechizos que aprendió en dos días, no dejo de pensar en Harry...