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El secreto


—Vete a la mierda Malfoy.

El llamado al momento de escuchar aquellas palabras bajo el libro que tenía entre su mano a sus muslos y con una expresión de desconcierto y molestia volteo a ver a su derecha.

—¿Disculpa?

Harry entonces, se incorporó de la cama y se giró en la misma, para ver con mayor facilidad al chico de cabello rubio platinado.

—Me dejaras acá solo— Alego el ceñudo.

—¿Y qué quieres que haga? — Dijo, divisando por un corto segundo a Harry que llevaba encima de su brazo izquierdo un cabestrillo de tela blanco—¿Qué me rompa un brazo? —Pregunto sarcástico y volviendo a su lectura.

—No es mala idea— Respondió con una sonrisa pilla, al ver que el rubio volteaba a verlo con los ojos entrecerrados y después volvía a su lectura.

Él se le quedo viendo. Había pasado solo un día desde el accidente con el sauce boxeador. En el cual termino de peor forma Harry, ya que el chico se había fracturado el brazo (No era novedad). Y los demás; como era el caso de Nott que nada más tuvo un leve raspón en la pierna o Neville que solo vomito y tuvo una jaqueca, recortaba así los eventos y quedaba solamente con Draco Malfoy que había tenido un daño colateral en el talón, del cual era posible que saliera de la enfermería hoy o mañana, lo que le molesto a Harry, dado que, al haber estado hospitalizados juntos, se la pasaron hablando un poco (Demasiado) al tener las camillas lado a lado. Y a pesar de haberse perdido la fiesta de Halloween, él se le había pasado flipante con Malfoy en la enfermería por eso realmente era entendible su molestia...Ahora estaría aburrido.

En ese mismo momento en que Harry le iba a dirigir la palabra a Malfoy para decirle sombre aquel pequeño secreto que le había guardado a Neville en su bolsillo, el sonido de la enorme puerta de madera de la enfermería se escuchó por todo el cuarto al ser abierta, logrando por consecuencia llamar la intención de los dos muchachos, quienes vieron a la enfermera Poppy Pomfrey entrando, seguido de Ron y Hermione; la segundo con una expresión de molestia. Harry al verlos no se sintió alegre que digamos, hace unos diez minutos habían salido los amigos del otro brujo y ahora solo quería hablar con el chico a solas, pero ahora que habían llegado sus amigos no podía hablar con él por el acuerdo...

¿Qué de que iba?

Ambos chicos habían quedado en no decir nada sobre su amistad hasta que encontraran la forma menos bruta y estúpida de decírselos a sus compatriotas. Y aunque en algún momento Harry se negó a hacerlo, comprendido que Malfoy tenía razón y eso fue porque su amigo Ron le había dado la razón de mantener su amistad con el otro mago en secreto...

—¿Cómo te ha ido con el tonto de Malfoy? —Susurro Ron con una mueca de repudio. Harry que en ese momento se encontraba sentando en su cama viendo la cama al frente de él —que estaba tapada por el dividir de la enfermería—, observo el rostro sereno del rubio, que se alcanzaba a ver solo un poco; por suerte el chico parecía estar tan sumergido en su lectura que no se entero de la forma en que había sido llamado.

—Me va bien—Admitió Harry con voz áspera, para luego fijar su vista en su amiga castaña, quien tenía los brazos cruzados y le veía con dos arrugas marcadas en la frente. Oh, no—...Sigues...

—¡Claro que sigo molesta Harry Potter! —Espeto esta con voz chillona—¿Cómo pudiste ser tan irresponsable? —Dijo haciendo que Harry rodara los ojos, pero no dejando que ella le viera dicha acción, pues le golpearía, pero no podía evitar ponerse así; la chica podía llegar a ser muy exagerada a veces.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora