¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ

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La propuesta

—Tengo que deciros algo a todos vosotros, antes de que salgan a hacer de todo menos la tarea— Enuncio el profesor de Trasformaciones. 

Banan Ó sullivan, como siempre venia a traje, completamente blanco, como el; piel, cabello, cejas, era probablemente lo único que en aquel cuarto relucía con mas énfasis y aunque era profesor, ahora estaba comportándose como el jefe de casa de los Gryffindor, autoritario y rígido. Los miembros de la casa, la mayoría solo siendo de cuarto a arriba,  esperaban parados al pie de la estrada expectantes por lo que diría el hombre.

Seamus y Dean rieron por el comentario, era cierto.

—Pues ya lo sabrías ¿No? En el Torneo de los tres magos se hace el baile de navidad, pero como navidad ya paso, será llamado el baile de invierno. Así que bueno, es una buena oportunidad para que se relacionen con nuestros invitados extranjeros par de jóvenes precoces— Comento cruzándose de piernas al sentarse en el reposa brazo de unos de los sofás de la sala común.

Los chicos se vieron sonrojados y las chicas ahí les dirigieron unas miradas aseveras.

—Sera obligatoria la túnica de gala...Y comenzara a las ocho en punto dentro de cuatro días, os recomiendo comenzar a buscar lo que se pondrán— Finalizo en decir con cara de aburrimiento total, pero sin dejar de lado su brillante sonrisa de comercial dental—¡Ah!—Exclamo antes de que todos pudieran dar un paso—Nada de hacer quedar mal al colegio. Si escucho que algunos de vosotros—Mirando a los hombres— Alumnos, precoces, llenos de hormonas, hacen algo indebido con alguna dama, me las apañare para que nunca vuelvan a ver el cielo mismo. Te estoy viendo McLaggen...— Señalo con los ojos entornados.

El chico por otro lado se sonrojo, pero mostro un rostro de molestia cuando varias risitas se escucharon.

Pito la campana y todos salieron de la sala común cuchicheando, probablemente por lo dicho anteriormente que incluía a McLaggen, un chico alto rubio y fornido, que no alcanzaba aun los metros que Harry tenia, a quien en si no podía importarle menos, aunque vaya que era sorprendente descubrir una vez que salió del marco de la señora gorda y bajar al comedor el total de chicas que le comenzaron a ver, era como si aquel mundo de hombres en el que veía hubiera desaparecido y en su panorama solo había largas melenas, perfiles finos y delineados perfectos...

—No puedo comer...— Susurro Harry para sí mismo debatido al sentir que la nuca le abrasaba, como si le estuvieran viendo millones de murciélagos, o como mil picaduras de mosquito y no sabía si era porque tenía alguien detrás exactamente observándolo o porque Luis dubois estaba a su derecha comiéndole con la mirada de ojos negros intentos.

De forma bastante lenta bajo la cuchara así a el plato con su sopa, pero no la soltó, doblo a su lado a ver al chico extranjero, este ni siquiera se tomó la molestia de apartarle la mirada tras estar cara a cara, pero si le sonrió, una sonrisa sumamente rara...

—Hola— Le saludo del francés como si apenas se hubieran visto—¿Ya tienes pareja para el baile? — Harry abandono la cuchara entre sus dedos y se tensó con los ojos un poco abiertos ¿Por qué le preguntaba como si le fuera a pedir que fuera con él al baile? Enrojeció de solo pensarlo, y se volvió a su sopa completamente horrorizado.

—Ah...Yo— Y como si no hubieran pasado dos días desde que lo pensó, recordó lo que había tenido planeado hacer. 

¡Confesar a todos que él y Draco eran pareja! 

Harry dejo de lado al brujo de una manera muy cómica, como si se le hubiera reseteado el cerebro. La idea le había llegado como un cubetazo de agua fría ¡Que mejor manera de confesar que tenía pareja que llegar con aquella persona al baile!