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Draco Malfoy y el andén 9¾


—Solo podrás acabar tus estudios mágicos en Hogwarts, no más, no menos.

Los helados ojos grises del chico enfrente de aquel hombre de expresión dura, orbitaron con desprecio al escucharlo decir esas palabras. Era genial, casi magnifico. El Instituto mágico de Escandinavia ;Durmstrang, había rechazado de la manera más solemne, la solicitud de Draco Malfoy para entrar como estudiante de último año. Todo por las innumerables cartas de desaprobación por parte de los padres de alumnos de dicho instituto.

"No, aceptare que un Mortifago ronde en el mismo instituto que mi hijo" 

"Como osan aceptar a un Mortifago

"Mis hijos no estudiaran en Durmstrang con un Mortifago en ella "

Esas fueron algunas de las postales que habían caído en manos del director. A Malfoy no podría importarle menos, pero, por otro lado...

El director Sven Evensen (Nuevo director de Durmstrang —que me eh sacado de la manga —después del ascenso de Igor Karkaroff) estaba atado de manos. Oh eso decía "Con gusto aceptaría al joven Malfoy en el instituto, pero los padres..." Malfoy no se creía esos disparates, era obvio que aquel semi gigante, no le había pasado por su gran cabezota aceptarle.

—¿Por qué Hogwarts? , ¿Por qué solo ellos?— Interpelo fastidiado preguntándose si de verdad era necesario acabar sus estudios. Malfoy era rico después de todo.

—Muchacho, mira en la forma en la que me hablas, el ministerio te habrá absuelto de todo crimen, pero te dieron una sola condición. Ellos quieren ver que estés completamente restituido, para así regresarte tus permisos de libre magia, así que será mejor que dejes de comportante como un malcriado y tomes la única opción que tienes— Replico el hombre ajustando el gafete sobre su pecho.

Mikey Redelfs era el nombre de aquel barbudo Auror. Los Aurores son magos (o brujas) altamente calificados que trabajan para el Ministerio de Magia. Su principal cometido es dar caza a los magos tenebrosos, como lo son los mortífagos. Draco Malfoy sabía muy bien de eso, pues él ahora era catalogo como uno...

El Auror desde sus escritorio, le arrojo a Malfoy un folder, este era grueso y pesado, de color beige y en la esquina superior tenía un sello de lacre purpura con un escudo de armas: un león, un águila, un tejón y una serpiente rodeaban una gran letra H. Mirando el sobre desde arriba supo de qué se trataba, simplemente al ver el sello, pero aun así no sabía lo que contenía.

—Es la carta de la directora de Hogwarts. Minerva McGonagall, aceptando que nuevamente incorpores tus estudios, en el colegio — Aplaudió Redelfs fingiendo emoción—El ministerio lo acepto. Pero tienes algunas reglas que seguir impuestas por ellos ¿Crees que con tu "estándar" puedas seguirlas?— Bravo divertido al ver que de inmediato capto la atención del joven con solo decir un par de palabras.

Malfoy, apretó la mandíbula, impotente. Desde que había acabado la guerra, su familia, (incluyéndolo), ya no recibían el mismo respeto que antes. Si, a pesar de las declaraciones de la gente a su favor, lo único que habían recibido por parte del ministerio, fue que los dejaran lejos de Azkaban y que mantuvieran sus millones, pero aquel respeto, aquel valor del apellido Malfoy, se había disipado...

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora