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Llego el cuarto mes de la forma mas lenta del mundo en la existencia de Draco, y, para su extraña sorpresa, lleva todo bastante bien al darse cuenta que ha dejado de sentirse solo mientras los días avanzaban...

Su bebe, asi es, su bebe, ha estado creciendo bastante bien gracias al constante cuidado del Sanador Jones y de su amigo Theo, que ha estado viniendo a su hogar constantemente con instrucciones detallas del sanador Jones, (en caso de que el no pudiera ir a verle) para el crecimiento sano del bebe.

Al principio fue duro, luego de tan alborotadora noticia le costó aclarar y acomodar sus ideas de que ahora no solo era él, sino su bebe. Había dejado de ser "esto" a completamente ser "su bebe", abrazo el hecho de que tal sorpresa sorprendente tenia vida. No fue fácil, hubieron días de decaída en las que deseaba que todo fuera como antes, días en que la penumbra de sus pensamientos le tragaban por completo, pero cuando sentía esa chispa, esa diminuta cantidad de vida alterada dentro suyo se controlaba al ser incapaz de lastimar a un ser vivo, incluso los elfos domésticos podían darse cuenta de ello. Lo recuerda como si fuera ayer, cuando Toffi y Kreacher se habían escondido al pie de su cama mientras el leí un libro sobre "las sorpresas de la magia" con tal de buscar respuestas sobre su único caso. Los elfos tenían las orejas abajo, y sus ojos estaban llenos de curiosidad, se asomaban por el borde de la madera rustica de la base. Recuerda bien las palabras sueltas de Toffi señalando su abdomen con emoción: El amo tiene un bebe. Desde ese día, se volvió su bebe.

Comenzó a emocionarse con la idea de tener un bebe, justo cuando jamas se lo plateo, por supuesto, ¿quién diría que tendría un bebe? Él, un hombre, claramente no lo pensó, no fue alguna clase de loca idea en su cabeza, pero ahora que estaba hecho, no podía sacárselo de su cabeza, asi como la pregunta sobre el ¿cómo?, pero relacionado a otro detalle...

Osbert.

Fue hace una semana atrás, cuando trabajando en las mazmorras con unas pociones disfuncionales que llegaron a unas de las boticarias del área francesa, se vio asi mismo atrapado en cierto brillo parpadeante debajo las repisas del salón húmedo. Solo eso le interrumpió de su serio trabajo para ver el responsable de la perturbación oscura de su lugar de trabajo. Gracias al cielo podia agacharse lo suficiente con la pequeña curvatura en su abdomen, como le explico el sanador Jones que pasaría, por lo que pudo hincarse un poco, difícil, pero al final lográndolo.

Hallo un pedazo de vidrio capaz de causarle una herida pequeña, como una astilla, pero nada peligroso. Sin embargo, al estar ahí parado observando el cristal con brillo parpadeante recordó el líquido de aquella extraña poción que se implanto en su herida hace un mes. Asi que busco la respuesta ahí mismo, en esa misma repisa donde habían algunas cajas con letras grandes que decían: ¡Preocupación no tocar, cosas de Harry que podrían explotar! Sabía que estaba por ahí, en alguna parte y apunto de perder la esperanza sus ojos se enganchan en un lado. Justo ahí, la vio. Una pequeña caja negra de madera. La toma entre sus manos, agradece lo cerca que se lo ha dejado Toffi ya que estirarse asi arriba definitivamente le quitaría la mitad de su energía, culpa un poco a su bebe que le arrebata la mayor parte de su magia.

Suelta un suspiro de alivio cuando toma asiento en uno de los sofás del lugar y abre la caja. Ve que adentro hay huesos de dragón, tinta vieja añeja y hasta el final, escondido al fondo como si fuera parte de la caja, un sobre con la apariencia que debe tener un papel que ha sido mojado con algo y que ha estado olvido hace mucho. Draco piensa, La poción y chasque disgustado al no encontrar rastros de ella, de haber sabido que ello provocaría su embarazo hubiera impedido a Toffi tirar los restos de la botella que contenía aquel líquido.

Saca el sobre y lo demás dentro deja de importar. El liquido derramado ahora seco y impregnando en el sobre es observado con curiosidad, porque Draco ruega que la tinta de las letras aun sea meramente legible.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora