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Mucho, mucho amor


—¡Joder, Potter! ¡Para que duele!

—¡No duele tanto!

—¡No seas tan bruto!

—¡Okey! Okey, voy a parar— Pero Harry sonriendo con perversidad, no lo hizo. Cogió otra bola de nieve entre sus manos dándole forma y tomo a un distraído Draco. La fría nieve de la bola golpeo su espalda desasiéndose en su abrigo y el solo pudo encorvarse ante el impacto.

—!Idiota!—Grito volviéndose— Dijiste que pararías— Apunto Draco y se agacho a tomar una bola de nieve en su mano cuando el chico se iba a alejar, sin embargo se la lanzó a Harry sin pensar mucho la trayectoria, cosa que le funciono increíblemente bien porque esta cayo directamente en la cara del brujo y le hizo caer de espalda con un sonido cómico. Draco comenzó a reír a carcajadas mientras se acercaba al cuerpo del chico hundido en la nieve como galleta en leche—¿Ya vas a parar? — Harry estando en el suelo con sus extremidades extendidas, asintió.

Draco lo vio un corto segundo con la idea de no estar encantado con echarse a la nieve que le iba a mojar la ropa, pero, quería estar alado del chico así que solo lo hizo, se sentó alado de él y luego se dejó caer en la nieve como su compañero. 

Habían estado jugando por una hora a guerra de bolas de nieve, como le había dicho Harry que se llamaba, el juego en si consistía solamente en lazar nieve a su oponente, en eso se había centrado todo lo que hicieron una vez que quedo la casa vacía y la verdad es que se había divertido, bueno, si quitaba el hecho de que dolía cuando te pegaban con la nieve se hubiera divertido incluso mas, tal vez por eso el jamás jugo eso de niño.

—¿En qué piensas? — Pregunto Harry que le veía estando recargado en un codo al suelo y la mejilla en la palma con nieve cayéndole del azabache cabello.

—Que lo juegos Muggles son un peligro— Le respondió Draco colocándose de la misma forma que Harry, pero viéndole a él. Harry rio y después ninguno dijo nada, solo se quedaron viendo al tiempo que sentían que sus ropas se mojaban y la nieve por debajo comenzaba a derretirse, pero no les importaba, no si no eran esos ojos que veían, entonces Harry fue el primero en mover la pieza. Elevo la mano en la que no tenía apoyada la mejilla y la acerco al quieto rostro de Draco, este no hizo nada ni aparto la mirada del brujo, solo sintió cuando esa cálida mano se había posado en su mejilla, que en ese entonces estaba fría y comenzó a tocarle solo con las yemas de sus dedos como si fuera un objeto de cristal que al mínimo toque quebraría, y le gusto, le gusto que Harry le tocara con cariño...

—Es extraño, no lo crees...— Hablo Harry en un suspiro y sin dejar de acariciar las facciones del chico—Estar así... ¿Alguna vez lo imaginaste?

—¿Si alguna vez me imagine a ti a y mi acostado en una mugrienta capa de nieve viéndonos a los ojos y yo dejando que me tocaras? —Pregunto Draco irónico y la ceja rubia arriba—No, claro que no— Rio cuando Harry rodo los ojos.

—¿Te desagrada...? — Sondeo el chico preocupado al apartar la mano de su rostro, pero esta dejándola en la cadera del rubio.

—¿Me veo asqueado...? — Respondió con otra pegunta y Harry sonrió a la vez que se movió de posición y se colocó arriba de Draco de forma repentina aunque este pareció a ver deseado mucho que el hiciera algo pues simplemente sonrió como nunca antes, sin embargo y en tanto se veían a los ojos como dos par des buenos amigos, las sonrisas de ambos abandonaron sus facciones y sus cabezas se fueron acercando lentamente...

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora